sábado, 24 de marzo de 2018

No solo Cataluña






"Primero vinieron a buscar a los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era un socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era un sindicalista.
Luego vinieron a buscar a los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron a buscarme, y no quedó nadie para hablar por mí."
Poema erróneamente atribuido a Bertolt Brecht, quién fue responsable de su difusión.
“Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Frase erróneamente atribuida a Voltaire.

He querido iniciar esta entrada con dos conocidos textos. El primero, atribuido al gran dramaturgo alemán Bertolt Brecht, nos habla de lo estúpido que resulta hacer  el Tancredo ante los evidentes avances de un gobierno que, para decirlo suavemente, se asoma continuamente al abismo de la dictadura. Si yo no tuviera la provecta edad que pesa sobre mis espaldas, consideraría seriamente la salida del exilio. El segundo, una acertada defensa de los derechos democráticos de pensamiento, manifestación y asociación, justo cuando se concretaban, define la postura obligada para aquellos que como yo mismo no nos sentimos nacionalistas ni, por ende, separatistas. La libertad de opinión, el pensar como se quiera y el poder manifestarlo, están en la base de un sistema político que se tilde de democrático.
Esta España, o esta deriva de una España nacida de la dictadura franquista, que este gobierno está pilotando se está especializando en conculcar los más elementos principios que, por democráticos, le son ajenos. Incluso un tribunal  de Naciones Unidas que se ocupa de los derechos humanos acaba de advertir a las autoridades del Estado sobre la ilegalidad de la situación de Jordi Sánchez, preso hace tres meses.
La gran mayoría de catedráticos de derecho constitucional españoles, manifiestan sus dudas sobre la situación procesal de aquellos que sufren cárcel por el llamado process catalán. Yo, que no soy jurista, no puedo entender que personas que bajo las reglas legales vigentes han podido presentarse a unas elecciones como las del 21 de diciembre pasado, pasen, por el hecho de haber contado con el voto de sus conciudadanos a perder sus derechos políticos como diputados electos. ¿Para qué, entonces, se les permite presentarse a las elecciones, hacer campaña y ser proclamados electos? ¿Lo entienden ustedes?
Delitos tan graves como el de rebelión y sedición, penados con el doble de años de cárcel que en cualquier país europeo, se aplican a personas que no  han recurrido a las armas, a las algaradas callejeras, o a los crímenes de lesa patria. En tanto, unos, como el cuñado del rey, con una sentencia firme a sus espaldas, continuan gozando de la libertad más absoluta; y otros, engarzados, en el régimen corrupto que caracteriza al actual gobierno siguen gozando en libertad de lo saqueado al bien común de los españoles.
¿Saldremos de esta?


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