DATOS
ECONÓMICOS
El
cierre del año ha traído consigo una buena cantidad de datos económicos sobre las
empresas y la economía en su conjunto. Ya las apariciones del Rey del Plasma
llevaban meses loando el magnífico comportamiento de nuestra economía. Aunque
no dudamos de que siempre nos diga la verdad, ni tengamos motivos para no
creerle -¿o sí?- es lógico esperar a esos datos para tratar de analizarlos.
Este análisis llevaría muchas páginas, y
ni ustedes se merecen un ladrillo infumable ni un servidor está capacitado para
tamaña tarea. Pero ese chorreo de cifras sí que nos dan algunas pistas de por
dónde van los tiros, y es eso precisamente, lo que me anima en este momento.
Un
informe preparado por el economista Josep Oliver, de la UAB, para la empresa de
trabajo temporal Manpower y publicado en Cinco Días ha señalado cuatro aspectos
que muestran la mejora de la economía española. El primero es que el 97% del
empleo creado en los últimos cuatro trimestres analizados fue para trabajadores
asalariados, y sólo el 3% restante para trabajadores autónomos. El segundo, que
los trabajos de media jornada, para simplificar, se han reducido en 600.000
personas. El tercero muestra igualmente que el 95% de los empleos creados lo
fueron a jornada completa, y el cuarto punto nos dice que los trabajadores que
más se beneficiaron de los tres puntos anteriores fueron los técnicos, seguidos
por los profesionales, y cerrando, los trabajadores sin cualificación. Por el
contrario, el nivel salarial y la temporalidad, a juicio de Oliver, son puntos
negativos pero que, de seguir esta actual coyuntura económica, tendrán una
mejoría a medio y largo plazo. Es decir, si el mundo sigue más o menos como
está, si los turistas no tienen otro sitio donde ir, si los tipos de interés no
se mueven mucho, si el BCE sigue comprando deuda, si seguimos exportando como
hasta ahora, si los trabajadores tienen un poco más de paciencia, etcétera, la
economía española irá mejorando gracias a esta excelente política económica de
nuestro gobierno. Se nota la mano de la Virgen del Rocío.
Por
otro lado, la información nos dice que España ya ha alcanzado el nivel previo
al estallido de la crisis, es decir, disponemos de un PIB como el de entonces,
lo cual quiere decir que vamos por el buen camino. ¿Que hemos perdido diez
años? Más se perdió en Cuba. También nos dice que eso se ha conseguido con dos
millones menos de trabajadores que antes, lo que implica que hemos tenido un
aumento bestial de la productividad, como cualquiera puede entender. Es decir,
las empresas, en su conjunto, venden lo mismo ahorrando casi un veinte por
ciento de mano de obra. ¿Pagan lo mismo que pagaban a sus trabajadores? No, les
pagan menos, puesto que se han reducido los salarios, lo que significa que también
se han reducido los costes de seguridad social. De modo que el coste salarial en
su conjunto es menor para las empresas hoy que hace diez años, lo que nos
llevaría a concluir que han de tener unos beneficios superiores, aún admitiendo
(que hay que tenerlo en cuenta) que la materia prima haya podido subir, que los
costes energéticos han subido, que hay que amortizar las pérdidas iniciales del
comienzo de la crisis, más el coste de abrirse a nuevos mercados, etcétera.
En
este contexto, la reducción constante del Impuesto de Sociedades, que hace que
ninguna pague más allá del 15% de sus beneficios (eso las pequeñas y medianas,
porque las grandes, olvídense, esas no pasan del 5%, o sea menos de lo que
tributa cualquiera de ustedes, para entendernos) hace que sean los contribuyentes particulares
los que soportan el grueso del presupuesto nacional, y no las empresas.
Entonces,
¿para cuándo esos puntos negativos, el nivel salarial y la temporalidad, pueden
empezar a mejorar? El corto plazo es un año, el medio, de dos a cinco, y a
largo plazo, todos calvos, que decía aquél. La creciente desigualdad como
distintivo de la economía española, ¿hasta cuándo? ¿Más trabajadores pobres
aún?
Háganse
más preguntas, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario