domingo, 14 de febrero de 2016

Amor y política






Hace ya varios años –hará unos diez- era posible ver, en la ciudad donde vivo, a dos personas paseando juntas. Una de ellas pertenecía al PSE-PSOE y tenía responsabilidades importantes en el parlamento vasco; la otra, militaba en el PNV y su labor, también importante, se desarrollaba en las Juntas Generales de Guipúzcoa. Es imprescindible señalar, a estas alturas, que ambas personas eran mujeres. No diré su nombre por respeto a su intimidad, dado que ya no son personajes públicos, pero si puedo decir que aún las veo, como a tantas parejas de cualquier sexo con las que uno se cruza por la calle.
En estos momentos, hemos conocido otros dos casos de parejas unidas por la política. Uno es la formada por Inés Arrimadas, de Ciudadanos y diputada en el parlamento catalán, y por otra persona cuyo nombre desconozco, varón y de las filas de Convergencia Democrática de Cataluña; el otro es el de Meritxel Batet, que va de segunda en las listas del PSOE por Madrid, y José Mª Lasalle, Secretario de Cultura en el gobierno del PP.
Yo imagino que existirán más parejas del tipo que he descrito. Seguramente cada uno de ustedes conocerá alguna en su localidad. E imagino también, que en todos estos casos el proceso ha podido ser el mismo: dos personas se conocen en el ejercicio de su actividad, se gustan, se aproximan, entablan una relación de conocimiento, y ese amor latente que empezó como una chispa se hace fuego y los devora. Lo mismo que los que se conocen en un bar, en un parque, en el autobús, son presentados por amigos comunes, o en el ámbito laboral, donde quieran ustedes. Este sería el caso de Pablo Iglesias y Tania Sánchez, que han militado políticamente juntos y han compartido una relación amorosa.
Ahora bien, ¿se imaginan que una señora, alta ejecutiva de una empresa, entable una relación afectiva con un equivalente suyo, pero de la competencia? ¿O que esto se dé entre dos investigadores principales trabajando para distintos laboratorios en el mismo producto? ¿Qué pensarían sus jefes respectivos?
¿Recuerdan el caso de Mata Hari? Una mujer bellísima, de gran atractivo, se deja caer en los brazos de un tercero para descubrir y transmitir a quien le paga los secretos que éste ansía conocer. Obviamente, nadie piensa que esto pueda ocurrir en los ejemplos que hemos mencionado. Pero también es obvio que el tálamo puede ser escenario de confidencias varias. El ser humano, despojado de sus vestiduras es más débil; el abrazo, si hay un ímpetu amoroso aparte del meramente sexual, puede llevar a situaciones donde la confidencia o la descarga de preocupaciones íntimas se produzcan en una secuencia posible. De modo que no me parece difícil que los amantes se comuniquen reflexiones y secretos que no compartirían con nadie más.
En los casos descritos, los partidos afectados han compartido gobiernos y coaliciones. Los socialistas con los peneuvistas han gobernado juntos; de hecho, ahora lo están haciendo otra vez. Les separa la cuestión nacional, pero pueden ponerse de acuerdo en lo demás. Los socialistas y los populares compiten por el gobierno del estado, pero en muchos aspectos votan juntos y ambos se atribuyen el rol de estabilizar el país. Los dos representantes catalanes coinciden en la ideología política y social, ahí son prácticamente iguales, pero les separa también la cuestión nacional: uno es nacionalista catalán y el otro, nacionalista español.
De modo, que, ya ven, hay casos para todos los gustos. ¿Podemos concluir diciendo que, en el caso de los podemitas, ha sido el amor, ¡ay!, el que ha fallado, y en los otros, acaso el amor –si continúan claro- sea más fuerte que la militancia o que los partidos no son tan distintos?
Claro que también puede ocurrir como en el caso de la pareja formada por Manuel Pizarro, que fue el adalid económico del PP en la campaña del 2008, y ha sido diputado, y Yolanda Barcina, hasta este año presidenta del gobierno navarro. Ambos militan en el mismo partido, actualmente sin cargos oficiales, pero el varón “aconseja” a la FAES y la hembra se ha agenciado un puesto de consejera en Movistar. Estos han ido a lo práctico.







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