jueves, 3 de enero de 2019

Notas de diciembre

Hoy todo sucede tan rápido que en el caso de la sonda espacial china nos encontramos con el hecho incuestionable de su alunizaje, pero ese dato no cambia sustancialmente el comentario que yo escribí cuando conocí de su lanzamiento. Creo que las otras notas siguen siendo, también, válidas.





Uno. Los resultados electorales andaluces han producido un terremoto en los partidos del centro izquierda de tal magnitud que en toda España se producen comentarios acerca de la conveniencia de mantener alianzas, sean éstas del tipo que sean.
Así por ejemplo, en el valenciano Compromís, han descartado repetir alianza con Podemos en las próximas elecciones; el alcalde de Zamora, único alcalde de IU en una capital de provincia, ha recomendado la separación de sus siglas de las de Podemos, dado que éste está en la cuesta abajo y dañaría sus resultados, según sus propias declaraciones.
Por su lado, la dirección de Podemos insiste en la unidad con IU a pesar de que elección tras elección los resultados nunca han alcanzado la suma de los que tuvieron cuando iban por separado. En la propia IU se ha producido la baja -¿no estaba ya fuera?- de Gaspar Llamazares, cabeza de cartel junto al juez Garzón de la nueva formación Actúa, el brazo español de DiEM25, la organización creada por Yanis Varoufakis.
Entretanto, la derecha y la extrema derecha, tomadas en su conjunto, han obtenido un resultado brillante, mucho mejor que el que obtenían cuando solo existía el PP y no se podía elegir otros matices. Porque, en realidad no es que sean partidos distintos, sino una cuestión de matices y de táctica política, créanme.
Parece evidente que una paleta de colores más surtida da mejor resultado, ¿no es así?


Dos. China ha lanzado una sonda espacial, no tripulada, que se posará en la cara oculta de la luna. Hay millones de personas que aún recelan de que Armstrong pisara la cara visible hace ya cuarenta y nueve años, pero con este lanzamiento los chinos nos están mostrando el nivel de su tecnología. El tema no es baladí: dirigir las operaciones de una sonda en la cara oculta es harto complicado, por la sencilla razón de que no se ve. Para solventar este problema, los chinos enviaron en mayo un satélite que se mantiene en la órbita lunar a entre 65.000 y 80.000 kilómetros. Digamos que ese satélite actúa como un espejo que recibirá las instrucciones de la Tierra para comunicárselas a la sonda y al vehículo explorador, y reenviará los datos de vuelta a la base de la Tierra. El próximo año China tiene previsto enviar una nueva sonda a la Luna con la misión de recoger muestras del suelo lunar y traerlas de regreso a la Tierra. Y una nave tripulada está prevista para el 2030.
Si en el caso americano, de aquella gesta se derivaron grandes avances científicos, que configuraron el estado actual de la tecnología, cabe imaginar que los chinos obtendrán también resultados positivos; los que más se beneficiaron del nuevo conocimiento en el caso yanqui fueron las empresas privadas, en una clara transferencia tecnológica del resultado de la inversión pública –siempre tan denostada- a la empresa privada. ¿Qué ocurrirá en el caso chino? Ya nadie discute, ni en el terreno industrial ni en el del conocimiento, que no está lejano el día en que China sobrepase a USA. ¿Será esto un premonitorio aldabonazo? Por otro lado, la detención  de la dirigente de Huawei en Canadá ha sido atribuida a un par de razones de “seguridad nacional”, pero no al músculo que la empresa y su país exhiben.
¿Es posible entrever en estos hechos, aparentemente inconexos, el próximo futuro?


Tres.  Hoy, 12 de diciembre he leído en la prensa un artículo sobre Goya y su presunta homosexualidad. Se citan las cartas que el genio se cruzó con su amigo Carreter y se recurre a la voz de expertos en el pintor que se ven obligados a reivindicar su “hombría”. Me han venido a la memoria las palabras del nuevo Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, que en su primera alocución afirmaba que “los sacerdotes deben ser enteramente varones y, por lo tanto, heterosexuales”; está visto que, a pesar de los pesares, todavía se considera que los homosexuales o los bisexuales no son hombres enteros.
Y si tienen ganas de leer algo leer más sobre este asunto goyesco, pinchen aquí https://literharturas.blogspot.com/2018/05/goya-los-moros-y-jimenez-losantos.html, a menos que lo hayan leído ya.

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