Siguiendo
con estas, a veces, contradicciones, otras veces curiosos parecidos,
y otras simplemente coincidencias que yo observo en estos tiempos del
virus, vayamos con las siguientes:
Llevamos
seis semanas de confinamiento, y cuando leo el periódico local –
para informarme acudo a otros medios- me maravilla la capacidad de
llenar páginas que tiene el virus este, con lo que yo ya contaba,
pero aún más, el hecho de que las páginas deportivas no hayan
disminuido. Los redactores deportivos tienen una capacidad infinita
para escribir sus artículos sin tener, en realidad, nada que contar.
Es cierto que a veces se pasan, mostrándonos fotos de cómo un
futbolista belga hace bicicleta estática en la magnífica terraza de
su piso, no con vistas, sino encima de la bahía; es decir, como
cualquier vecino de la ciudad, y la mayoría de los que van a Anoeta.
La
final de la copa aplazada ha sido también un asunto de tal
trascendencia que yo mismo tengo claro que estaba programada para el
pasado 18 de abril; las opiniones sobre cuando debiera celebrarse y
si se va a reanudar o no la liga y qué opciones hay, amén de lo que
van a hacer los distintos países europeos es, igualmente un asunto
que domino a estas alturas.
Pero
lo que de verdad me llama la atención es la pugna soterrada entre
los gacetilleros que defienden los colores blanquiazules y los que
luchan por los rojiblancos. ¿Saben ustedes que a ambos les paga la
misma empresa?
Un
suceso muy reciente que nos ha llamado la atención ha sido la
detención del que en ese momento era alcalde de Badalona, la cuarta
ciudad de Cataluña, y mayor que muchas capitales de provincia. Si
ser alcalde es siempre de gran importancia, en estos momentos que
vivimos tal trabajo deviene en una tarea urgente, apremiante y,
desde luego, estresante. Digo esto porque creo que este hombre ha
presentado esta situación de ánimo como la causante del incidente
en que se vio envuelto. Y es de justicia reconocerlo así; cuando
aplaudimos en los balcones también incluimos a los políticos que
están al frente; yo, al menos, así lo siento. Otra cosa es que unos
den la talla y otros se queden en el camino, pero tienen esa
exposición pública; yo estoy en mi casita la mar de tranquilo y no
hago otra cosa que criticar y protestar. Lo que no es de recibo es
que algunos políticos se conviertan exclusivamente en esta última
clase de personas, cuando son responsables de lo que está ocurriendo
por la manera en que han gobernado hasta ahora, y otros, que aún no
lo han hecho, mejor es que no tengan esa posibilidad; ya saben a
quienes me refiero en ambos casos.
Pero
bueno, el alcalde de Badalona ha sido dado de baja en su partido y
despojado de su condición; de su comportamiento durante los hechos
dará explicación ante la justicia.
De
lo que no sabemos nada es de los paseos de Mariano, contraviniendo la
norma que a todos – a él también- obliga.
Y
por no extendernos más, recordemos al que en el momento de unos
hechos similares era Magistrado del Tribunal Constitucional, por
designación del Partido Popular – contraviniendo las normas sobre
calificación y experiencia para el cargo-, y que fue detenido por la
policía municipal de Madrid tas sufrir un accidente de moto y en
unas condiciones como las del alcalde de Badalona, que ya han
arruinado su carrera política. Enrique López, que así se llama el
individuo en cuestión, es actualmente Consejero de Justicia,
Interior y Víctimas, de la Comunidad de Madrid, por designación de
su Presidenta Isabel Díaz Ayuso.
Cuando
decimos que todos los políticos son iguales, debiéramos reflexionar
un poco y activar la memoria.
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