Siempre
hay algunas noticias que por su contenido, aunque provengan desde
lugares tan distantes como Washington y Torrejón de Ardoz no dejan
de llamarnos la atención.
Seguramente
habrán escuchado sobre el empeño del pelopanoja de que aparezca su
nombre en los cheques de 1.200 y 600 (según hayan pagado o no
impuestos) que el gobierno americano va a entregar a millones de sus
ciudadanos, para compensar de la falta de ingresos que se avecina;
sería así llamado el cheque de Trump, y eso en un año electoral no
es asunto menor, que diría Rajoy.
También
conocerán que el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz ha buzoneado,
sirviéndose de la guardia municipal y voluntarios, diez mascarillas
para cada vecino - sí esas tan difíciles de conseguir, además de
caras-, lo cual no había hecho ningún municipio en España. Lo que
quizás no sepan es que el alcalde, del PP, tiene 19 asientos en el
consistorio de un total de 27. La vecina entrevistada sobre esta
cuestión dijo que eran las mascarillas del alcalde. No distinguió
entre el actual y el anterior, pero yo me inclino por este último.
Les dejo la tarea de averiguar sobre el mismo.
Resumiendo,
ya tenemos una certeza total sobre quienes van a ganar las siguientes
elecciones en Torrejón y en Estados Unidos. El cheque de Trump lo
emite el Tesoro americano, que con ello incrementará la deuda, ya de
por sí bastante elevada, pero que no es problema: el mundo seguirá
comprando bonos del tesoro americanos como lo viene haciendo desde
hace décadas. La deuda municipal de Torrejón, la pagaremos entre
todos de cualquier manera.
Hay
otras concomitancias tan curiosas como las descritas. En USA las
ventas de armas han alcanzado niveles históricos. No nos preguntemos
qué peligros nuevos amenazan a los ciudadanos americanos que puedan
ser enfrentados disponiendo de más armas; el virus no se mata a
tiros, lo que ineludiblemente nos lleva al miedo, como causante de
esa inclinación a armarse: ante el miedo, se arman aún más. Y la
Asociación Nacional del Rifle que en la anterior campaña electoral
contribuyó con 90 millones de dólares para los gastos de Trump y
compañía, agradecerá que el pelopanoja haya considerado las
armerías como uno de los comercios esenciales que deben estar
abiertos durante estos tiempos del virus.
Aquí
no, no nos armamos de momento, aquí, si tenemos una vecina médico o
enfermera le dejamos un recado bien visible en el portal, por si
algunos otros vecinos no lo saben, pidiéndole que se vaya a vivir a
otro lado. Total, cambiar de piso es, como todos sabemos, facilísimo.
Y si se pone terca, le pintarrajeamos el coche, no se vaya a creer
que no vamos en serio. Cualquier cosa antes de permitir que nos
contagie. Luego, a las ocho de la tarde, saldremos al balcón, a
aplaudir y sonreír.
De
la gente esa, si es que es gente, que está hacinada en los Centros
de Internamiento de Inmigrantes y otros lugares habilitados a tal
fin, mejor ni acordarse; ni vamos a consentir que vengan más
desarrapados. Que, además no sabemos en qué situación estarán, y
ya tenemos bastante con lo que tenemos.
La
patronal de la sanidad privada ha solicitado al gobierno apoyo
financiero hasta el 75% de su facturación en tanto dure el virus, ya
que tienen 2.200 camas sin utilizar y varias autonomías no han
acudido a ellas en demanda de camas, por lo que no tienen a quien
facturar y eso genera déficit de liquidez.
Como
tenemos pocas dificultades para financiar la sanidad pública, lo
justo sería que financiásemos también la privada. Hay que ayudar
al capital, ¿a quién le vamos a pedir ayuda cuando la necesitemos?
Que la necesitaremos, eso es seguro.
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