viernes, 25 de noviembre de 2011

Santa Cecilia

En esta semana, el 22, más exactamente, ha sido el día de Santa Cecilia, patrona de la música. Y de los músicos, creyentes, ateos y agnósticos, de todos los músicos, créanselo. Y el 12 fue el primer aniversario de la desaparición de Gorecki, hecho que he conocido hace apenas dos meses.
Vayan, como humilde homenaje a su memoria, estas líneas publicadas en Euroequipos en febrero del 2008.



NOTAS MUSICALES


No hay mal que mil años dure, dice un refrán español. Han pasado los días navideños, hemos sufrido doce mil setecientos veintiocho anuncios de colonias y perfumes – ¿Tan mal olemos los españoles? ¿Todos los fabricantes son empresas de moda? ¿En qué pueden diferenciarse unos de otros, aparte del envase?- han pasado también los Reyes Magos y nos enfrentamos a la cuesta de enero. La sorpresa más agradable ha sido una carta de mis amigos los Kociemski, Marek y Piotr, que junto a su felicitación de navidad me han enviado un CD con la Tercera Sinfonía de Gorecki.
Henryk Mikolaj Gorecki es un compositor que no deja indiferente a nadie. Su Sinfonía de las canciones tristes, para orquesta  y soprano, escrita en 1976, se divide en tres movimientos, donde en cada uno de los cuales, la soprano interpreta una de esas canciones. Es una música deliberadamente simple, en modo de canon, que recita unas pocas notas que, a medida que vamos escuchando, parece ser una incesante idea que se alimenta  a sí misma, si podemos decirlo así. Al mismo tiempo tenemos la sensación de algo va a cambiar, algo impredecible va a ocurrir. Y es la soprano quien entra con esas mismas notas, adaptándose perfectamente y entonando algo que es claramente una plegaria.
Reproduciendo sus palabras, Gorecki nos dice: Siempre he vivido en compañía de la muerte. Para comprender mi sinfonía hay que ir hasta el campo de concentración de Auschwitz. (…)Mi sinfonía no es sobre Auchswitz. Ni acerca del terrible régimen que vivimos los polacos bajo Stalin. (…) Pero mire a su alrededor. Sienta el vacío. Mire a su alrededor, a los millones de hambrientos de África. Mire la cara de odio que pone un automovilista al detenerse en un cruce. Este pozo de odio, este egoísmo asesino, está entre nosotros y sólo esforzándonos mucho lo podremos controlar.
La primera canción es una canción religiosa del siglo XV, de la colección de los cantos Lysagora, del monasterio de la Santa Cruz, el lamento de una madre por su hijo. La segunda es mucho más dramática: Zakopane, que en polaco quiere decir cubierta por la nieve, es una pequeña población pero importante estación  para los deportes de invierno, al pié de las montañas Tatra. En el sótano del cuartel general de la Gestapo, en la celda nº 3, grabado en el muro, sobre la firma de Helena Banda Blazusiakowna, de 18 años, presa desde el 16 de septiembre de 1944, se pudo leer además: No mamá, no llores. Virgen Pura, Reina del Cielo, protégeme siempre. Zdrowás Mario. (Ave María)
Podemos imaginar en el terrible clima invernal de Zakopane, en la humedad del sótano, tras las torturas por ser sospechosa de pertenecer a la resistencia polaca, la escasa esperanza de conservar la vida para una persona de esa edad. Pero no percibimos dolor en sus palabras, están dirigidas a su madre, rogándole que no llore, sólo preocupada por ella. Son muy similares a las de la carta de Guy Môquet, el célebre resistente francés, también escrita a sus padres poco antes de morir fusilado por los nazis a los 17 años. O la carta de Julia Conesa, de 19 años, una de las Trece Rosas, dirigida a su madre y hermanos, reclamando su inocencia y pidiendo que su nombre no se borre en la historia. Parece ser común que quien se encuentra en una situación tan extrema siendo inocente, se preocupa por sus seres queridos, quizás en un intento desesperado de que en éstos perdure su inocencia.
En el tercer movimiento aparece nuevamente el dolor de una madre por la pérdida de su hijo a manos del enemigo, escrito esta vez en el dialecto de la región de Opole.
Esta versión de la Tercera Sinfonía, de las Canciones Tristes, es asimismo la tercera que poseo en mi exigua colección de música –tengo también su Miserere- pero la primera dirigida por el propio Gorecki, grabada en directo en la misma iglesia de la Santa Cruz de Zakopane.
Al lado de mi casa están el parque de bomberos y el Conservatorio de Música. A ratos, pueden oírse los ensayos de la Marcha de San Sebastián, de Sarriegui. Resulta inevitable establecer, no comparaciones, que no vendrían al caso, sino relaciones entre ambas manifestaciones culturales. La obra de Gorecki, con su forma canónica, repetitiva, nos lleva a un estado de ánimo difícilmente expresable con palabras; la marcha de Sarriegui, alegre, expansiva, de hondo significado para los donostiarras, parece querer mantenernos en movimiento. En ambos casos hablamos de repeticiones. En un caso, la repetición obedece a la necesidad del ensayo y es algo inherente, quizás, a los tiempos que corren: es preciso repetir las cosas muchas veces para que se graben en nuestra  memoria, de forma machacona, diríamos; en el otro caso, la repetición es muy distinta, parece decirnos algo, se graba fácilmente en nuestra mente y obedece a una lógica interna, causándonos gran impresión. Una nos habla al espíritu; la otra, quizás a la carne.
En este punto, y volviendo a las palabras citadas de Gorecki, cabe preguntarse: ¿la impresión que su audición pueda causar en un judío, diferirá de la que sienta un palestino de Gaza? Parece que es creciente el número de los primeros, con Baremboin a la cabeza, capaces de respondernos sinceramente. Quizás por eso pueda decirse de la música que es el más universal de los lenguajes.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Lo urgente



