Uno.
Ustedes sabrán disculparme si no tratamos de Pedro Sánchez, pero
creo que será mejor que le dejemos en paz para que pueda dormir
tranquilo. Un líder de su categoría bien se merece nuestro respeto.
Dos.
De quien si podemos hablar es de Pablo Iglesias. Ha anunciado que
volverá a pedir la vicepresidencia para sí mismo, puesto que su
renuncia tenía la fecha de caducidad de la convocatoria electoral
anterior, lo cual me parece lógico. Otra cosa es que, para esta
nueva convocatoria, no cambie un ápice su planteamiento; la
experiencia debiera haberle enseñado algo.
Tres.
También debemos hablar de Íñigo Errejón. Su estrategia de no
presentarse en circunscripciones donde pueda dañar el resultado de
Podemos me parece loable. Y aún más si explícitamente hubiera
pedido el voto para su anterior partido en esas provincias. No está
obligado pero hubiera sido un gesto honroso, desde mi punto de vista.
Cuatro.
De la manifestación por la crisis climática del viernes puedo
decirles varias cosas, a saber:
-
la inmensa mayoría eran chavalas de bachiller, algunas acompañadas
de sus novios o compañeros de clase.
-
también acudieron sus abuelas, más que sus abuelos.
-
no lograron atraer a sus padres.
Yo
lo interpreto de la siguiente manera: el género femenino es quien ha
cuidado y cuida de la humanidad y el que cuidará el planeta, pero el
hecho de que estas manifestaciones se iniciaran en viernes, en
horario lectivo, no debiera ser óbice para que ahora se hicieran un
poco más tarde, cuando los padres hayan vuelto del trabajo y los
abuelos terminado su partida de mus; creo que lograrían concitar
muchas más adhesiones.
Dicho
lo cual, la manifestación fue multitudinaria. Enhorabuena, chicas!.
Cinco.
El tribunal Supremo acaba de señalar que no hay motivo para otro
retraso en vaciar la tumba de Franco y, en consecuencia, el Gobierno
en funciones puede proceder legalmente a la exhumación y traslado de
los restos al cementerio de Mingorrubio. La duda que aparece es si se
hará de inmediato o se esperará al inicio de la campaña electoral.
¿Ustedes qué piensan? Yo, -ya se lo imaginan ustedes-, me inclino
por el segundo supuesto.
Seis.
Septiembre se ha cerrado con la desaparición de Jacques Chirac,
alcalde de París y Presidente de la República Francesa. Un político
de derechas que estuvo contra la guerra del Golfo. Hoy en día,
personajes que no le llegarían a la altura de sus zapatos, gobiernan
países como USA, Inglaterra o Brasil, y a punto ha estado de ocurrir
en Italia. ¿Hacia donde vamos?
Siete.
Un grupo de legionarios – ya saben, ese cuerpo de ejército que
fundó Millán Astray, y donde “nada importa su vida anterior”,
según su himno-, han estado tomándose unas cañas en una terraza
catalana, con las armas a sus pies. La explicación oficial es que
venían de maniobras, los conductores de los autobuses habían
cumplido su horario reglamentario y las armas estaban descargadas.
“Cada uno será lo que quiera”, -repito, según su himno-, pero
los funcionarios del Estado no deben beber en acto de servicio.
Ocho.
El preso Urdangarín ha accedido a una mejora de sus condiciones
carcelarias en absoluto frecuentes para los demás penados. Además
de su situación tan especial en cuanto a cárcel y régimen de
visitas. ¿No tiene nada que decir el Gobierno en funciones?. La Casa
Real ¿tampoco?
Nueve.
Se ha difundido la noticia de que la sanidad pública va a sufragar
un método para que los fumadores abandonen su vicio. Conviene
recordar que hace unos cuatros años se logró, al fin, proporcionar
a los enfermos irrecuperables de hepatitis un medicamento (¿Sovaldi,
quizás?) que los ponía a salvo de la Parca. Pregunta de un ex
fumador: ¿Tan difícil es dejar de fumar? ¿Hace falta algo más que
fuerza de voluntad?
Diez.
La Diputación Foral de Vizcaya con la excusa de una norma fiscal
para disminuir los impuestos a unos supuestos gestores de fondos que
abandonarían la City londinense por la cosa esta del Brexit y
se establecerían en el bocho bilbaino,
ha aplicado dicha norma al Athletic de Bilbao, que
se ahorraría 30 o 40 millones anuales en impuestos de sus jugadores
de fútbol. Al final el asunto no ha cuajado, por presiones de unos y
otros. Pero, ¿hasta
donde puede llegar la imbecilidad humana y la fuerza del
fútbol profesional?
Nota
adicional. Aunque esta la hemos conocido en octubre, no me resisto a
incluirla. Se nos dijo que la nueva convocatoria electoral tendría
una semana oficial de campaña en vez de las dos habituales y
que los electores podríamos
solicitar la no recepción de propaganda electoral. Cualquier cosa
con tal de no abrumar (¿aburrir también?) a la ciudadanía.
Pues
bien, ayer, primero de octubre, pudimos ver al Presidente en
funciones en un mitin callejero de precampaña aunque aún queden
cuarenta días para el 10 de noviembre. ¿Estar en funciones exime de
dedicarse a gobernar? O bien, ¿gobernar concede tanto tiempo libre
como para dedicarse a labores de partido? ¿Se descuentan los días
dedicados al partido de los emolumentos presidenciales?