Así
continúan, tras las frases de rigor, las llamadas que el “Bello” Pedro recibe
de todos y cada uno de la docena de líderes de los partidos políticos que le
han aupado a su alta magistratura (que sean menos de una docena no cambia las
cosas).
Lo
que él contesta nos lo podemos imaginar: “Hombre, dame tiempo, estamos
aterrizando, no te preocupes, no se ganó Zamora en una hora…”, y cosas así.
Pero él sí ha ganado algo, algo más que Zamora desde luego, y es consciente de
que a menos que unos cuantos de los que le han apoyado se pongan de acuerdo en
su contra, nada ni nadie podrá apearle de la peana en que se encuentra. Y aún
en ese supuesto, los que tal cosa hicieren, cargarán para los restos con el
baldón de ser uno de los que contribuyeron a hacer inviable el gobierno de
quien consiguió expulsar a M. Rajoy de su reducto.
Porque
ya lo han dicho algunos: Más que votar por Sánchez, he votado contra Rajoy. Y
ésta es su mayor baza política. Y aunque Rajoy ya no esté, los suyos buscan
desesperadamente su sustituto, hasta el punto de que quien no supo evitar a
tiempo la plaga de langosta de los infinitos incendios forestales, que volverán
a producirse; que dio pábulo a su amigable relación con los contrabandistas; o la incapacidad de
resolver los destrozos de la última explosión del almacén ilegal de dinamita,
aparece como la gran esperanza blanca para heredar su cetro. De modo que echen
cuentas, podemos augurar larga vida al nuevo gobierno.
Otra
cosa sería si la defección se produjera por parte de Podemos. Su líder ha emitido
ya un par de avisos señalando su disconformidad de esa forma que le es propia,
muy clara, desde luego, pero un tanto desabrida. Y, hombre, ante un gobierno
mayoritariamente formado por mujeres, las cuales –hay que decirlo- llevan el
mayor peso del gobierno, y cuyas primeras declaraciones están siendo
esperanzadoras, debiera hacerle reflexionar si una excesiva carga de testosterona
sea la mejor arma para pedir “y de lo mío, ¿qué?”. Podemos tiene un responsable
de estrategia política al que se le está encaminando al gobierno de la
Comunidad de Madrid. Alguien debiera preguntarse si un enfrentamiento con el
Psoe facilitaría el apoyo socialista dentro de un año. Y, estrategicamente,
disponer del Ayuntamiento y de la Comunidad sería el mayor triunfo político al
que se puede aspirar, ya que permite demostrar a la ciudadanía, no solo madrileña,
que otra forma de gobernar es posible.
Así
que, lo dicho, estrategia y maneras. Quizás sea lo más necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario