Ayer,
el partido socialista fue doblemente señalado en los noticiarios. De una parte,
conmemoraron el gobierno surgido de las elecciones del 28 de octubre de 1982,
las del cambio, que tanta ilusión nos despertaron a millones de españoles; de
la otra, pudimos ver al alcalde de Sabadell entrar a declarar ante el juez en
el enésimo caso de corrupción del que personajes del mismo partido son
acusados.
Se
me ocurre una consideración: los casos de corrupción en el PSOE adquieren mucha
mayor notoriedad y son más difíciles de aceptar que los de la derecha, aún
teniendo menos gravedad. Compárese, por ejemplo este caso de Sabadell con los
del ex ministro Matas o el caso Gürtel.
Y
otra: nunca el socialismo ha estado con la monarquía, pero en este caso vemos
que un hermano del alcalde es concejal y
su propia esposa, alto cargo. ¿Cómo puede el aparato del partido aceptar estos tejemanejes?
¿No es esa una manera de alentar la corrupción?
No hay comentarios:
Publicar un comentario