viernes, 23 de septiembre de 2022

Tika y las camisetas





Cerca de donde yo vivo hay un loro que, característica de los de su especie, repite fielmente todo lo que escucha o se le dice. Entre otros sonidos emite ese silbido de admiración al paso de una bella jovencita, pase quien pase; en eso no es nada escogido. Y así, ciertos nombres propios, sonidos onomatopéyicos y, en fin, lo que se puede esperar de un loro.


La otra mañana pasábamos mi nieto mayor, de los cuatro que tengo, a realizar nuestras actividades PP – ya saben, pan y periódico – por delante del loro, que nos saludó con el consabido silbido de admiración. El loro en cuestión es hembra y se llama Tika. Mi nieto me preguntó qué significaba aquél silbido y traté de explicarle lo que era un piropo. A sus nueve años más o menos entendió su significado, aunque aún no es gran observador de la belleza femenina.


¿Y él lo repite? me preguntó, claro, él repite todo lo que aprende, le contesté. Los loros tienen desarrolladas esas capacidades, e incluso relacionan algunos sonidos con las personas a las que se los han escuchado. Qué divertido, ¿no? Pues ya ves, y hay otros pájaros que también son capaces de hacerlo. Pero, no creas, también las personas somos muy dadas a imitar. Me miró inquisitivamente. También aprendemos a silbar, tú mismo sabes silbar, aprendemos a cantar, etcétera. Aunque no sepamos qué cantamos, porque la canción esté en inglés. O nos vestimos con unas camisetas que tienen estampadas, a veces, frases enteras en inglés que el que lleva la camiseta, en el 90% de los casos, no tiene ni idea de lo que significa. O sea, ¿como Tika? Pues más o menos. Solo que Tika, gracias a sus cualidades, está cómodamente en su jaula, le atienden y le dan de comer, no corre ningún peligro de que le ataque otro animal y se lo coma, etcétera. Pero los humanos no sabemos por qué razón llevamos esas palabras o esas frases en la camiseta, y a veces pueden, incluso, darse contradicciones muy curiosas. ¿Por ejemplo? Pues mira, una vez la policía de Nueva York había matado a un negro, y se produjeron manifestaciones en las cuales hubo de nuevo un exceso de violencia policial en sus cargas contra los manifestantes.

¿Sabes qué ponía en la camiseta de uno de los heridos? Pues no… Verás, ¿sabes lo que significan las siglas NYPD? No… Significan Departamento de Policía de Nueva York. Mi nieto me miró estupefacto. De modo que, le dije, de alguna manera, el pobre hombre que se dolía de los golpes recibidos estaba, quizás sin ser consciente de ello, haciendo propaganda del cuerpo de policía que le había sacudido la badana a veces el comportamiento de los animales es más inteligente que el de las personas.


En ese momento llegamos a la tienda. Hecha la compra, me fijé al salir en la camiseta que mi nieto vestía. Sobre un fondo azul se podía leer lo siguiente: En letras grandes, a dos niveles American League; debajo en un doble círculo, por arriba Athletic, y por debajo Division, y en el centro en letras más grandes las iniciales US. Finalmente, en la base de todo ello, San Diego City. Todas las letras en blanco.


De vuelta en casa, de los otros tres nietos, el segundo, de ocho años y primo de los demás, llevaba una camiseta con un fondo algo azulado y poblado de palmeras y, en el centro Venice beach, a dos niveles. Por su parte, los otros dos, mellizos de seis años portaban también – como no- sendas camisetas, uno de ellos una de color blanco, con grandes letras como escritas a mano que decían New York en gran tamaño y, a continuación, 1998 Cool Boys Manifesto, always good attitude, never ending fun, we know the game, street knowledge, todo esto sobre un dibujo en azul de la Gran Manzana, y finalmente, el otro, una camiseta, en fondo gris y sobre unas palmeras azuladas, que llevaba inscritas las palabras Venice Beach, way to california. Curioso que lo de Venice beach se repitiera en la camiseta de su primo. Ignoro si se las habían intercambiado o fue mera casualidad.


El inglés hace siglos que ha ganado la batalla al español. En las etiquetas de las camisetas pude leer, respectivamente, Made in Pakistan, Zara Kids, Made in Morocco, Zara Boys, y Made in Bangladesh, Zara Boys. Una de ellas se repetía. Pero todas tenían en común, su fabricación en terceros y míseros países, el mensaje en inglés, y que las empresas responsables fueran españolas. ¿Por qué los productos de esas exitosas empresas de la Marca España utilizan el inglés? Sencillamente porque sus productos se venden en todo el mundo, es decir, en inglés.


Tika y sus congéneres seguirán repitiendo frases en cualquier idioma. Esperemos que nosotros no olvidemos el nuestro.











 


sábado, 10 de septiembre de 2022

El Cancionero de Palacio (2)

Este artículo ha sido publicado en la revista OP Machinery, en su número de agosto-septiembre corrientes.



