Unos
dicen que fue cosa de Confucio, que era chino; otros que es uno de
tantos proverbios orientales. En realidad no nos importa, pero hay que
reconocer que, ciertamente, cuando el sabio señala la luna, el tonto
se queda mirando el dedo; como si lo importante fuera el dedo, cuando
lo que importa es la luna.
Viene
esto a cuento del caso de Greta Thunberg. ¿Cuantas veces han
escuchado ustedes que si no parece normal, que si padece el síndrome
de Asperger (sea esto lo que sea), que quién o quienes estarán
detrás de ella, que es una cría, que su padre la está
promocionando en beneficio propio, que no es posible que con su edad
sepa, pueda, analice, piense? ¿Que, que, que?
Claramente
se trata de maniobras de dispersión; mientras tratamos de encontrar
respuestas ellos ganan tiempo; mientras nos fijamos en el dedo nos
escamotean la luna, si ello es posible. ¿Quienes? La respuesta es
obvia: aquellos que están personalmente (económicamente)
interesados en que las cosas sigan como están. No exactamente como
están, porque no son tan tontos y saben que eso no es posible porque nos deslizararemos por la cuesta abajo del desastre. Pero mientras, ellos
siguen engordando sus bolsillos. Como todos tenemos memoria sabemos
que las cosas van cambiando, pero nos dirán que la ciencia, la
tecnología, el progreso en suma, nos darán la forma más eficaz
(que nos parecerá entonces básica, ¿cómo no lo habíamos
pensado?) para salir del atolladero. Los coches ya no contaminan como
los de antes, ¿qué tiene que ver el gasoil de hoy con el que
quemaban aquellos camiones de antaño? Si se ha mejorado tanto en
eso, lo mismo va a ocurrir en todo lo demás, es indudable. Lo dicho
la tecnología lo arreglará todo.
Los
que no tienen conexión económica con el desastre (la inmensa
mayoría, claro) pensarán lo mismo porque en su interior se
rebelarán ante el hecho de que ahora que ya puedo conducir un SUV de
cuatrocientos caballos, ¿me van a decir esos gilipollas que
contamina? ¿Qué renuncie a ese crucero para ver las maravillas de
los emiratos del golfo? ¿Que no vaya a esquiar estas navidades a
Colorado?
De
paso recordamos a los ecologistas: es posible que en algún sentido
tuvieran razón, pero ¡qué diablos! eran unos aguafiestas. Como los
de ahora.
Pero
la realidad es bien distinta, ya no podemos hacernos los tontos y
mirar de reojo la luna, corremos el peligro de perderla de vista para
siempre. Esto ya no da más de sí, estamos por encima de nuestras
posibilidades, ya hemos conseguido consumir el planeta entero, y es
esto precisamente, lo que Greta viene a decirnos: no importa si es de
su cosecha o se lo están soplando. Lo cierto es que tiene razón. Y
ahora ¿qué?
Algunos
están comprando tierras en Nueva Zelanda y sitios así, en la
esperanza de que la marea no legue tan lejos y poder sobrevivir.
Otros (los mismos) pretenden que los desahuciados de la tierra sean
los que carguen con el daño, al fin y al cabo están habituados, no
conocen otra cosa. Pero es posible que en su desesperación vengan a
beber de nuestra agua. ¿Muros, cañones? ¿Qué otra cosa podremos
emplear?
No hay comentarios:
Publicar un comentario