lunes, 20 de enero de 2025

Continuamos






Que la inmigración precisa una actuación urgente en este país es como no decir nada. Cada semana entran por Canarias varios cientos de migrantes, muchos de ellos menores de edad hasta el punto de que hace unos días hubo un parto en aguas nacionales. También me parece de más señalar que a ese niño se le habrá dado ya la nacionalidad española y habrá pasado por un hospital, como es lógico. Los demás van tarde para aprender el idioma, pero según sus capacidades se les puede poner a trabajar donde haya necesidad de mano de obra, cosa que parece ser cierta ya que se repite por doquier. Y a los que quieran continuar viaje hacia Europa hay que facilitarles el camino desde la península, no desde Canarias.


El destino peninsular de todos los inmigrantes desde Canarias debiera ser establecido por el Estado atendiendo a la relación entre la población de cada autonomía y la de todo el país. El Estado debiera cuidarse de que las autonomías cumplan correctamente el proceso, sobre todo aquellas que son más reacias, sea por motivos raciales o de fineza. Y como el Estado siempre está debiendo dinero a las autonomías deberá estar muy bien de todo lo anterior antes de transferir un ochavo.


Esto debiera servir para cubrir los miles de puestos de trabajo en tareas del campo. Hay que recordar que frecuentemente se conocen abusos de todo tipo con estos trabajadores, lo cual debe ser perseguido, castigado y sancionado, generando sumas suficientes para financiar la creación de cuerpos provinciales de vigilancia para estos fines. Lo que no puede ser es que haya inmigrantes vagando por las calles, pidiendo limosna o cayendo en la delincuencia, por supuesto en manos de mafias españolas.


 

domingo, 12 de enero de 2025

El año pasado

 




Hemos pasado de un año a otro con más pena que gloria y me parece el momento oportuno para echar un vistazo al país que dejamos atrás. No tanto por lo que nos dice el Gobierno pero mucho menos por la opinión de la oposición, si es que el PP y los otros tienen opinión alguna.


Nos limitaremos por tanto a señalar unos cuantos aspectos del país, aspectos que sean interesantes para la ciudadanía en general, dejando opiniones fuera, pero señalando hechos, sin aburrir al lector con datos, fechas o porcentajes; hechos relevantes para jóvenes y mayores, tengan cargas familiares o no, sean propietarios o inquilinos, etc. Vamos adelante:


- España es un país que sigue creyendo que el cambio climático es una milonga. Y lo que es más grave, presta atención a los que, sin tener la más remota idea sobre ello, se permiten manifestarse en contra, logrando como partidos políticos crecimientos constantes en las elecciones celebradas. Es decir, como si la grave catástrofe de la dana en Valencia o el reciente incendio de California no hubieran ocurrido, o se debieran a causas sobrenaturales.


- Asistimos un día sí y otro también al indigno espectáculo de la Justicia española. Ahora que se han cumplido 50 años de la muerte del Dictador, los que teníamos pleno conocimiento en aquella época, recordamos el funcionamiento de la justicia y, al observar la actualidad de hoy estamos viendo aquella ya lejana y recordando la frase “dejar atado y bien atado”. Y cualquiera recordará el comportamiento de la justicia del gobierno anterior tan dado al law fare reservándose para sí el control de los tribunales importantes para tener a su favor el nombramiento de jueces y fiscales y el favor de las sentencias o el retraso sine die si no las tienen todas consigo.


- La economía española está atravesando un período boyante, al margen de que los españoles no lo vean así, incluida parte de los que han conseguido empleo. Tampoco creen en el mantenimiento de las pensiones; quizás porque estaban más conformes con las subidas del 0,25% anual de la época anterior. Hay quien dice que no es muy brillante la política de comunicación oficial de este gobierno que suele ser calificado como progresista, apelativo que es más que discutible


- Entretanto uno de los mayores problemas que tiene la ciudadanía es la vivienda. Un gobierno progresista empezaría por poner ante la demanda popular los miles de pisos vendidos por la esposa del presidente Aznar a un fondo buitre a pesar de que no era ese el destino de los mencionados pisos. Esa señora debiera estar en prisión pero aún no ha sido ni denunciada. Mucho más ruido hizo el caso de la Junta de Andalucía con sus juicios y sus sentencias; no se trata de tener más o menos razón, lo que hay que tener es un buen apoyo en la judicatura.


(Continuará)