En
algunas ciudades españolas se están habilitando hoteles para que
alberguen enfermos leves en su fase de recuperación del virus y
queden así libres las camas hospitalarias que nuevos pacientes
puedan necesitar (respiro, me ha salido todo de un tirón,
sin una sola coma).
Creo,
pero puedo estar equivocado, que en China se conocen como Arcas de
Noé, y me pregunto de dónde habrá salido tal apelativo, dada la
escasa tradición bíblica en el confucionista mundo de la etnia Han.
Pero bueno, a lo que íbamos: Yo escuché que la asociación hotelera
madrileña había “puesto a disposición” de las autoridades
sanitarias el Hotel Colón y el Hotel Miguel Ángel, entre otros; por
su parte, el consistorio donostiarra ofreció también el Hotel María
Cristina a tal fin, en el que ya han entrado algunos nuevos
“clientes”. Hay que precisar que este hotel pertenece al
Ayuntamiento, que lo tiene actualmente cedido en arrendamiento a la
división de hoteles de lujo The Luxury Collection, de la cadena
americana Marriot.
En
México, cuando alguien te dice, refiriéndose a cualquier cosa suya
por la que muestres admiración, “a la orden” con ello quiere
decir, sin ningún género de dudas, que puedes considerarla tuya, y
puede llegar a ofenderse si te niegas a recibirla. Aquí no llegamos
a tanto, pero cuando escucho esa expresión “poner a disposición”
entre una entidad y otra y sobre todo en una circunstancia como la
actual, yo entiendo exactamente que la entidad oferente no espera
recibir pago alguno de aquella otra que recibe. Y la oferta
consistorial seguramente no le costará un céntimo a la sanidad
vasca.
Para
ello habrá hablado con su arrendatario que, lógicamente, tiene el
hotel cerrado, le habrá comentado que desearía disponer por un
plazo dado de esa propiedad para el propósito reseñado y, aquí, la
disyuntiva: ¿Habrá contestado Marriot con la misma altura de miras
diciendo faltaría más, dispón del hotel, devuélvemelo como está
ahora, o le habrá dicho, pues bien, me descuentas ese tiempo del
alquiler de este año? La primera posibilidad sería la lógica, en
cierta forma la compañía está ligada a la ciudad, y sería un
detalle. Pero en el mundo de los negocios lo que prima sobre todas
las cosas es la cuenta de explotación, y los nubarrones sobre el
mundo del turismo son espesísimos. Adivinen ustedes la respuesta,
mientras esperamos a conocerla.
En
cualquier caso, y para no llevarse sorpresas, yo soy partidario de
proceder de diferente manera. Dado que todos los hoteles están
cerrados y varios de ellos reúnen unas condiciones similares, aunque
sin el glamour del María Cristina, el propio departamento de sanidad
(y no el Ayuntamiento) debiera haber sondeado a esos varios para
estar seguro de que la operación vaya a salir gratis. Y con la
premisa de que sean de cadenas nacionales.
Por
otro lado en la operación del Maria Cristina, una constructora local
ha procedido a lo necesario para garantizar que el hotel vuelva a
tener suelos, paredes y techos en las mismas condiciones originales.
Y sin cobrar. ¿Qué les parece? A mí, mal. Siempre tendremos la
sospecha de si en futuras adjudicaciones no se estará cobrando lo
que ahora regala. Sáquese a concurso urgente y páguese lo que sea
menester. Funcionemos con impuestos. La caridad está muy bien, pero
cuando se practica individualmente.
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