Ya
he tenido bastante con la primera parte del partido que enfrenta a los dos
principales equipos de fútbol de nuestro país.
Mientras
juegan la continuación, escribo estas líneas para ustedes; espero que los
interrogantes que encontrarán a continuación me puedan ser despejados
amablemente, si alguno de ustedes se toma la molestia y me hace el favor.
Veamos:
El
partido ha estado a punto de retrasar su comienzo porque el Borbón no había
llegado de un viaje de negocios. ¿No resultará más seguro y económico utilizar
aviones comerciales?
Hemos
visto a los contendientes saludándose en el túnel de vestuarios. ¿Cómo es
posible que puedan transformarse en seres sin educación solo por pisar el
césped?
Han
salido todos de la mano de menores de edad con la cara descubierta. ¿Por qué se
difumina el rostro de menores en otras imágenes televisivas?
Los
equipos lucen camisetas de Catar y Emiratos, países ambos donde se conculcan
los derechos civiles. ¿Tiene esto algo que ver con lo que se conoce como juego
limpio?
Los
espectadores se dedican a una especie de demostración coral. ¿Es esto una
afición musical o se dedican a berrear para desahogarse?
En
fin, como muestra vale un botón. Mañana será el día en que solo se hablará del
partido. Porque habrán bajado el paro y los precios y habrán subido el
bienestar y la autoestima de los españoles.
Para
que digan que el fútbol no es importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario