lunes, 4 de febrero de 2019

Notas de enero









Este mes de enero ha sido pródigo en noticias; digo de las que me gusta comentar, pero también con fecha de caducidad muy próxima. Hoy los acontecimientos se precipitan tan rápidamente que enseguida pierden validez. He escogido tres para darles un pequeño tratamiento que las haga más atractivas, si cabe, para ustedes.




Uno. Los beneficios de la banca española han alcanzado este pasado 2018 la estimable cifra de 16,600 millones de euros. El ranking de beneficios se corresponde con el de tamaño, al menos en los primeros puestos, es decir, Santander, BBVA y Caixabank. Los dos primeros se han visto envueltos en sendos asuntos relacionados con la lucha por el poder. Veamos:

En el Banco Santander sigue al frente la familia fundadora, como ustedes saben, en tanto el accionariado está dominado por los grandes fondos de inversión, americanos principalmente. Como consecuencia de ciertas tensiones por el mando, parece ser que la Presidenta se vio obligada a programar un cambio en la figura del Consejero Delegado. La persona elegida estaba cumpliendo esas mismas funciones en uno de los grandes bancos suizos. Llegado el momento en que iba a producirse el relevo, saltó la noticia de que la compensación que habría que pagar al candidato por bonus al salir de su puesto era de unos 50 millones de euros. El movimiento se abortó y se “descubrió” que el hombre de la casa que estaba en el cargo podría ser tan buen candidato como el otro, y claro, más barato.

Otras versiones apuntan a que el que iba a llegar no era hombre de segundo nivel, por lo que, más temprano que tarde, aspiraría a la presidencia, con el apoyo, precisamente, de esos fondos que, en definitiva, vienen a ser los dueños del banco. ¿Cuanto tiempo tardará en hacerse realidad lo que ahora no ha podido ser?

En el BBVA, la lucha por el poder viene de antaño, de cuando el recién jubilado ex presidente dio el salto desde el chiringuito financiero de su propiedad a la presidencia de Argentaria, cuya A añadió al BBV, con el beneplácito del Presidente Aznar. Desde ese su puesto, se dedicó a allanar el camino que le condujera hasta el retiro, ayudándose de ese también ex comisario de policía, que lo mismo ha servido para un roto que para un descosido, siempre que fuera en beneficio propio.

Como ven, aunque los dos ejemplos citados no sean comparables, en ambos se da un episodio de lucha por el poder, con personajes animados por la codicia.

Por su parte, Caixabank ha tenido unos nada despreciables beneficios de 1,985 M€ (millones de euros, para que se entienda), entre los resultados de su actividad bancaria y los dividendos percibidos de su cartera de inversiones, que tampoco es nada despreciable. Hemos de añadir que esos beneficios llenan la caja de una Fundación con una importante labor social y cultural, fundación en la que trabaja la mujer de un tal Urdangarín, lo cual no se sabe bien si entra en el campo de lo cultural o de lo social.

Pero Caixabank en un alarde de prudencia y previsión (sic) ante los malos tiempos que se avecinan está preparando un ERE para 2.157 trabajadores. Si se preguntan ustedes si ese ERE afectará a la persona que hemos citado, contestense a sí mismos.




Dos. Ya saben ustedes de sobra lo que ocurre en Venezuela. Es claramente una dictadura, no como China o Arabia Saudí, que son democracias reputadas. Hay, además, una escasez crónica de alimentos básicos, y como vemos en los telediarios, se ven los muertos por las calles; no como en Siria, Irak o Libia, otras democracias.

Además, el dinero que no tiene (o quizás por eso) ha contribuido a la financiación de ese partido español cuyos votantes son tontos, como nos ha enseñado Savater, que es filósofo; menos mal que ya le votan menos (aunque más que los que le votan a él), se ve que han leído sus obras.

Pero si quieren entender bien lo que está pasando en Venezuela, que no es diferente a lo que han sufrido otros países, y lo mismo que les ocurrirá a otros que tengan, para su desgracia, riqueza suficiente como para despertar la codicia de algunos, lean el siguiente artículo: https://www.thetricontinental.org/es/newsletterissue/boletin-5-doce-pasos-para-conducir-un-cambio-de-regimen/?pdf=3908.




Tres. Los que no son tontos son los que manejaban un tanatorio en Valladolid. Al parecer, terminadas las honras fúnebres, y en ausencia de testigos incómodos, introducían el cadáver que iba a ser inmediatamente incinerado en una burda caja de cartón o madera común, preservando el féretro elegante y de valor para el siguiente “primo”, que así cabe calificar al que pagara hasta 4.000 euros por una caja que iba a ser consumida de inmediato por las llamas.

En estos tiempos que corren nunca son pocas las llamadas a la contención en el gasto, al reciclaje y a la economía circular. No me parece de recibo matar un árbol, que ha tardado años en crecer y privar de su función regeneradora al aire circundante para construir una caja de muerto que se va a quemar acto seguido.

Yo a mis deudos siempre les digo que no se esmeren en elegir un sitio especial donde aventar mis cenizas: el inodoro me parece un lugar tan válido como cualquier otro. No soy tan escogido.








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