Siempre
el Castor, es el título que se me ha ocurrido para esta entrada, a pesar de que
estoy seguro de que no será la última vez que escriba sobre este asunto.
Arriba
encontrarán, por orden de aparición en escena, las otras ocasiones que hemos
tratado este acuático asunto. En alguna de esas entradas hemos hablado de los gastos
que se derivarían del mantenimiento de las dichosas instalaciones. Pues bien, los
versos de Neruda que también hemos citado, ya no son de mucha utilidad: ya los
astros no titilan a lo lejos, ahora hemos de aguzar la mirada, y solo el
conocimiento que tenemos de esta parte del Mediterráneo nos permite encontrar
ese perfil de la plataforma del Castor en la noche veraniega. Sí, señores, para
aminorar la cuenta de mantenimiento se ha decidido rebajar la potencia lumínica
instalada. Al menos esa es mi conclusión, aunque hay amigos que me señalan que
sigue igual, y que lo que ha mermado es mi capacidad visual.
Y,
solo por aportar un dato más, les contaré quien firmó la DIA (Declaración de
Impacto Ambiental) que permitió seguir adelante en este proyecto que ya ven
ustedes en qué ha concluido. La actual Ministra de Energía, Medio Ambiente y
Cambio Climático, Teresa Rivera era a la sazón Secretaria General del Cambio
Climático, cuando el anterior gobierno socialista de Zapatero abordó el
proyecto del Castor, y en esa tesitura le tocó firmar dicho papelito. Hemos de
entender que esa firma es una de tantas que le ponen en la carpeta cada semana
a una persona en su puesto, proyectos que vienen de la escala funcionarial, con
los vistos buenos reglamentarios, visados por el propio gabinete y con todas
las garantías habidas y por haber.
Teresa
Rivera es una persona de reconocido prestigio internacional en asuntos de medio
ambiente y cambio climático, prestigio que no creo que se vaya a ver mermado
por aquella firma que entiendo tenía un cariz meramente administrativo y venía
de un ministerio que ni siquiera era el suyo. La decisión política de acometer
dicho proyecto, calificado de estratégico, pero enfrentado a movimientos
ecologistas, está sometida a un proceso civil que algún día verá la luz y al
que ella es ajena. No se preocupen, tampoco habrá culpables que nos ayuden a
los ciudadanos de a pie a pagar la factura.
Para
esto nos valemos y sobramos solos. Como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario