sábado, 27 de febrero de 2016

La hora de la verdad (4)





Seguimos avanzando hacia la hora de la verdad al mismo tiempo que, si lo pensamos un poco, cada vez la tenemos más lejos. Déjenme  que les explique esta aparente contradicción:
En mi conversación con Lucas, este hombre nos advertía del objetivo real del famoso pacto entre PSOE y C´s. Ahora, cerca de los resultados definitivos, podemos decir que en torno al 80% de la militancia del PSOE ha dado su aprobación al pacto. Tenemos ahora un líder robustecido, ¿quién le tose ahora a Pedro Sánchez? Nadie, absolutamente nadie dentro de su partido podría discutirle a este hombre el pan y la sal. Previsión cumplida, ya tenemos líder.
Aunque cualquier cosa pueda ser posible, no parece que el PP se avenga a permitir que la alianza PSOE-C´s pueda formar gobierno. Por el otro lado, aunque hay voces bien intencionadas que no tienen ninguna influencia en las decisiones del partido, tampoco es previsible que Podemos se abstenga para evitar el fracaso de esa alianza. Un inciso me van a permitir aquí: no he escuchado ninguna voz autorizada, absolutamente ninguna, que se cuestione por lo que yo entiendo como lo más importante de toda esta cuestión, y es qué es lo que más le convendría a los ciudadanos españoles, especialmente a los más desfavorecidos. Dejemos esto para otra ocasión. También considero un error el hecho de que Podemos se haya levantado de la mesa de negociación con el PSOE. De no haberlo hecho, de seguir allí, pacientemente, esperando y negociando, no podría ser acusado de votar lo mismo que el PP. No hay que dejar ninguna oportunidad al adversario.
 Ahora bien, hay dos preguntas que me parecen importantes en este minuto. ¿Se presentarán ambos partidos, PSOE y Ciudadanos juntos a las nuevas elecciones? Y la más importante: ¿Con qué programa saldrá el PSOE a la palestra? ¿Con el que tenía hasta ahora, o con el descafeinado de este momento? Y, ¿qué pensarán sus votantes?
Por eso les decía que la hora de la verdad sigue estando lejana. 

jueves, 25 de febrero de 2016

Lucas y el pacto






Busco a Lucas, ya que este último movimiento de Pedro Sánchez con Rivera me tiene un tanto desconcertado.
-Es que tienes que analizarlo desde el plano interno. No se trata de que pueda lograr la investidura o no, me contesta rápido.
 -A ver, explícamelo.
                -Mira, este hombre tiene al enemigo dentro, y con este pacto con Rivera desarma a las reinas madres del partido que le pedían una política de acercamiento al PP, y al mismo tiempo, de ruptura con Podemos.
                 -Pues eso sí que lo ha conseguido, sí. ¿Y entonces?
                 -Bueno…, perderá la investidura y habrá que ir a unas nuevas elecciones.
                 -Pero eso supondrá la puntilla para él.
                 -Ahí te equivocas, y es precisamente, donde reside la fuerza de este pacto.
                 -Lucas, confieso que me he perdido.
 -Vamos a ver: Nuestro hombre va a pedir la aprobación de su pacto a las bases del partido. Puedes, incluso, imaginar que no van a estar, en principio, muy de acuerdo. Pero, ¿qué puede hacer la Ejecutiva del partido, que también le tiene ganas? ¿Tiene ésta tiempo para convocar otro Congreso, elegir a otro candidato y presentarlo a las elecciones de finales de mayo? Yo eso lo veo difícil, azaroso y falto de tiempo, por lo que no le quedará otra alternativa que influir en las bases para que se apruebe el dichoso pacto. Así, ya tenemos a Pedro sometiendo su programa de gobierno en el Congreso de los Diputados. Nadie, espera que vaya a ganar, incluido él mismo. Pero este último mes ha chupado cámara como nadie, ha escenificado la firma del pacto como si hubiera sido la firma de un armisticio. Si a pesar de eso no gana, ¿quién tiene la culpa? ¿Él, que se ha dejado la piel en el intento? ¿Qué se ha avenido a negociar con todo el mundo, a derecha y a izquierda? Por supuesto que no, la culpa es de los que votan en contra, léase, PP y Podemos y los demás.
 -Hombre…
                 -Es así, no le des más vueltas. Tiene todo a su favor, es el hombre que no quiere que España se parta en mil pedazos, el hombre negociador al que los más arteros han derrotado. Así se presenta con mucha mejor imagen, aparte de que tampoco hay tiempo para presentar listas nuevas, tiene el camino  expedito y a su equipo intacto. ¡Loor al líder que, si no nos lleva a la victoria, nos mantiene los empleos! Ahora hay por delante unos cuantos meses más conservando el acta de diputado y cobrando el sueldo y los complementos. ¿Qué te parece?
                -Pero, Lucas, ¿eso es posible?
               -Sí, hombre, sí, no tengo ninguna duda. Pero bueno, tú me has preguntado y yo te contesto.
                -Bueno, bueno, me dejas de una pieza. ¡Hasta luego, Lucas! 

