Terrible
suceso el de la escuela de Barcelona. Un muerto y cuatro heridos. Hasta puede
decirse que ha habido suerte. Decididamente, parece que nos acercamos a otros
países, aunque sólo sea en este tipo de hechos.
Hemos
aprendido –y confieso que, por mi parte, con estupor- que el causante de los
hechos -cómo decirlo, ¿asesinato, sí, no?- no es legalmente culpable y no podrá
ser acusado, ni en consecuencia, castigado de ninguna manera. No tiene la edad
para ello, de acuerdo con el ordenamiento jurídico español. Ha sido un brote
sicótico. Hay que ver lo que aprendemos, aunque sea a un precio tan alto.
Aunque el daño sea irreparable, hay que aceptarlo así.
El
autor es inimputable por razón de su edad. Inimputable. Hemos escuchado miles
de veces el adjetivo imputable, pero no su contrario. Y me pregunto si tiene
algún parecido con inviolable, que sí recuerdo haber escuchado con
anterioridad. Pero no estoy seguro acerca de quién, quizás ustedes lo
recuerden. Creo que antes había una sola persona inviolable, pero ahora pueden
ser dos. Y no por razón de edad, sino más bien, me parece, por razón de sangre.
¿No lo recuerdan ustedes?
Un
brote sicótico. Tiene bemoles. Nos han explicado que su aparición no se puede
prever. Me pregunto si los brotes sicóticos solo podemos sufrirlos los
individuos de sangre normal. Espero que sea así. En caso contrario, sería muy
difícil garantizar la inviolabilidad del posible infractor. ¿Qué les parece a
ustedes?
Los
lectores de otras latitudes pueden tener conocimiento del hecho al que nos
referimos en el siguiente link: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/04/20/catalunya/1429517734_522794.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario