miércoles, 13 de noviembre de 2019

Notas de noviembre (Uno)






Una. Acabo de ver dos películas recién estrenadas. La primera es La trinchera infinita, una obra maestra del cine español, realizada por un trío de directores vascos, Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga (recuerden su anterior obra Handia) y ambientada en Andalucía, de donde procede el guion. Relata las peripecias de un topo, aquellos hombres del bando republicano que tras la guerra civil eligieron esconderse, a veces hasta la amnistía proclamada por el gobierno de Franco al cumplirse en 1969 los treinta años de su glorioso alzamiento. Muchos de ustedes recordarán aquello de los treinta años de paz y prosperidad, y de tranquilidad -que viene de tranca, añadíamos algunos.
Es de destacar, entre otras cosas, todas bien resueltas, el cuidado estudio sicológico del escondido y de su mujer, cómo esos años afectan a uno y otra, y a su hijo (que es sobrino, como las sobrinas de tantos curas de la época). Y una escena, al final, en la que un personaje le dice al protagonista que nunca será reconocido como un valiente, pero tampoco nadie le podrá negar su condición de víctima. No se la pierdan.
Tampoco deben perderse la segunda película, ésta realizada por Ken Loach, con guion de su inseparable Paul Laverty, narrando las peripecias de una pareja de lo que ahora es la clase media inglesa – es decir, trabajadores autónomos pobres-, de la explotación a la que el sistema les somete, y de la imposibilidad de escapar de ella. Su título Sorry, we missed you, es decir, no le he encontrado, que es la nota que un repartidor pega en la puerta si el destinatario del paquete no está en su casa. Cuando se cobra por paquete entregado, con un mínimo de entregas al día sin importar ni la distancia ni las circunstancias sobrevenidas, pero hay que cumplir el contrato, hay que pagar las facturas, y hay que atender a los hijos, la vida puede convertirse en algo muy amargo. Y a esta clase de sociedad es hacia la que quieren llevarnos.

Dos. Se ha hecho público el interés de IAG (el grupo inglés propietario de British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus, aunque los medios españoles han ofrecido la noticia como si fuera Iberia la compradora) por la española Air Europa. El precio fijado asciende a 1,000 M€, veinte veces más que su beneficio anual para entendernos, que se pagará en efectivo cuando termine el proceso dentro de más o menos un año.
Que si la situación estratégica de Madrid para el tráfico del Atlántico Sur, que si el hub madrileño va a adquirir mayor protagonismo en Europa… los ingleses sabrán, que para eso son tan listos, pero ante una desaceleración en Europa y una crisis en Latinoamérica, mil millones en el bolsillo de la familia Hidalgo tienen que ser muy reconfortantes, que quieren que les diga. Pero bueno, los ingleses recuperarán ese dinero subiéndonos un poco el precio del billete, que es lo habitual cuando disminuye la competencia.

Tres. Amancio Ortega ha ingresado 813 M€, aunque el total que ingresará este año en concepto de dividendos por Inditex, la empresa de la que conserva el 60% del capital, ascenderá a 1.626 M€, es decir, 4,45 millones de euros diarios.
¡Jolín qué bien, este año igual también nos cae alguna máquina de esas que curan el cáncer!

Cuatro. La Princesa que hace poco entregó los premios Princesa de Asturias en Oviedo, entregó ayer los premios Princesa de Girona, pero no en Girona, sino en Barcelona. Y habló en catalán, en chino y en árabe, y se hospedó en el Hotel Rey Juan Carlos. No se a ustedes, pero a mí me parece que es someter a una niña a una presión excesiva e injusta.
¿Alguien le ha preguntado si de mayor quiere ser reina? ¿Nos lo han preguntado a nosotros?

Cinco. En el municipio de Medina, cerca de Seattle, Estado de Washington, USA, muchos de sus vecinos son personas con muchos millones de dólares, destacando entre ellos, Jeff Bezos, y Bill Gates, posiblemente los dos hombres más ricos del mundo. Pues bien, el ayuntamiento de ese pueblo de unos 3.000 habitantes está en bancarrota.
Estoy seguro que ustedes se imaginan la razón de esta contradicción, acorde con las teorías económicas imperantes.

Seis. Aramco, la mayor compañía petrolífera del mundo, propiedad de la familia real saudí – aunque habría que señalar para ser exactos, de la parte de esa familia que domina el cotarro- acaba de anunciar que procederá a su salida a Bolsa; a la bolsa saudí, claro, y en una cuantía inferior al 2%.
No sería descabellado pensar que esa maniobra sea un ensayo para proceder a una operación de mayor envergadura. Los negocios relacionados con el petróleo no tiene un gran futuro y siempre es mejor no tener todos los huevos en el mismo cesto.

Última. Marchemos francamente, y yo el primero por la senda constitucional. Así se avino, hace casi doscientos años, Fernando VII a jurar la constitución (siempre esta palabreja) para recuperar su trono, que es lo único que quería como se demostró después. He recordado esas palabras por el gesto de ayer de Pedro Sánchez, porque, o le han obligado en su partido, que no lo creo, o lo ha visto tan negro que no ha encontrado otra salida. Salida que por otro lado tampoco queda garantizada, aunque haya que reconocer que hay opciones. Lo iremos viendo.
Recordemos también otra frase, más reciente y más marxista: Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros. También le define perfectamente. Pero ojalá que lo consiga, a satisfacción de sus socios.





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