Según el Diccionario panhispánico del español jurídico, okupa es la persona que se instala en una vivienda o local deshabitado, sin consentimiento del propietario; y también, dicho de un movimiento anti sistema: que propugna la ocupación de inmuebles ajenos deshabitados. En Wikipedia, que no es cien por cien fiable pero se acerca, podemos leer lo que sigue: “El movimiento okupa es un movimiento social radical que propugna la ocupación de viviendas o locales deshabitados, temporal o permanentemente, con el fin de utilizarlos como vivienda, guarida, tierras de cultivo, lugar de reunión o centros con fines sociales, políticos y culturales, entre otros. El principal motivo es denunciar y al mismo tiempo responder a las dificultades económicas que los activistas consideran que existen para hacer efectivo, a costa del derecho a la propiedad privada y del trabajo de terceros, el derecho a la vivienda”.
Para completar la primera definición y mejorar la segunda, yo haría, con los sintagmas que hemos dejado en cursiva, otra definición como la que sigue: “El movimiento okupa procede a la ocupación de viviendas, ante las dificultades económicas existentes que impiden ejercer el derecho a la vivienda”. Intencionadamente elimino el término guarida, que cuando menos me parece más apropiado para animales o desalmados, así como lo de centros con motivos sociales, políticos y culturales, por considerarlo en otra categoría de ocupación – a la que volveremos más adelante.
Así pues lo que nos queda es la mera ocupación de viviendas por parte de los que no encuentran forma de vivir bajo techado. Y lo que parece no tener solución es el hecho de que el acceso al disfrute de una vivienda, sea en propiedad o en alquiler se hace más y más difícil, y miles de españoles, pertenecientes a la “generación más formada de nuestra historia”, han de compartir piso o habitación ante los precios vigentes de los alquileres.
Por otro lado, es difícil encontrar una definición que se ajuste desde todos los puntos de vista y satisfaga todas las opiniones. Y habría que preguntarse para qué sirven las definiciones cuando no existe intención alguna de analizar las condiciones que empujan a muchas personas a ocupar un piso ajeno. Porque la situación que se da en nuestro país es, por decirlo de alguna manera, curiosa. El artículo 47 de la Constitución Española dice que “todos los españoles tienen derecho a a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.” Ahí queda eso. Ya sabíamos que la Constitución es intocable, que no se puede modificar; lo que no sabíamos es que tampoco se le haga ningún caso, o mejor dicho, que no hacerle caso no traiga consecuencias para nadie, en primer lugar para los poderes públicos. Sabemos que en todo planteamiento urbanístico hay que dejar un determinado porcentaje para edificar viviendas sociales. ¿Se cumple? ¿Sabemos también qué seguimiento se hace a las plusvalías que genera la acción urbanística de los entes públicos? Los periódicos que leemos, las radios que escuchamos, las televisiones que vemos, ¿informan de esas cuestiones? No ha de ser porque no interesen a los españoles. ¿O será que solo nos interesan casos como el de la pobre señora viuda, con una mísera pensión, que una mañana que bajó a comprar el pan, se encontró a la vuelta ocupado su humilde piso? ¿O los infinitos casos de propietarios que llevan años sin poder recuperar su piso? Porque estos ejemplos sí nos los cuentan los citados medios. Aún a sabiendas de que la inmensa mayoría son falsos.
¿O será que lo que nos cuentan es solo y exclusivamente lo que sirve de publicidad gratuita a una pujante, reciente y tecnológica industria basada en la seguridad? ¿O es que solo nos cuentan lo que ciertos partidos políticos tienen interés en que conozcamos? Pero de esto hablaremos más adelante.