Pues bien, apenas hemos conocido el resultado electoral de la jornada de ayer y ya la presión de los mercados apunta en el sentido que les es propio: la prima de riesgo hacia arriba y la bolsa hacia abajo. ¿Qué tiene que hacer Rajoy? Es muy fácil, anunciar sin dilación  -vamos, esta misma semana- lo que va a hacer cuando tome el poder: subir unas cosas, bajar otras y modificar otras tantas. Las que debe subir son, sin carácter exhaustivo, el IVA, el IRPF –en los tramos bajos-, el precio de la electricidad y del butano y las tasas en general.
Las que debe bajar son el IRPF –en sus tramos altos-, el impuesto de sociedades, sobre todo para las grandes empresas, las pensiones, el gravamen para las rentas de capital, los sueldos de los funcionarios, las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social…ese tipo de cosas.
Las que debe modificar son, por ejemplo,  un nuevo contrato laboral, introducir el copago en los medicamentos, desmontar la ley de dependencia, privatizar áreas enteras en la gestión sanitaria, por ahí van los tiros.
Y todo ello, anunciando al mismo tiempo, qué personas llegarán al consejo de ministros para poner en marcha esas medidas. Así, cuando tomen posesión, podrán ser los subsecretarios los encargados de hacerlo, en tanto los ministros piensan en otras medidas nuevas, pues la virtualidad de las primeras tendrá muy corta duración. ¿Quiere esto decir que no hay “período de gracia”? Me temo que no, los mercados no saben valorar el sacrificio de Rajoy, al dejar el ejercicio de su carrera de registrador.
Como decíamos en la anterior entrada, sacarán el máximo, vía intereses de la deuda, y con una bolsa en caída libre, podrán hacerse con los mejores valores. ¡Vamos, la jugada perfecta!
¿Y los españoles? ¡Ah!, bien, gracias.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Vaticinios



No, no se preocupen, no voy a darles mi pronóstico para lo del domingo; no me lo permiten. Como comprenderán, un blog como este, con tantos miles de lectores diarios, por fuerza habría de tener influencia en el último momento y eso no sería ético.
Les quiero hablar de vaticinios, pero no sé si decir augurios no sería más preciso. En cualquier caso me estoy refiriendo a lo que me parece previsible que ocurra después de las elecciones, a lo que nos espera, si quieren decirlo de manera más descarnada. A lo que nos espera en los próximos meses, más aún, en los próximos años. Y no hace falta que me lo agradezcan ni que me lo recuerden si me equivoco mínimamente. Este es un obsequio para ustedes por leer este blog, cosa que no les ofrecerá ningún otro. Vamos allá.
¿Qué ha ocurrido de malo en la economía española en el último mes para que la prima de riesgo se eleve 150 puntos? ¿Qué hemos hecho tan mal en tan poco tiempo para que tengamos que pagar 1,50% más de interés por nuestros bonos? La respuesta es muy simple: ya no tenemos por delante a Italia. Ahora en primera línea de combate ha quedado España y así debemos soportar los disparos del enemigo, en primera línea. ¿Qué clase de enemigo es ese, que cambia tan fácil de objetivo y que dispara sin avisar? Pues los bancos y fondos soberanos y fondos de pensiones, incluidos los españoles que nos hacen el favor de comprar nuestra deuda. Y que lógicamente, como haríamos cualquiera de nosotros, no renuncian a obtener más precio por su dinero; esa es la lógica del dinero y es la lógica del mercado. ¿Y hasta cuándo? Pues eso no está predeterminado, pero será hasta el momento en que logren poner un gobierno de tecnócratas en nuestro país. ¿Y por qué? Deberíamos preguntarnos. Pues porque saben que Italia y España son demasiado grandes, juntas y por separado, como para que Europa pueda ayudarlas. Y lo bastante grandes y apetecibles como para quedarse con sus activos.
Piensen que en Italia ya lo han hecho, han puesto un gobierno de tecnócratas al igual que en Grecia, gente que como el que han colocado en el Banco Central Europeo, vienen todos, bien de JP Morgan, Goldman Sachs o de Lehman Brothers, poco importa que éste cayera. Es decir, gente que pertenece precisamente a la casta responsable de esta situación. Al capitalismo anglosajón, si quieren que les pongamos orígenes geográficos más precisos.
De modos que primero ordeñan la vaca hasta que queda exangüe, vía altos intereses por la deuda. Acto seguido se instalan en el gobierno –lamentablemente con el permiso de los parlamentos respectivos, que nada pueden hacer- y someten al país a una cura tal que quedará en la memoria colectiva de la ciudadanía, grabada  a sangre y fuego de forma tal que no quedarán ganas para el futuro de pensar siquiera en nuevas conquistas sociales. ¿Saben que la troika que vigila en Portugal la aplicación de los recortes ha recomendado que se bajen aún más los sueldos a los trabajadores? ¿Cree alguien que el problema de Portugal es debido a sus altos salarios, conocen los salarios en Portugal?
Consiguen así quedarse con todo el pastel, con las riquezas de cada país. Es un designio bien planteado, que inexorablemente se va cumpliendo y contra el que apenas se alzan voces. Los recortes son y serán necesarios, pero también lo es una política que reactive la economía y no ahogue a la gente. Y por esto no se lucha, se dan por buenos los paraísos fiscales, el fraude, las fortunas insultantes, las Sicav, mientras no se quiere ni oír hablar de una tasa a las transacciones financieras internacionales, porque perjudicaría a la City londinense y a Wall Street.
Como decía aquél, la revolución bolchevique se hizo por mucho menos.



lunes, 14 de noviembre de 2011

Inocencia





No había una muchacha más deseada que ella. Su fama trascendió el ámbito de aquel poblado que, de rebote, empezó a crecer y crecer. Nadie sabía a ciencia cierta de dónde provenía ni tampoco quién la había traído; se suponía que no era natural de allí, pues se la habría visto crecer y su belleza no habría pasado desapercibida. Sea como fuere, su fama traspasó montañas y cruzó los valles. No llegó a cambiar el curso de ningún río pero sí el de las caravanas que pasaban por la región. Hubo quién afirmaba que las mismas demoraban tiempo extra por aquella parada que antes no se hacía.
Era desde luego algo extraordinario, a juzgar por los testimonios de quienes habían tenido la suerte de conocerla: su belleza rompía todos los cánones, su piel delicada, su cabello sedoso y negro, su porte distinguido…pero, además, su entrega. Aquí tampoco había discrepancias. Ponía el mayor empeño, como si fuera la ocasión ideal que un ser humano puede esperar en toda una vida. Por ello,  no es descabellado afirmar, como se dice al principio que su fama se extendiera como una llama que devora un bosque de yesca.
Así, no sorprenderá que la mañana en que fue encontrada llorando desconsoladamente, sus propias compañeras, las diarias testigos de su alegría infinita, no pudieran salir de su asombro. Antes de que las lágrimas anegaran su cuarto y rodaran en cascada escaleras abajo, llamaron a la responsable, que subió con la alarma propia del caso y le preguntó, al verla en aquél estado:
-  Pero, mujer, Inocencia ¿qué te pasa?
A lo que ella respondió, hipando:
-  Es que anoche me enteré de que las otras cobran.
Y siguió llorando, desolada.





