Este artículo ha aparecido en la revista OP Machinery, en su versión digital -qué remedio- del pasado mes de marzo.
Todos
podemos ver cómo en la televisión – poco importa el canal- las
noticias sobre la meteorología, - las noticias del tiempo, a secas-
ocupan más y más minutos; otra cosa sería analizar su calidad,
muchas veces nos muestran la blancura de la nieve como un fenómeno
curioso y poco visto.
A
mí me gusta enterarme de las previsiones a través de Aemet, ya
saben, la Agencia Española de Meteorología, consciente de que nadie
me va a proporcionar una información más fiable, basada en más
datos y observaciones, e interpretada por técnicos conocedores de la
materia; la única fuente fidedigna de información que un ciudadano
español puede encontrar en su país. Pero he podido constatar cómo
cada día que pasa esa búsqueda se vuelve más y más complicada.
Así,
me he lanzado en busca de Lucas para que, como siempre, me de la
explicación más exacta y completa.
-Hay
varias razones -me cuenta, tras los saludos de rigor.
-Pues
adelante Lucas, empieza por donde quieras.
-Vamos
a ver, tú buscas tu información a través del móvil, ¿no?
-Pues
las más de las veces, sí.
-Y
encuentras que tu móvil, en vez de llevarte a Aemet como antes, te
dirige a otras supuestas fuentes de información, ¿verdad?
-Verdad
de la buena, Lucas.
-Está
muy claro, amigo mío, una se llama eltiempo.es, otra
weather.com, o tutiempo.net, ...
-Otras
más, tiempo.com, accuweather.com, etc.
-Eso
es, ya ves que no son otra cosa que la palabra tiempo en diferentes
versiones e idiomas, cumpliendo con el hábito que tenemos los
españoles de bautizar cualquier cosa en inglés para que adquiera un
marchamo de calidad y modernismo.
-En
efecto, Lucas, no se oye en ningún sitio una canción cantada en
español, todas han de ser en inglés.
-Eso
es. Pero volvamos a donde estábamos. ¿Imagino que tú sabes lo que
es la Aemet?
-Sí,
claro, por eso, como te decía, yo siempre incluyo la palabra Aemet
en la búsqueda, pero es igual: siempre me sale alguna de las que
hemos comentado, u otras, que hay más. Y tengo que seguir hasta que
veo que estoy en Aemet.
-E
imaginas que la información, la dé quien la dé, es la misma y
tiene el mismo origen: Aemet, ¿no es así?.
-En
efecto, y eso es lo que me cabrea.
-Pues
mira, es muy sencillo de explicar: esas empresas, habría que saber
si es una sola o varias, tienen en las compañías de telefonía unos
motores de búsqueda para que, aunque tú pidas una fuente de
información dada, se te dirija a ellas.
-¿Pero
eso habrá que pagarlo?
-Naturalmente,
las telefónicas no hacen casi nada gratis, y a las susodichas les
cobrarán por aparecer en primer lugar. Y, además, esas que hacen
predicciones, pagan a Aemet por la información. Así que pagan dos
veces. Pregúntame el porqué.
-Pues
te lo pregunto, me tienes en ascuas.
-Verás:
hay un consenso generalizado en que USA prohibirá a su servicio
nacional de meteorología seguir facilitando la información, excepto
a empresas privadas que paguen por la dichosa información.
-Me
dejas de piedra…
-Comprende
que la información que ofrecen los servicios nacionales es muy
compleja y muy útil y tiene mucho valor. Y no me estoy refiriendo a
la pregunta de qué tiempo va a hacer en Cuenca el próximo fin de
semana para decidir si voy o no voy, sino a lo que quieren conocer
las empresas de navegación, las de transporte y tantas otras.
Necesitan una información fiable, avanzada, constante y disponible,
y para eso saben que hay que pagar. De modo que en estos asuntos hay
dinero de por medio, y mucho dinero. Además…
-
¡Cómo! ¿Aún hay más?
-Siempre
hay más, querido, a estas alturas debieras saberlo. Ellos, quiero
decir los que mandan, piensan no compartir su información con los
demás países, cosa que hasta ahora se hacía gratis et amore.
Eso es dinero, más dinero del que nos podemos imaginar. Por eso, no
tiene nada de extraño que algunos se estén situando en el mercado,
quiero decir, invirtiendo en hacerse un nombre para cuando llegue
ese momento. Y no te digo
nada de cuando la crisis climática empiece a hacer de las suyas. Ahí
sí que va a ser importante disponer de información y
que sea lúcida…
-Lucas,
por favor, no me digas más…
-Tú
lo has querido…
-Sí,
sí, está bien, pero tengo que irme ¡Hasta luego, Lucas!
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