miércoles, 23 de diciembre de 2020

Preguntas con respuesta





 

Todas las preguntas tienen respuesta, y a veces más de una, dependiendo de la persona a la que preguntemos. Las que ustedes pueden leer a continuación pertenecen a esa clase. Hagan la prueba, repitan la pregunta a amigos y familiares y compárenla con la suya propia; verán que variedad.

Empecemos:

Si el Emérito abandona el país, ¿sigue teniendo derecho a cobrar su retribución?

En qué contribuye el Emérito a la marca España?

El coronel (del aire) que es su machaca, recibe los fondos para las tarjetas black, y calla. A quién le debe lealtad este coronel, al Emérito o a España?

El Rey Felipe VI no tiene respuesta oficial a estas preguntas, ¿por qué se lo calla?

El mexicano en cuestión perteneció al núcleo duro de la Banca Goldman Sachs, además de haber amasado una nada modesta fortuna. Es decir, que no es un millonario pardillo – si hay alguno- al que le cae bien el Emérito y se arranca con unas donaciones gratis et amore. Se puede deducir que el dinero que él entrega ha de ser del propio Emérito o de Corinna. ¿Cuánto ganará este hombre en la operación?

El Emérito, según dicen los entendidos, ha prestado un servicio impagable a España como artífice de la Transición española; al parecer, los españoles no tuvieron ningún mérito. El servicio de los padres de la Constitución, con ser menor (según los mismos entendidos), fue también relevante, así como el de algunos políticos, pongamos como ejemplo a Santiago Carrillo – si, si, ya recuerdo lo de Paracuellos. Entonces ¿qué diríamos si a Santiago Carrillo se le hubiera descubierto en vida una cadena de actuaciones similar a la del Emérito? ¿Se habría pedido para él la restauración del garrote vil?

Hablando del Emérito, Ayuso le ha contestado a un diputado de Más Madrid que las leyes no son iguales para todos, aunque todos seamos iguales ante la ley. Y le ha preguntado que ¿qué se piensan, qué pueden compararse con Él?

El apellido del presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha ¿es Page o Paje?

Los gallegos entregaron forzados la propiedad del Pazo de Meirás a Franco, según confirma ahora Feijóo, y merecen, por tanto, recuperarla, según ha añadido. ¿Por qué no lo dijo hace 45 años cuando palmó el finado, o hace tres cuando se discutió este asunto? Esto es lo que se llama subirse al carro.

¿Qué pecados hubo de cometer la enfermera Isabel Zendal para ser condenada a prestar su nombre al hospital (o lo que sea)?

Si España está dentro de Madrid, o Madrid cabe en España, o lo que fuere que dijo Isabel Ayuso hace unas fechas, ¿tendría sentido que las vacunaciones empezaran por Madrid, como ella ha pedido? ¿no?

¿Es consciente Pablo Casado de que su doctorado en Harvardavaca no le librará del inmenso peligro que tiene en su Presidenta autonómica para su propia supervivencia como Presidente del Partido Popular?

El ultraje a la bandera no es libertad de expresión, y puede, por tanto, ser constitutivo de delito. El desear el fusilamiento de 26 millones de españoles, ¿es libertad de expresión? O dicho de otro modo, ¿vale más una bandera, por grande que sea, que la vida de un solo español?

Nos han dicho que esos militares en la reserva no tienen relación orgánica con los ejércitos, porque no son militares en activo. Ahora un chat de militares en activo defiende al grupo de los 26 millones de fusilados porque es “el sentimiento de muchos”. ¿Cambia esto las cosas? ¿Tienen libertad de expresión aquellos que dicen defender la patria, que se supone que es el país más la gente? ¿Cuántos muchos hacen falta para que sean mayoría? ¿Entraña esto algún riesgo para los 26 millones de fusilables?



jueves, 17 de diciembre de 2020

La eutanasia





 

El Congreso español de los Diputados ha legalizado la eutanasia, una ley garantista con posibilidad de volverse atrás. En recuerdo a este día hago públicos estos modestos ripios, recién escritos para recordar que no es obligatorio que los españoles la sigan; esta ley no obliga a nadie, somos libres para seguirla o no. Cada uno con su conciencia y sus ideas.




A la eutanasia.




Lo que tú eres, yo fui;

Lo que yo soy, tú serás.

Yo estas palabras leí

en un camposanto escritas.


Dentro, piedra, fotos, cruces,

panteones de pudientes,

esculturas ya sin vida

y muchas flores marchitas.


Yo no quiero ese futuro.

Que mis cenizas reposen

donde a bien tengan los míos,

con plantas, arbustos, hierbas,

que quiero ser la simiente

que permita que mañana

gracias a mí haya vida.

No se rompa la cadena,

que reposen mis cenizas,

en la fértil tierra de cultivo

de la que es parte mi vida.


Y al llegar la última hora

que cada cual elija

la manera de morir

y el despedir de su vida.


domingo, 13 de diciembre de 2020

El muro







                            ¡Evocas tantas cosas …!

                            Es tanto lo que sugieres

que no puedo nombrarte

sin ver tras mis pupilas

tus imágenes tristes,

tus hermosas imágenes.


Paredón, cierre,

perímetro, muralla,

demarcación, cárcel,

protección, vigía,

separación, defensa,

transgresión, altura.


Según mi ánimo, así te veo;

Según te mire así te nombro:

Clásico, gótico, barroco

o moderno.


A cada uno le das lo que te pide,

cobijo en la tormenta,

y en el amor refugio.

Eres macizo o ingrávido,

de sillería o mampuesto,

escalable o imposible,

(inalcanzable)

mas siempre apegado al suelo.


No pierdas tu vocación,

que para eso te han hecho,

pero no olvides que también volar puedes.

(Las hojas que te adoso

semejan una vela

y el aire ya te lleva

a las regiones etéreas.)


Así te veo ahora, viejo muro de piedra:

A tu costillar pegadas,

historias, poesías o ideas,

las mismas que creamos

cuando estamos a tu vera.



José Mª Pozas, San Sebastián, 17 de enero de 2007.



 

lunes, 7 de diciembre de 2020

Los quinientos

 




Mucho se está hablando y escribiendo sobre los manifiestos – para mí, son eso, manifiestos- de distintos tipos de militares en estos días. He de decir que, si bien me considero dentro de esos 26 millones de fusilables, no me siento personalmente amenazado. Ya lo he sido antes – pueden leer Historias de la puta mili, publicado en estas mismas líneas el pasado 27 de abril de este mismo año-, y nada ni nadie me ha impedido mantener una posición política propia con orígenes familiares en lo personal. De esa mili de que les hablo recuerdo que hubo un recluta que me pidió que le enseñara a leer y escribir, para poder optar a entrar en la Guardia Civil. Le dije que no, que para eso no le enseñaba; me he arrepentido siempre que lo he recordado.


Por lo demás, ¿por qué piensan esos firmantes y los que todavía no lo han hecho, que representan mejor que yo, y aman más al país en el que todos vivimos? Soy renuente a pronunciar la palabra España para no contribuir más al mal uso que ellos hacen de este vocablo. Pero soy español, por supuesto, tanto o más que ellos, aunque reconozca que haya otros paisanos que no se sientan españoles. Y pienso que si algunos de ellos pueden cambiar de opinión, será más por mi contacto que por las diatribas que ellos les dirigen. Y si no, la libertad es un valor, para mí, superior a cualquier otro; el amor no se consigue a la fuerza. Hablo y escribo en español, comprendo a los que eligen hacerlo en su lengua madre, y muchos de mis más felices momentos los paso cuando escribo, de modo que creo que hago por España más que los que berrean como ciervos en celo este común vocablo, mientras se envuelven en la bandera rojigualda para sentir la fuerza de la manada. Yo prefiero la bandera tricolor que representa la República, que fue vilmente derrocada para instaurar un régimen de terror, ignominia y corrupción que ellos se empeñan en mantener. Los valores republicanos suponen un plus en los conceptos políticos, morales y de ciudadanía que ellos nunca podrán apreciar.


Y esto me lleva a hablar del Rey. No del Emérito, cuyo desprestigio le pone fuera de toda crítica. Hay muchas opiniones en el sentido de que el Rey debiera intervenir en estos momentos para indicar a esos individuos la sinrazón de sus manifiestos. Yo no soy de esa opinión, porque, como también se ha dicho, no es su misión constitucional. Pero yo pienso que, vestido de paisano, como cualquier español, debiera salir al paso de esos desmanes, lo cual les dejaría con el culo al aire, y le daría a él y a la institución que representa una aureola de modernidad, de saber que España forma parte de Europa, una comunidad de Estados donde los fusilamientos son algo del pasado.


Y quizás lograra que PP y Vox reflexionaran, aunque esto sea realmente difícil, al necesitar para ese ejercicio facultades intelectuales que quizás no estén disponibles.
















sábado, 5 de diciembre de 2020

Matemáticas y octosílabos




 

En matemáticas, la teoría combinatoria nos enseña que el número de permutaciones o conjuntos diferentes que podemos obtener de una población o universo de tres elementos distintos tomados de tres en tres es el factorial del número. Y el factorial de 3 es: 3 por 2 igual a 6.


Máscaras, manos, distancia son la vanguardia de la lucha contra el Covid. Si aplicamos las matemáticas tenemos, pues, 6 títulos distintos, que podemos convertir en seis estrofas para un pequeño poema.


Veamos:

Máscaras, manos, distancia.



Máscaras, manos, distancia.

Mis manos miden distancia

a tu cara enmascarada,

que se aleja de mi cara.


Máscaras, distancia, manos.

La distancia de tus manos

separa de mi tu cara

que no veo por tapada.


Manos, distancia, máscaras.

Manos sin una mirada

que tú escondes al taparla

y mi cara se destapa.


Manos, máscaras, distancia.

Mis manos que te buscaban

quitándote la máscara

aunque tú no me dejaras.


Distancia, máscaras, manos.

Distancia que empequeñece,

que odia lo que acontece

y nos hace más humanos.


Distancia, manos, máscaras.

Distancia que yo deseo

reducir cuando te veo

y tu belleza enmascaras.



Ahora bien, he de confesarles que lo que me hubiera gustado escribir y en lo que me he inspirado, es lo que les ofrezco a continuación, extraído del Cancionero y romancero de ausencias, de Miguel Hernández, que dice así:



Llegó con tres heridas:

la del amor,

la de la muerte,

la de la vida.

Con tres heridas viene:

la de la vida,

la del amor,

la de la muerte.

Con tres heridas yo:

la de la vida,

la de la muerte,

la del amor.




José M.ª Pozas, San Sebastián, noviembre de 2020.