viernes, 22 de mayo de 2015

JORNADA DE REFLEXIÓN







Así se llama este día de hoy, en el que no se puede hacer propaganda electoral, no se pueden celebrar mítines, y en el que podemos ver a los distintos candidatos leyendo en sus casas o paseando con sus familias, recuperándose del ajetreo a que se han visto sometidos por la maquinaria electoral de sus respectivos partidos. Hoy les vemos en un atuendo informal, nada de corbata y traje, con un botón de la camisa desabrochado y una chaqueta de sport o un jersey por encima de los hombros, según el clima de su respectiva ciudad…
Pero, ¿qué estoy diciendo? ¡Si no han usado corbata en toda la campaña, si se han desabrochado dos botones o más, salvo el más alto magistrado de la clase política que, a veces, no ha podido saltarse el protocolo! Sí, amigo, esto ha sido el común denominador de la campaña que ayer acabó: Ofrecerse despechugados, porque entendieron  que así se acercaban al pueblo llano que dicen representar. Eso es todo lo que han aprendido, es lo que piensan que es hacer una política nueva: ¡vestir como el pueblo es estar con el pueblo!; o pedalear por un parque, marcarse un chotis, ser dicharachero, repartir abrazos y besos por doquier. Es lo único que han aprendido, mientras se han dedicado a mentir como bellacos, a negar lo evidente, a tener el cinismo de proclamar lo contrario de lo que se ha hecho, a mostrar la mejor de las sonrisas o el gesto compungido ante situaciones sociales que ellos dicen ser los primeros en lamentar, pero de las que ni han sido responsables, ni las han podido subsanar, según el caso.
Dicen los expertos que, en todo proceso electoral, el cuarenta por ciento de los electores deciden muy a última hora el sentido de su voto. Esto debe ser muy cierto, porque, por ejemplo, los que están en el paro, los que ya no cobran subsidio de desempleo, o los que han caído en la miseria, tendrán como primera preocupación la de salir de su situación o, al menos, solucionar el día a día; no les veo yo muy preocupados en pensar qué opción les resulta más interesante. Y los desahuciados, ¿votarán en el colegio electoral de antes? ¿A cuál pertenecerán ahora?  Por su parte, los emigrantes, ¿sabrán dónde tienen que votar? ¿A qué distancia de su actual residencia? Sí, debe ser muy cierto.
¿Y los que tienen decidido su voto? ¿A qué partidos votarán los que están hartos de tanta mentira, de tanta propaganda, de tanto cinismo? ¿Los que han comprobado una y otra vez que las promesas no se cumplen, que se gobierna para minorías inconfesables, que se roba a manos llenas, que por primera vez en generaciones, los españoles van a vivir peor que sus padres, que nos estamos convirtiendo en un país de parias –con perdón para los parias? ¡Cuántas preguntas! Y qué pocas y malas respuestas…
Ayer, la “autoridad pertinente” declaró ilegal la concentración prevista en la Puerta del Sol de Madrid, en conmemoración del 15-M de hace cuatro años. Es mejor acatar esa decisión que alumbrar la posibilidad de que grupos de reventadores profesionales provoquen disturbios prostituyendo el espíritu reivindicativo y festivo de la concentración. Esperemos que no suceda nada, para no dar pábulo a otra sarta de mentiras. Pero recuerda los eslóganes de hace cuatro años, un futuro mejor sigue siendo posible, otras políticas son posibles, sólo hay que poder aplicarlas. Y para eso hay que votar consecuentemente. En esa efervescencia de libertad  está el germen de un futuro de dignidad. No hay que desaprovecharlo. Vota. Castígales con tu voto, contribuye con tu voto a crear una sociedad más justa y más libre. Vota a los que no necesitan cambiar su atuendo para la campaña. Vota a la gente normal. A los que no tienen ataduras con el pasado. A los nuevos. El futuro nos pertenece.

4 comentarios:

  1. No votes a los perroflautas. Qué listos. Quieren celebrar el 15M el 23M. Eso es trampa José María. El sábado pasado fue 16. Era una fecha más coherente.

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  2. Tienes parte de razón, Anónimo. Pero piensa también que quizás se retrasó una semana más la fecha de estas elecciones para evitar el aniversario.
    De cualquier manera, supongo que sabrás que entre los del 15M hay un mayor porcentaje de titulados superiores que entre los afiliados a los viejos partidos. lo digo por lo de perroflautas. Eso, salvando el hecho incontestable de que la inmensa mayoría de los que se han visto implicados en los miles de casos de corrupción que se han conocido -por no hablar de los que se conocerán- han sido, también, titulados superiores. Así que lo de perroflautas, carroñeros, o hienas, parece no ser un apelativo muy definitorio. Las personas se conocen por su comportamiento, no por lo que la derecha mediática invente.
    En cualquier caso, gracias por tu comentario. Siempre me quejo de la falta de participación y me pregunto para qué sigo con este blog.

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  3. ¿Y los que no tenemos título? ¿podemos votar?
    Tu obsesión por hacer ver que los podemitas son gente formada me parece poco democrática. Los incultos también tenemos derechos.
    Son perroflautas y hoy no se han juntado más de 100. Lo he leído aunque no tenga titulación superior. Por cierto saltándose las reglas del juego como hace siempre la izquierda más reaccionaria y antidemocrática.

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    1. Vaya, parece que no consigo explicarme.
      A mí, lo de perroflauta me trae la imagen de una persona con una flauta, sentada en el suelo, la espalda apoyada en la pared, y un perro dormitando a su lado. También he querido decir -repito lo de querido decir- que la inmensa mayoría de los corruptos son titulados superiores, en tanto que se podría añadir que la mayoría de esas personas -y recalco lo de personas- que vemos mendigando en la calle o viviendo como pueden, no tienen estudios superiores ni inferiores. Titulados superiores eran y son Franco, Queipo de Llano, Fraga, Aznar o Rajoy, por citar algunos ejemplos.
      Pienso que llamar perroflautas a las personas que viven en la miseria no es, cuando menos, correcto. Me parece un término despectivo, como lo de sudacas y tantos otros.
      Y por último, declaras que no tienes ningún título, pero por la forma de escribir, no pareces ser un inculto, como afirmas. Siendo así, ¿qué te hace suponer que yo tenga título alguno?

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