miércoles, 24 de febrero de 2016

24-F






Pues sí, hoy es, ya, 24-F, y no ha pasado nada. Les confieso que no las tenía todas conmigo. Recuerdo perfectamente el 23-F de hace treinta y cinco años, cosa que sé que no está al alcance de muchos de ustedes.
Yo había trabajado todo el día, e incluso una reunión a última hora demoró mi partida hacia casa. Cuando llegué ante la puerta –serían hacia las ocho y media de la tarde, cosa así- no conseguí abrir la puerta de casa; no, no había bebido una gota, de verdad. Oí el ruido del cerrojo y me abrió mi mujer: con los dos hijos que entonces teníamos se había refugiado en casa, cerrando por dentro. Aquella noche fue una de las pocas que hemos dormido con el cierre echado.
El lunes día 22, escuché al ministro del Interior, quejándose –amargamente, como suele hablar él- de que en los últimos días se estaba produciendo un aluvión de casos de corrupción en el partido del gobierno. No sé porqué sus palabras me trajeron el “ruido de sables” que precedió al 23-F de hace treinta y cinco años. Me dije, no, no puede ser que una persona de cierta cultura y con el conocimiento que ha de tener sobre el funcionamiento de su Ministerio (y de su propio partido, además) se muestre extrañado de la gran cantidad de casos de corrupción que les están saliendo a la luz. ¿Pudiera existir otra explicación? No me quitaba esa pregunta de la cabeza. Ayer martes, día del aniversario, fue un día tranquilo, y hoy, creo que ya podemos respirar aliviados.
Y he leído esta mañana que un sindicato de la Guardia Civil se ha quejado de las palabras de su máximo jefe político, y me ha parecido escuchar sobre la existencia de alguna denuncia en la fiscalía por las mismas razones.
Yo distingo dos clases de personas religiosas. Unos, alegres y contentos por su fe, muestran esa misma imagen, que parecen llevar grabada en lo más profundo de su ser (es el caso de una prima mía, monja, ya muy mayor). Los otros, por el contrario, parecen vivir esa fe con un pesar y una angustia que también se les transparenta en el rostro. No hace falta que les diga que coloco al tal Fernández Díaz en este segundo grupo. 
Y que quieren que les diga, me dan miedo.

jueves, 18 de febrero de 2016

La hora de la verdad (3)








Seguimos con los dimes y diretes. Y cada día que pasa es un día perdido. Pedro Sánchez se ha visto en los dos últimos meses más veces con Mariano Rajoy que con Pablo Iglesias. Pero no se alarmen, el resultado ha sido el mismo: nulo.
Esta situación es idéntica a aquella en la que varios médicos discutían sobre la terapia a aplicar al enfermo, y ni siquiera tenían en común el diagnóstico sobre el mismo. Entretanto, el enfermo seguía a lo suyo. (Esta semana dos “sin techo” han fallecido en la calle en la provincia de Guipúzcoa, la provincia de mayor renta por habitante de España. Tres muertos desde el primero de enero, pero el Diario Vasco, grupo Vocento, señala que ninguna muerte ha sido debida a las bajas temperaturas; menos mal)
Volviendo al comienzo. El programa de gobierno de Podemos fue recibido con la natural cautela y la consabida rechifla. Después se descubrió que ciertos nombramientos de la lista de ochenta altos cargos, atentaban contra la independencia del poder judicial. Ya saben, esos magistrados independientes que el Partido Popular elige de entre los suyos, como la Espejel y el López, por ejemplo. Podemos ha rectificado en toda regla. Por cierto, mucha gente se pregunta a qué se debe este aluvión de revelaciones en asuntos de corrupción que asola al partido del gobierno. Unos dicen que los jueces se sienten más libres ante la perspectiva del fin de ciclo. Otros, que en cuanto haya cambio de gobierno, los casos de corrupción van a aflorar como en primavera. ¡Quién sabe!
Por otro lado, hemos visto cómo los antidisturbios del ayuntamiento de Madrid se entrenan con su jefe político. Habrán pensado, si nos van a reconvertir en policías de barrio, hagamos el burro por última vez.
Y entretanto, Carmena, que es la verdadera bestia negra del gobierno (hay que desmontar lo que funciona bien) sufre ataque tras ataque. Antes, los titiriteros, ahora Rita Maestre.
Por lo demás, todo tranquilo. Esperemos a la semana que viene.

lunes, 15 de febrero de 2016

La hora de la verdad (2)




En la anterior entrada comentábamos cómo el PSOE había hecho público su programa para la investidura. Hoy ha sido el turno de Podemos, y, a fe mía, que ha doblado la apuesta, si se puede decir así. El programa del PSOE comprendía poco más de cincuenta páginas; éste de Podemos se va al doble, incluyendo una memoria económica, es decir, explicando el juego de ingresos y gastos que todo ello origina.
De una lectura rápida del mismo se puede señalar que constituye un esfuerzo considerable, de una densidad poco común. Me parece que hunde sus raíces en el documento de los profesores Vicenç Navarro y Torres, de hace ya dos años, pero aderezado con los cambios de todo tipo que han acontecido en este lapsus de tiempo. Cambios en la política europea, en la corrupción española, y sobre todo, en la degradación de la situación económica  nacional.
En cien páginas, se tratan todos los puntos que un gobierno –desde la óptica de Podemos, claro- debe acometer, más pronto o más tarde. Las herramientas para enfrentarlos y los recursos con que hacerlos frente. Se señalan unos ochenta altos cargos de la administración del Estado cuya designación debiera hacerse por consenso entre los partidos que logren el acuerdo. Y, curiosamente, de este asunto, que me parece paradigmático, no he  escuchado ninguna mención en los telediarios del día. Lo que más se menciona es ese tipo de frases tales como “Pablo, no sabes dónde te metes”. Lo cual es, según mi modo de ver, una tontería, pues lo cierto es que, como señalo más arriba, Pablo demuestra el conocimiento suficiente para la empresa. Se puede estar de acuerdo con el diagnóstico y con la terapia, o se puede estar radicalmente en contra; pero el documento constituye una base para la discusión y evidencia que un buen puñado de expertos han trabajado duro. Discútase y veremos en qué queda.
¡Ah!, y menciona unas declaraciones de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la actual Constitución, sobre el eterno tema de la unidad de España que no deben ustedes perderse.

domingo, 14 de febrero de 2016

Amor y política






Hace ya varios años –hará unos diez- era posible ver, en la ciudad donde vivo, a dos personas paseando juntas. Una de ellas pertenecía al PSE-PSOE y tenía responsabilidades importantes en el parlamento vasco; la otra, militaba en el PNV y su labor, también importante, se desarrollaba en las Juntas Generales de Guipúzcoa. Es imprescindible señalar, a estas alturas, que ambas personas eran mujeres. No diré su nombre por respeto a su intimidad, dado que ya no son personajes públicos, pero si puedo decir que aún las veo, como a tantas parejas de cualquier sexo con las que uno se cruza por la calle.
En estos momentos, hemos conocido otros dos casos de parejas unidas por la política. Uno es la formada por Inés Arrimadas, de Ciudadanos y diputada en el parlamento catalán, y por otra persona cuyo nombre desconozco, varón y de las filas de Convergencia Democrática de Cataluña; el otro es el de Meritxel Batet, que va de segunda en las listas del PSOE por Madrid, y José Mª Lasalle, Secretario de Cultura en el gobierno del PP.
Yo imagino que existirán más parejas del tipo que he descrito. Seguramente cada uno de ustedes conocerá alguna en su localidad. E imagino también, que en todos estos casos el proceso ha podido ser el mismo: dos personas se conocen en el ejercicio de su actividad, se gustan, se aproximan, entablan una relación de conocimiento, y ese amor latente que empezó como una chispa se hace fuego y los devora. Lo mismo que los que se conocen en un bar, en un parque, en el autobús, son presentados por amigos comunes, o en el ámbito laboral, donde quieran ustedes. Este sería el caso de Pablo Iglesias y Tania Sánchez, que han militado políticamente juntos y han compartido una relación amorosa.
Ahora bien, ¿se imaginan que una señora, alta ejecutiva de una empresa, entable una relación afectiva con un equivalente suyo, pero de la competencia? ¿O que esto se dé entre dos investigadores principales trabajando para distintos laboratorios en el mismo producto? ¿Qué pensarían sus jefes respectivos?
¿Recuerdan el caso de Mata Hari? Una mujer bellísima, de gran atractivo, se deja caer en los brazos de un tercero para descubrir y transmitir a quien le paga los secretos que éste ansía conocer. Obviamente, nadie piensa que esto pueda ocurrir en los ejemplos que hemos mencionado. Pero también es obvio que el tálamo puede ser escenario de confidencias varias. El ser humano, despojado de sus vestiduras es más débil; el abrazo, si hay un ímpetu amoroso aparte del meramente sexual, puede llevar a situaciones donde la confidencia o la descarga de preocupaciones íntimas se produzcan en una secuencia posible. De modo que no me parece difícil que los amantes se comuniquen reflexiones y secretos que no compartirían con nadie más.
En los casos descritos, los partidos afectados han compartido gobiernos y coaliciones. Los socialistas con los peneuvistas han gobernado juntos; de hecho, ahora lo están haciendo otra vez. Les separa la cuestión nacional, pero pueden ponerse de acuerdo en lo demás. Los socialistas y los populares compiten por el gobierno del estado, pero en muchos aspectos votan juntos y ambos se atribuyen el rol de estabilizar el país. Los dos representantes catalanes coinciden en la ideología política y social, ahí son prácticamente iguales, pero les separa también la cuestión nacional: uno es nacionalista catalán y el otro, nacionalista español.
De modo, que, ya ven, hay casos para todos los gustos. ¿Podemos concluir diciendo que, en el caso de los podemitas, ha sido el amor, ¡ay!, el que ha fallado, y en los otros, acaso el amor –si continúan claro- sea más fuerte que la militancia o que los partidos no son tan distintos?
Claro que también puede ocurrir como en el caso de la pareja formada por Manuel Pizarro, que fue el adalid económico del PP en la campaña del 2008, y ha sido diputado, y Yolanda Barcina, hasta este año presidenta del gobierno navarro. Ambos militan en el mismo partido, actualmente sin cargos oficiales, pero el varón “aconseja” a la FAES y la hembra se ha agenciado un puesto de consejera en Movistar. Estos han ido a lo práctico.