Entre los autores italianos que aparecen – de una u otra manera- en el Cancionero de Palacio, destaca Bartolomeo Tromboncino, en quien nos vamos a detener, no por su obras ni por su apellido, que según parece deviene de su instrumento preferido, el trombón, sino por lo que relataremos a continuación, tras los siguientes someros datos: Nacido en Verona hacia 1470, murió en Venecia en 1534, y destacó por su producción de más de 170 frottolas, composiciones a cuatro voces, consideradas antecesoras de los madrigales. Se trata de lo siguiente:


El 21 de julio de 1499 encontró a su mujer en flagrante abrazo con un amante. Y la mató. Su protectora, la marquesa y gran mecenas del Renacimiento Italiano, Isabella d´Este, retratada por Leonardo y por Tiziano, escribió intercediendo por Bartolomeo ante su marido el príncipe Francisco II Gonzaga, duque de Mantua, ausente de la ciudad en aquellos días, mediante una carta que dice: Hoy, alrededor de las cinco de la tarde, Alfonso Spagnolo vino a notificarme que Tromboncino había matado a su mujer con gran crueldad por haberla encontrado en su casa a solas en una habitación con Zoanmaria de Triomfo, que había sido visto por Alfonso Spagnolo en la ventana pidiéndole que buscara una escalera, pero, escuchando ruido en la casa, Alfonso no esperó y entró.

Encontró a Tromboncino, que había atacado a su mujer con armas, subiendo las escaleras acompañado por su padre y un niño. Aunque Alfonso le reprendió, Tromboncino respondió que tenía derecho a castigar a su mujer si la encuentra engañándolo y, no teniendo armas, Alfonso fue incapaz de detenerle, así que volvió a su casa a por armas, pero ella ya estaba muerta. Zoanmaria, en medio de todo esto, saltó por la ventana. Tromboncino entonces se retiró a la Iglesia de San Bernabé con su padre y el niño. Quise contar esta historia a Su Excelencia y rogarle que, habiendo tenido causa legítima para matar a su mujer, y teniendo tan buena voluntad y siendo tan virtuoso como usted es, tenga misericordia de ellos, también del padre y del niño quienes no ayudaron en nada a Tromboncino salvo a escapar, siendo solo Tromboncino quien hirió y mató a su mujer.


La muerte de esa mujer fue confirmada en los Registros necrológicos del día: “Antonia, mujer de Bartolomeo Tromboncino, murió en la entrada Bove (sita en el barrio de San Giacomo), a causa de heridas, permaneciendo enferma durante una hora”. Estos documentos se encuentran textualmente en www.musicaantigua.com, donde he obtenido la información que les facilito.


Entre las piezas más conocidas de Tromboncino cabe citar A la guerra, ….. y Tu dorme, io veglio (tú duerme, yo vigilo) para más recochineo.


Al margen del título del villancico (que eso y no otra cosa es, un villancico escrito por Juan del Encina, recuerden el artículo anterior titulado El cancionero de palacio), título – Fata la parte- que tiene tantos significados como traductores, el texto en italiano, se traduce fácilmente: Callen todos, que muerta está la mujer del señor Cotal, porque la ha encontrado con un español en su casa, la ha matado y el otro se ha escapado, por fuerza y con maña. El villancico continúa, con la misma gracia y arte con que ha empezado, pero no me parece necesario reproducirlo entero en estas páginas; más bien, dedicaremos el escaso espacio disponible a comentar los hechos, desde la perspectiva de aquél año del Señor de 1499 así como desde la de este nuestro 2022 de Putin, quinientos años después.


Como hemos indicado, Isabella d´Este, mujer de gran alcurnia, con ascendientes españoles, tan culta como hermosa, que gobernaba por aquellos días el Ducado de Mantua en ausencia de su marido el Duque, se hace a nuestros ojos de hoy, cómplice de Tromboncino al pedirle a su marido que interceda por su protegido, aún en un hecho de gran crueldad como ella misma reconoce. Nos recuerda que Tromboncino tenía derecho a tomarse la justicia por su mano al encontrar a su esposa en flagrante adulterio, de lo que podemos deducir que no sería un caso infrecuente. Y sabemos también que escapó de la justicia al acogerse a sagrado en la iglesia de San Bernabé. Vamos, lo mismo que hacíamos los estudiantes durante el franquismo corriendo delante de los “grises” para refugiarnos en alguna iglesia. En fin, que quinientos años después las cosas no han cambiado tanto; venimos de donde venimos. Y vean que la letra concuerda con lo que Isabella d´Este escribió:


Fata la parte, fata la parte,

tut´ogni call

que es morta la muller

de MiÇer Cotal.

Porque l´hai trovato

con un spagnolo

en su casa solo

luego l´hai macato.

lui se l´ha escapato

por forsa y por arte.

Fata la parte, fata la parte.



Concluyamos aquí repitiendo que esa pieza fue escrita por Juan del Encina, que estuvo aquellos años por Italia y aquellos hechos no hubieron de serle desconocidos, siendo como fueron la comidilla del mundillo musical.


(continuará)