jueves, 26 de septiembre de 2024

500 años después (2)

 

A la vista de la evolución en las relaciones entre España y Mexico me permito 

adjuntarles la entrada que publiqué en este blog el 26 de marzo 2019 sobre este 

asunto.

Confiemos que se vuelva a la lógica de las cosas y al buen entendimiento.







martes, 26 de marzo de 2019

500 años después








No fue un descubrimiento, América ya se había descubierto a sí misma; no fue un encuentro, sino un encontronazo; frases como las anteriores y muchas más que ahora no recuerdo se pronunciaron en toda Hispanoamérica en el entorno del quinto centenario de 1492. Yo he viajado mucho por ese continente en esos años y siguientes, y recuerdo haberle dicho a más de un ciudadano de esos países que mis antepasados no salieron de España, en tanto los suyos sí lo hicieron; solo así se podía entender que yo fuera español y ellos de esos países y coincidiéramos en tantos detalles étnicos.

AMLO (acrónimo de Andrés Manuel López Obrador, como les gusta decir en su país), ha hecho llegar sendas cartas al Papa Francisco y al Rey Felipe VI, para que se disculpen en nombre de la Iglesia Católica y el Reino de España por los abusos cometidos con ocasión de la conquista. Pero también -y esto es lo que no se ha resaltado con suficiencia-, el propio estado mexicano se va a disculpar ante sus propios indígenas, pues los abusos continuaron después de la independencia.

Cuando uno lee a Bernal López del Castillo se comprende porqué la gesta de Hernán Cortés fue posible, al margen de su superioridad militar y estratégica. Los aztecas se habían ganado a pulso el odio de aquellos pueblos a los que habían sojuzgado y esto fue aprovechado por Cortés que contó con la ayuda de totonacas y toltecas y otros pueblos que vieron la oportunidad de liberarse de aquél yugo insufrible; que cayeran después bajo el yugo castellano es la segunda parte de la historia.

AMLO ya sabe de sobra que aquellos atropellos nada tienen que ver con lo que ahora conocemos como Derechos Humanos. Éstos entonces simplemente no existían, y las misiones de descubrimiento y conquista incluían de forma natural toda clase de tropelías. Así ha sido a lo largo de la historia y todavía lo es, recordemos la actual situación en Palestina, Siria, Irak, etcétera. Sabe también que si el descubrimiento hubiera sido cosa de ingleses u holandeses los resultados hubieran sido aún peores. El exterminio llevado a cabo en lo que ahora es Norteamérica parece indicarlo así. Unicamente, que yo sepa, en Argentina en los últimos decenios del siglo XIX se hicieron campañas contra los indígenas por motivos económicos que explica el hecho de la amplísima mayoría de la raza blanca en el país de “Francisco” Bergoglio frente a lo que ocurre en Chile o en Paraguay, por citar solo a los países vecinos.

La ocasión que se da en nuestros días es difícil que vuelva a repetirse. El Papa Francisco es un argentino de origen italiano que habla, por tanto, español; Felipe VI viene de una familia francesa que lleva hablando español doscientos años; y López Obrador, cuyo abuelo materno nació a treinta kilómetros de donde nací yo habla español con esa maestría con la que lo hablan los mexicanos, incluidos los más humildes. Qué mejor ocasión que un encuentro entre los tres personajes en el que se pidan, efectivamente, disculpas por hechos que voluntaria o involuntariamente se cometieron en entornos geográficos e históricos de los que no puede derivarse responsabilidad alguna. Los descendientes de aquellos hechos, hablando español, más las lenguas que algunos hablen, podrán interpretar esta idea y conjurarse para que no haya mas acciones violentas contra las personas, sean éstas de donde sean, a lo largo y ancho de este mundo tan convulso.

Si el gobierno español ha entendido otra cosa en la misiva de AMLO, está equivocado de parte a parte.