Pues
sí, amigos, el domingo toca votar, aunque siempre hay quien diga que para qué,
si total va a ser igual votemos o no, que todos los políticos son iguales, que
la política es para el que viva de ella, que no hacen más que robar, etcétera.
Obvio resultará que repita, para los más influenciables por ese tipo de
propaganda, que no hay que prestarle ninguna atención. Quien dice eso es porque
no le conviene que se vote; porque está muy mal informado, lo cual es bastante
raro a estas alturas; o porque, y estos son mas, vive más pendiente del Madrid o del Barcelona, o de
otras aficiones.
Es
falso de toda falsedad que la política no nos interese. Antes bien, es lo que más
nos interesa, porque de lo que decidan los que nos gobiernan dependerá en gran
medida el devenir de nuestras propias vidas. Y las de nuestros hijos. Y las de nuestros nietos. De
la política depende la forma en que el estado consiga sus ingresos y la manera
en que los gaste. ¡Vaya si será importante! De la política depende la forma que
tome el Estado, la justicia y la administración en general, de la política
depende que se haga la vista gorda ante la corrupción o se practique impunemente.
Yo
no voy a decirles por quien tienen que votar, pero quiero recordarles que dos
de los principales contendientes son los que nos han traído a esta situación,
otro, que se dice ahora que va en declive, mas parece una operación de
maquillaje electoral orquestada para salvar los muebles de determinados
intereses económicos.
El
cuarto ha sido recomendado por intelectuales de la talla de Noam Chomsky, José
Mujica, Ken Loach, Owen Jones, Susan George, Tomas Piketty, Eduardo Galeano,
Julian Assange, Slavoj Zlosizek, y tantos otros que se han dirigido a los
españoles para que le voten, señalando la importancia que estas elecciones
tienen, no solamente para España, sino también para Europa, que hasta ahora
está siendo gobernada por una derecha austericida dispuesta a socavar el poder
de los estados europeos para entregarlos, atados de pies y manos, a las
multinacionales. Por otro lado, su líder ha sido al único que hemos podido ver
emocionarse en un mitin, lo que indica bien a las claras su autenticidad.
Así
que, amigos, piénsenlo bien, vayan a votar y salgan llenos de esperanza y con
una buena sonrisa en su rostro: ¡Si se puede!
(Y
perdonen por las faltas de ortografía que se han deslizado: la culpa no es mia,
sino del Windows 10)
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