España versus Cataluña, o Cataluña versus España

ESPAÑA versus CATALUÑA

O

CATALUÑA versus ESPAÑA

Acertadamente dice El Gran Wyoming: ustedes ya conocen las noticias; ahora les contaremos la verdad. Pero yo no puedo contarles la verdad, la desconozco; además bastante nos han contado, unos y otros, “su” verdad en este largo verano.

Ni siquiera estoy seguro de que mañana sea jornada de reflexión, como solemos acostumbrar por estos lares. He visto encuestas sobre la participación esta misma mañana, aunque tampoco sé si los que han contestado que votarán han confundido sus deseos con la realidad. De cualquier manera, hay un amplio consenso en que lo importante es lo que suceda a partir del lunes, o más bien, lo que cada parte piensa que es negociar y hasta dónde quiere llegar.

Antonio Machado nos dejó escrito:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Su corazón dejó de latir ante el empuje de la sin razón de una de esas dos Españas, a la que Unamuno había dicho: Venceréis pero no convenceréis. Lo que no sabíamos es que esa España iba a perdurar durante tanto tiempo, aunque su forjador ya nos lo advirtió, con premonitorias palabras, cuando dijo: Queda todo atado y bien atado. Por eso digo que hay dos verdades, la de quienes pensamos que  el futuro no está escrito, que no hay nada que sirva para siempre, incluyendo la ley, y los que piensan que la ley es inmutable, y se asegura mediante el orden y la fuerza; en definitiva, que la finca es suya porque ellos son los legítimos herederos. Y en esto llevan razón, son los herederos de sangre e ideológicos de aquél régimen que se instauró por la fuerza de las armas, que ganó una guerra empezada por un golpe de estado sedicioso, y que supo mantenerse en la llamada transición española.

¿Ustedes creen que sabrán, en esta encrucijada, sentarse a discutir y negociar, lo que implica ceder por ambas partes?