Este artículo se ha publicado en la revista OP Machinery, en su númro de agosto-septiembre. Es la continuación del homónimo publicado aquí mismo el 28 de junio.
Mas
lo peor vino el 9 de mayo de 2015, en el despegue de un vuelo de
pruebas en Sevilla. Cuatro fallecidos y dos heridos, con grandes
secuelas de por vida. Fallaron tres de los cuatro motores por un
problema de software. Las prisas en las entregas por retrasos
anteriores propiciaron que varios protocolos de seguridad y calidad
fueran saltados, como el rodar los motores en tierra previamente a su
ensamblaje y despegue. Los motores vienen de Francia y el software de
Alemania. Unidades entregadas con problemas detectados y pendientes,
luego son devueltas a Getafe para ponerlos a punto nuevamente, lo que
implica costos extra. Denuncias de primar los aspectos de gestión
sobre los técnicos, lo que implica que las necesidades de
rentabilizar la empresa chocan con la seguridad y el conocimiento
técnico que deben primar en un producto como este.
El
programa que contó con un presupuesto de 20.000ME, lleva 8.000
millones de sobrecostes y cuatro años de retraso. Errores en cadena
desde Alemania y Francia a España. Esos errores están lastrando la
cuenta de resultados del propio grupo Airbus, muy rentable en la
construcción de aviones civiles. Lo que iba a ser un negocio redondo
está hoy muy cuestionado, y lo que se vendió por la parte española
como un éxito, al asegurar una carga de trabajo importante y
constante en las instalaciones españolas está en peligro de
naufragar.
Finalmente,
el Juzgado pertinente de
Sevilla ha archivado la causa
abierta para investigar el accidente citado más arriba a
solicitud de la Fiscalía, al considerar que no existían indicios
para continuar la acción penal. El auto señala que el accidente se
produjo por “una concatenación de causas”, ninguna de ellas con
“suficiente” entidad para atribuir responsabilidades penales…”el
fallo simultáneo de tres motores es tan inusual, tan poco probable,
y de efectos tan críticos, que resultaba muy complejo poder
procesar toda la información disponible en cabina para tomar
decisiones adecuadas en un tiempo tan reducido, con las limitaciones
además impuestas por la torre de control, y la falta de formación
en reacción conjunta ante las emergencias resistentes”…”a todo
lo cual se unió la colisión con la torreta de alta tensión”.
Según la Fiscalía, “los responsables del software que originó la
defectuosa de los sucesos reales no infringieron en sus labores una
norma técnica de cuidado” y en el caso del operario “el borrado
de los parámetros de calibración se produjo de forma inadvertida
para él, ya que el sistema no generaba ningún mensaje de alerta al
respecto, ni la documentación de trabajo incluía ninguna
comprobación posterior, por lo que no pudo prever el resultado que
se produciría, y empleó la prudencia que se le exigía, llegando a
pedir el consejo de los expertos”.
En
cristiano, el hecho de traer los motores de Francia, un software de
aplicación alemán y un montaje en España, con una presión desde
la cúpula directiva para respetar plazos que ya estaban en rojo,
pudo hacer que procedimientos que nunca debieran haberse saltado se
pasaran en parte por encima. Y un aciago día, los hados hicieron que
varias de esas causas se pusieran de acuerdo para manifestarse. Las
pérdidas humanas son irrecuperables; el resto, estén seguros de que
no volverá a ocurrir y los aviones montados a partir del accidentado
volarán seguros.
En
la cuenta de resultados del proyecto, aparte de los costes excesivos
a que aludíamos al principio por el hecho de hacer volar un avión
tan complejo; los nuevos costes de desarrollar un sistema de
repostaje en vuelo que aún no se ha conseguido y debe ser
implementado en los que están en servicio y en los que se lancen; y
en el caso español, el menor ingreso que vamos a tener en la venta
de los aparatos redundantes y que tan alegremente encargamos para que
la planta de ensamblaje viniera a Sevilla, harán que la experiencia
nos cueste bastante cara. Pero recuerden, lo pagaremos entre todos
–unos más que otros, como siempre- en la esperanza de que casos
como éste no vuelvan a ocurrir.
Ahora,
Airbus nos anuncia que se dejará de fabricar el modelo comercial
A-380, el aparato más grande en vuelo, pero en cambio se acometerá
la construcción de nuevos aparatos para luchar con la competencia
americana. ¿Volverá a ocurrir lo mismo?
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