No
fue un descubrimiento, América ya se había descubierto a sí misma,
ya sabía quién era, no fue un encuentro, sino un encontronazo;
frases como las anteriores y muchas más que ahora no recuerdo se
pronunciaron en toda Hispanoamérica en el entorno del quinto
centenario de 1492. Yo he viajado mucho por ese continente en esos
años y siguientes, y recuerdo haberle dicho a más de un ciudadano
de esos países que mis antepasados no salieron de España, en tanto
los suyos sí lo hicieron; solo así se podía entender que yo fuera
español y ellos de allí y coincidiéramos en tantos detalles
étnicos.
AMLO
(acrónimo de Andrés Manuel López Obrador, como les gusta decir en
su país), hizo llegar hace un par de años sendas cartas al Papa
Francisco y al Rey Felipe VI – cosa más que curiosa tratándose
de un republicano- para que se disculpen en nombre de la Iglesia
Católica y el Reino de España por los abusos cometidos con ocasión
de la conquista. Pero también – y esto es lo que no se ha
resaltado entre nosotros-, el propio estado mexicano se disponía a
disculparse ante sus propios indígenas, pues los abusos continuaron
después de la independencia.
Cuando
uno lee a Bernal Díaz del Castillo se comprende porqué la gesta de
Hernán Cortés fue posible, al margen de su superioridad militar y
estratégica. Los aztecas se habían ganado a pulso el odio de
aquellos pueblos a los que habían sojuzgado y esto fue aprovechado
por Cortés para contar con la ayuda de totonacas y toltecas y otros
pueblos que vieron la oportunidad de liberarse de aquél yugo
insufrible; que todos cayeran después bajo el yugo castellano es la
segunda parte de esta historia.
AMLO
ya sabe de sobra que aquellos atropellos nada tienen que ver con lo
que ahora conocemos como Derechos Humanos. Éstos entonces
simplemente no existían, y las misiones de descubrimiento, conquista
y evangelización – que con intención explícita o no, buscaban la
imposición y el dominio- incluían de forma natural toda clase de
tropelías. Así ha sido a lo largo de la historia y todavía lo es,
recordemos la actual situación en Ucrania, Palestina, Siria, Irak,
etcétera. Sabe también que si el descubrimiento hubiera sido cosa
de ingleses u holandeses los resultados hubieran sido aún peores; el
exterminio llevado a cabo en lo que ahora es Norteamérica así
parece indicarlo. Unicamente, que yo sepa, en Argentina en los
últimos decenios del siglo XIX se hicieron campañas de exterminio
contra los indígenas por motivos económicos, que explican, aparte
de la inmigración española e italiana sobre todo, la amplísima
mayoría de la raza blanca en el país de Francisco Bergoglio frente
a lo que ocurre en Chile o en Paraguay, por citar solo a los países
vecinos.
La
ocasión que se da en nuestros días es difícil que vuelva a
repetirse. El Papa Francisco es un argentino de origen italiano que
habla, por tanto, español; Felipe VI viene de una familia francesa
que lleva hablando español doscientos años; y López Obrador, cuyo
abuelo materno nació a treinta kilómetros de donde yo nací, habla
español con esa maestría con la que lo hablan los mexicanos,
incluidos los más humildes. Qué mejor ocasión que un encuentro
entre los tres personajes en el que se pidan – sí, ¿por qué no?-
disculpas por hechos que voluntaria o involuntariamente se
cometieron en entornos geográficos e históricos de los que no
puede derivarse responsabilidad alguna. Los descendientes de aquellos
hechos, hablando español, más las lenguas que algunos hablen,
podrán interpretar esta idea y conjurarse para que no haya mas
acciones violentas contra las personas, sean éstas de donde sean, a
lo largo y ancho de este mundo tan convulso.
Si
el gobierno español ha entendido otra cosa en la misiva de AMLO,
está equivocado de parte a parte. Y quizás debiera preguntarse por
qué no ha acudido México a la última cumbre hispanoamericana
Escribí
lo que han leído hace ya unos meses, y por razones que ahora no
acierto a descifrar, entre las que puede estar el olvido, no procedí
a publicarlo. La deriva que ha sufrido AMLO en este ínterin, podría
llevar a justificar sus palabras pero no las mías; sigo
suscribiéndolas plenamente. Y para apoyar mis razones les invito a
leer lo siguiente:
https://www.eldiario.es/internacional/mayoria-mexicanos-exige-espana-pida-perdon-conquista_1_10069741.html?mc_cid=83345753d8&mc_eid=89bc1d72ff
, donde podrán ver que no hay ninguna inquina en el corazón de los
mexicanos hacia nosotros. A AMLO le queda poco más de un año y no
perdemos nada por mejorar ese aspecto emocional de nuestras
relaciones ya que los demás aspectos van perfectamente. En México
no se odia a los españoles, más bien al contrario se tiene una
excelente imagen de nosotros.
Pueden
leer también en el siguiente artículo cómo Francisco nos ha
ganado por la mano y ha pedido en nombre de la Iglesia Católica las
escusas que desde México se han solicitado:
https://www.20minutos.es/noticia/5114599/0/el-vaticano-reniega-de-la-doctrina-del-descubrimiento-contra-los-indigenas/.