jueves, 18 de febrero de 2016

La hora de la verdad (3)








Seguimos con los dimes y diretes. Y cada día que pasa es un día perdido. Pedro Sánchez se ha visto en los dos últimos meses más veces con Mariano Rajoy que con Pablo Iglesias. Pero no se alarmen, el resultado ha sido el mismo: nulo.
Esta situación es idéntica a aquella en la que varios médicos discutían sobre la terapia a aplicar al enfermo, y ni siquiera tenían en común el diagnóstico sobre el mismo. Entretanto, el enfermo seguía a lo suyo. (Esta semana dos “sin techo” han fallecido en la calle en la provincia de Guipúzcoa, la provincia de mayor renta por habitante de España. Tres muertos desde el primero de enero, pero el Diario Vasco, grupo Vocento, señala que ninguna muerte ha sido debida a las bajas temperaturas; menos mal)
Volviendo al comienzo. El programa de gobierno de Podemos fue recibido con la natural cautela y la consabida rechifla. Después se descubrió que ciertos nombramientos de la lista de ochenta altos cargos, atentaban contra la independencia del poder judicial. Ya saben, esos magistrados independientes que el Partido Popular elige de entre los suyos, como la Espejel y el López, por ejemplo. Podemos ha rectificado en toda regla. Por cierto, mucha gente se pregunta a qué se debe este aluvión de revelaciones en asuntos de corrupción que asola al partido del gobierno. Unos dicen que los jueces se sienten más libres ante la perspectiva del fin de ciclo. Otros, que en cuanto haya cambio de gobierno, los casos de corrupción van a aflorar como en primavera. ¡Quién sabe!
Por otro lado, hemos visto cómo los antidisturbios del ayuntamiento de Madrid se entrenan con su jefe político. Habrán pensado, si nos van a reconvertir en policías de barrio, hagamos el burro por última vez.
Y entretanto, Carmena, que es la verdadera bestia negra del gobierno (hay que desmontar lo que funciona bien) sufre ataque tras ataque. Antes, los titiriteros, ahora Rita Maestre.
Por lo demás, todo tranquilo. Esperemos a la semana que viene.

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