lunes, 18 de noviembre de 2024

Dólares e ideas





Hablábamos en la última entrada acerca del fenómeno Trump; no se me ocurre otro adjetivo sin resultar irreverente por lo que pueda pasar. Aún quedan unos dos meses para el traspaso de poderes y este es el momento para que nos vaya anunciando los nuevos secretarios de Estado – ministros, los llamamos aquí – que poblarán su primer gobierno.


Ni que decir tiene que cada uno de los que se van perfilando como próximos integrantes del gabinete, cada uno en su especialidad, tiene el perfil adecuado para interactuar con su jefe. Algunos formarán la primera línea y otros estarán a cargo de distintas carteras, sin que este detalle sea tan relevante desde un punto de vista formal; todos ellos tendrán asignados trabajos de gran importancia y repercusión e incluso muchos de los segundos poblarán las primeras planas de los noticieros internacionales con más frecuencia que los otros.


Por eso vamos a empezar por uno de estos últimos: Elon Musk. La persona más rica del mundo, a cierta distancia de los demás. Su fortuna está situada por encima de los trescientos mil millones de dólares, algo más que el PIB de Chile y/o Rumanía en 2022, según datos del Banco Mundial; es muy posible que hoy les haya adelantado a ambos. En esos momentos las cifras de España estaban en 1,400,000,000 dólares, es decir, unas 4,7veces más. O dicho de otra manera, el valor de toda la producción española en ese año era 4,7 veces mayor que la fortuna de este hombre en estos momentos.

Actualmente, una de sus propiedades, SpaceX, fabrica, y no solo en exclusiva para la Nasa, lanzaderas espaciales que han mejorado el rendimiento de las existentes. Debemos entender que si accede al poder las posibilidades de su empresa son incalculables.

También lo son las de Tesla, que como saben fabrica coches eléctricos, y tiene ya pedidos para camiones en USA, al margen de que esos vehículos puedan marchar sin conductor. Imaginemos que el gobierno expulse a los inmigrantes sin papeles como ha prometido. Las empresas de transporte estarían bastante interesadas en estos camiones.

Otra empresa es The Boring Company, que aparte de “empresa aburrida” quiere decir empresa de tuneladoras y/o taladradoras. En Las Vegas ya ha llevado a cabo un túnel subterráneo.

Y otra más es Neuralink en el apartado de la neurotecnología, implantando en un cerebro humano un chip que pueda activar un movimiento perdido.


Como pueden deducir, el amigo Elon, aparte de una capacidad de trabajo sobrehumana, aporta una inteligencia impresionante. Y ya que tiene esa posición económica fuera de lo común no es de extrañar que busque en el próximo gobierno posibilidades de ejercer lo que pueda estar en su cabeza. Además de aumentar el mercado para sus lanzaderas espaciales, otras ideas estarán ya a punto. Lo que dicen los entendidos es que participará muy activamente en un futuro Departamento de Eficiencia Gubernamental. ¿Qué quiere decir esto? Claramente indica que se actuará sobre todos los demás departamentos gubernamentales para reducir drásticamente el número de funcionarios y empleados.

A pesar de no parecer una buena medida para los asalariados de toda laya, son ellos los que han votado mayoritariamente esas políticas. A ello no ha sido ajena la campaña propagandista con mensajes, bulos y todo lo que se les venga a ustedes a la cabeza. Es el momento de recordar que nuestro amigo Elon tiene otra empresa: Compró Twitter para rebautizarla como X , y esta se ha convertido en una gigantesca máquina de propaganda política que será el perfecto escenario de la desinformación y manipulación de masas. ¿Puede haber otra razón que justifique esa inversión?


De modo que sus pasos como emprendedor guardan una perfecta relación con la oportunidad que para sus negocios se abre ahora; al margen de que se concreten otras ideas que pulularán por su cabeza, un individuo con sus condiciones y sus medios no puede detenerse a tomar el sol. ¿Por qué no imaginarle como el futuro presidente yanqui?