martes, 8 de noviembre de 2011

Maquiavelo








Como les aventuraba hace unos días, Papandreu ha conseguido con su jugada política implicar a la oposición en un gobierno de concentración  nacional; los comentaristas políticos han traducido como derrota de nuestro hombre el hecho de que este gobierno de escaso vuelo y gran responsabilidad vaya a ser presidido por un tercero. Parece que será un gabinete de tecnócratas a cuyo frente estará Papademos –me encantan los apellidos griegos-  y, cumplida su misión de poner en marcha las medidas más restrictivas que hasta este momento podamos imaginar, convocará nuevas elecciones.

¿Quién ha dicho que  a estas elecciones no podrá presentarse Papandreu? Y si no lo hiciera porque el Pasok presente otro candidato más idóneo, y gana las dichosas elecciones, ¿dónde está la derrota?

Como les decía el pasado día lo absurdo es que el Pasok hubiera corrido a solas con el coste político de los recortes, pues como se dice en mi pueblo, a escote nada es caro. ¡Qué distinto hubiera sido el debate que presenciamos ayer si desde el 10 de mayo del 2010, nuestro país hubiera estado gobernado por la actual oposición o, al menos, por un gabinete de coalición! Ni habríamos asistido al suicidio político de Zapatero y de todo el Psoe, ni encararíamos ahora el gobierno retrógrado e incapaz que vamos a tener desde el 21 próximo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Papandreu



Vaya por delante mi confesión: no tengo ni idea acerca de las motivaciones de Papandreu para este movimiento suyo sobre el referéndum; mucho menos, por tanto, de cómo acabará. Les confieso también, que he tratado de comprender, a través de la prensa de hoy, cuáles serían sus razones. Pero la información que se nos proporciona es tan limitada –o mi capacidad de análisis, tan escasa- que no he llegado a conclusión alguna. De modo que sobre esta especie  de enroque, voy a darles la explicación que a mí me hubiera gustado. Supongo que en un par de días se conocerá el desenlace y, de rebote, la explicación. Podremos entonces constatar lo desacertado de mis desvaríos.
Si la memoria no me falla, Papandreu y su Pasok –el equivalente griego al Psoe- ganaron las últimas elecciones a la derecha griega, con un electorado harto de las mentiras y manejos que ésta había encadenado, algunas de las cuales, en estrecha relación con la ingeniería financiera de Goldman Sachs donde trabajaba Mario Draghi, y no como botones precisamente. Pero la situación descubierta al conocer la realidad de las finanzas griegas resultó de tal gravedad que no le quedó otro remedio al nuevo gobierno que acometer medidas restrictivas tan exigentes como las que conocemos. Este proceso ha desembocado en la impopularidad del actual gobierno, que ahora se encuentra por detrás de los que realmente provocaron la actual situación. Es decir, que bien pudiera ocurrir que a Papandreu le tocara hacer el trabajo sucio a la derecha, que, acto seguido, le arrebataría el poder en unas nuevas elecciones.
Esta es la explicación que les mencionaba más arriba. Papandreu  habría considerado que la adopción del plan de rescate con todo lo que conlleva en recortes y sacrificios, debería ser adoptada por un gobierno de concentración nacional, y no exclusivamente por el gobierno de su propio partido para cargar a solas con ese mochuelo.
¿Imaginan si esto lo hubiera hecho Zapatero en nuestro país, en mayo del 2010? ¿Qué discurso habría tenido Rajoy durante todo este tiempo? Y, ¿qué sentido tendría la actual campaña electoral? ¿No habría sido mejor que ambos partidos hubieran remado en el mismo sentido y celebrar las elecciones cuando el campo de regateo estuviera más limpio?