lunes, 8 de febrero de 2016

La hora de la verdad







Como consecuencia de la anterior entrada, varios lectores me han señalado otras medidas que un hipotético gobierno reformista debiera incluir en su programa de gobierno, mas ninguno me ha señalado nada referente al derecho a decidir.
Hoy, Pedro Sánchez  nos ha regalado –lo cual es muy de agradecer- su “Propuesta para un gobierno progresista y reformista”, un documento en 53 páginas, que someterá a los partidos con los que quiere llegar a acuerdos. Tampoco en este documento se habla del derecho a decidir, hace sólo una mención a la cuestión federal, otrora bandera del PSOE pero que parecía proscrita en los últimos tiempos. En fin, léanlo despacio, que de antemano les advierto que Pablo Iglesias ha indicado que algo ha sido “importado” del programa de Podemos… ¡Qué importa! Lo bueno es si son ideas que merecen la pena. Y lo importante, me parece a mí, es que constituye una declaración de principios; ya no nos acordábamos de los programas electorales: hace tanto tiempo de aquella campaña…
Lo importante es si ese programa se cumplirá, o mejor dicho, qué parte del mismo se podrá cumplir. Qué afeitado va a sufrir durante las negociaciones, qué modificaciones y en qué sentido. Esto dependerá de con quién o quienes vaya a ser analizado. Por ejemplo, no veo a Ciudadanos muy entusiasmado con estas propuestas, lo cual nos señala hacia dónde se dirigen los tiros. E internamente, ¿qué pensará el Comando Corcuera ahora que ha recibido el refuerzo de Alfonso Guerra? ¿Tendrá poder esta delegación del parque jurásico? ¿Cómo se asegurará Podemos del cumplimiento de muchas de estas medidas? Nos jugamos mucho los españoles en este minuto de la hora de la verdad, más que lo que se juega el propio Pedro Sánchez.
La pena es que este minuto se nos va a hacer muy largo. ¿Una semana, diez días?
¿Qué opinan ustedes?
                                                                                                                    

viernes, 5 de febrero de 2016

Empieza el juego





Según lo entiendo yo, los partidos políticos acuden a las elecciones con un programa que, para entendernos, llamaremos programa de máximos. Es decir, es  de esperar que si un partido gana unas elecciones con la mayoría suficiente como para gobernar con el respaldo necesario en el Congreso para sacar adelante las leyes que presente, ese partido aplicará su programa máximo. (Lo que ha hecho el PP en la última legislatura, hacer lo contrario de lo que anunció, es otra cosa que dejo a la definición de ustedes)
Ahora bien, el asunto se complica si el partido en cuestión no obtiene esa mayoría, sino que sus resultados sólo le permiten entrar en un gobierno de coalición con otro u otros partidos (que también tienen sus programas, claro) Entonces, cada uno de esos partidos intervinientes, si quiere llegar a acuerdos y formar gobierno, tendrá que hacer dejación de alguna de sus propuestas programáticas, y, al mismo tiempo, aceptar alguna del otro o los otros en disputa. Esto vale tanto si se trata de formar gobierno como de permitir el gobierno de otro dándole apoyo parlamentario. A esto es a lo que hemos estado acostumbrados cada vez que el PP o el PSOE han necesitado los votos de los nacionalistas vascos o de los catalanes (recuerden cuando Aznar hablaba catalán en la intimidad)
O sea, que en esta tesitura, decir que se tienen líneas rojas, es decir que hay aspectos del programa a los cuales no se va a renunciar de ninguna manera, es un lo tomas o lo dejas, vamos. No hay posibilidad de negociación. Dicho en los primeros momentos puede servir para descolocar a los demás, pero mantenerlo después es una negativa al diálogo.
Ese después aún no ha llegado. Hemos asistido durante este último mes a un circo con muy poco espectáculo, por no hablar de la calidad de los circenses, sólo superada por la del circo mediático, que es aún muchísimo peor. No sé qué pensarán ustedes, pero a mí el aburrimiento me llega hasta las cejas. Pero ese después está a punto de llegar. Los partidos van a empezar a hablar entre ellos, y es en ese momento cuando vendrá el turno de las discusiones, de las renuncias, o, lo que es peor, de las rupturas. Todos los partidos van a tener que ceder, y  un país postrado por la crisis está esperando justamente eso.
¿Sería entendible que no se formara un gobierno que no tuviera en su programa la lucha contra el paro, contra la precariedad, contra los bajos salarios, contra la desigualdad, contra la corrupción, que no luchara por una regeneración ética y moral de la administración, empezando por la de la justicia, que no mejorara el estado de la sanidad, de la educación, que no devolviera Televisión Española a los españoles? ¿Serían este tipo de propuestas las prioritarias o hay otras?
¿Qué piensan ustedes?




lunes, 1 de febrero de 2016

Malditos refugiados






Les supongo a ustedes enterados de la última medida de las autoridades del norte de Europa, consistente en incautar a los refugiados de los fondos que excedan de 300 o 500 euros, según países, además de las joyas u objetos de valor que lleven encima (ya saben que los árabes son muy dados a comprar oro y joyas; lo habrán visto a poco que conozcan los zocos de sus ciudades) Lo incautado se destinará a sufragar el esfuerzo financiero que cada país debe realizar ante la presencia de estas personas en su territorio: campamentos, alimentación, cuidado sanitario, etcétera.
Yo, qué quieren que les diga…comprendo la necesidad de esas medidas, pero pienso que las autoridades no han acertado con esa decisión. Me explico: lo procedente hubiera sido externalizar ese servicio y subcontratarlo con una empresa privada que tuviera que arreglárselas con los únicos ingresos de lo que sacara de los refugiados. Sabido es que la gestión privada es mucho más efectiva que la pública, y seguro que con el remanente que se les permite, más con lo que puedan tener escondido, sería suficiente, aún contando con los gastos de la empresa y, por supuesto, sus beneficios, como para darles los servicios que se merecen. ¿O es que acaso piensan ellos que van a estar aquí mejor que en su propia casa?
Y, si el problema persiste, la empresa puede obtener nuevos ingresos de la venta de órganos de esa gente, aparte de que los más capaces podrán ser empleados para desempeñar los trabajos propios de los campos de refugiados. Así se equilibraría el presupuesto, habría beneficios, y todos contentos.
Las últimas noticias hablan del paradero desconocido de unos 10.000 menores. Ya saben que con estas cosas siempre se exagera, pero estarán ustedes conmigo si les digo que considero que el aprovechamiento de esa mano de obra, o de los órganos de los más sanos, sería mejor canalizarlo a través de una empresa que dejarlo en manos de mafias que no sabemos de dónde son.
En cualquier caso, nosotros no podemos afrontar el gasto que supondría la ayuda a los refugiados, y si ellos han vivido por encima de sus posibilidades, es su problema. Y lo imperdonable es que hayan querido aprovecharse de nuestra caridad cristiana. ¿Qué se creían?