Hace unos días, mientras me afeitaba, un anuncio en la radio llamó mi atención. Pero entre que quise mejorar la sintonía, los malabarismos que hube de ejecutar para dejar los trebejos de afeitar sin cortarme el cutis, lo exiguo del anuncio, y mi mala memoria, me costó resumir lo malamente escuchado. Más o menos, una voz de mujer joven decía:
- Oye, papá, que me acabo de enterar de que el pariente del rentero tuyo ha entrado en ERE. ¿No trabajaban los dos juntos en la misma empresa?
- Creo que sí, trabajan juntos… vaya, lo que me faltaba, me fastidia porque le tenía aprecio a ese chico, nunca me ha fallado con la renta -contesta una voz varonil y madura.
- Pues ten cuidado. Lo mismo deja de pagarte ahora, si no tiene trabajo...
- ¿Y qué voy a hacer?
- Habla con los de Legalitas, pero no pierdas tiempo. Para eso están.
Este tipo de anuncios radiofónicos son muy efectivos, no tenemos más que recordar la larga serie de Securitas Direct, con una tipología completa, con robos en los pisos, en los chalets, con ocupaciones, etcétera. Cada poco sacaban uno nuevo y España entera quedaba viviendo en un perpetuo estado de inquietud. Al final, no se sabía bien si el país estaba pasando una etapa de ocupaciones de pisos, no solo vacíos (que también los okupas se metían en pisos mientras sus dueños habían bajado a comprar el pan y al subir se encontraban con su piso ocupado), o bien, era tal la sicosis creada que hasta que pudimos encontrar en los medios (no en todos, claro, ya me entienden) que la evolución en las estadísticas de ocupaciones ilegales no permitía sostener esta última opinión, no se restableció la calma; esto no resultó óbice para que ilustres prohombres de la política española introdujeran el problema en sus alocuciones diarias, claro está.
Pues bien, estos anuncios radiofónicos de Legalitas aventuran una campaña intensa y potente. Este del piso en arrendamiento encaja perfectamente en el campo en el que trabaja una empresa que te ofrece, mediante un canon periódico, el derecho a obtener los servicios de un abogado. Claro está que si puede defender al que no cobra, lo mismo podrá hacer con el que no paga, que alguna defensa podrá tener, a condición de que esté al corriente de las cuotas. Es la ventaja de tener un nutrido plantel de abogados.
Pero no olviden que también hay pólizas de seguro que le cubren a uno del impago de la renta, como escuché también – no recuerdo si ya me había afeitado, o no- otro día, en la misma emisora de radio; eso sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario