martes, 7 de mayo de 2024

Libros de sobra (6)

A falta de fotografías para un nuevo artículo de la serie “Libros de sobra”, de la cual hemos publicado cinco en este blog, el último el pasado mes de diciembre y referido a Irún, me ha llegado una información sobre otra modalidad de difusión del libro, más actual y más efectiva, si se quiere.


No es otra cosa que un modelo de de biblioteca ambulante para mí totalmente innovador, aunque es posible que pueda haber otro con más antelación. Y ese caso está en mi tierruca donde la Biblioteca Central de Santander, que imagino es la clásica Menéndez y Pelayo, es responsable de una furgoneta habilitada como biblioteca que hace múltiples recorridos por la provincia – perdón, ahora se dice comunidad- llevando por los pueblucos y en algunos casos más que pueblucos, la buena nueva de poder leer un libro a coste cero y casi sin moverse de casa. Este nuevo procedimiento acerca un universo literario a 46 localidades montañesas a través de 16 rutas diferentes. No obstante, la idea es tan vieja que según he sido informado, hace décadas ya circulaba un autobús por estas tierras, aunque ese mágico servicio se evaporara y apenas queden más registros que la difuminada memoria. Había, digo, un autobús repleto de libros que recorría Cantabria cuando ni era una comunidad autónoma ni se llamaba Cantabria, y según se añade llevaba también un altavoz con música clásica.


Pero el actual Bibliobús no es solamente un servicio de préstamo de libros con mayor clemencia que el resto de las bibliotecas públicas para quienes se retrasan en la devolución, ya que su funcionamiento derriba obstáculos para acercar otros universos a miles de personas que no tienen libros a mano. Se dice que pronto se incluirá una colección de revistas, y que también vendrán cuentacuentos a bordo, o que se hará teatralización, e incluso que quizás se organicen manualidades para mayores. Y puede que hasta se suban autores para presentar sus obras.


Pero primero esa furgoneta ha de seguir rodando mientras se mejora el proyecto. De esas horas en cada pueblo, de esos corrillos que se forman en torno al Bibliobús, se pueden obtener muchas ideas, pues no en vano cuando la gente está sola se acrecienta la necesidad de compartir ideas y se abren los corazones. Es ahí donde el personal que trabaja en el servicio obtendrá seguramente ideas sin fin para mejorarlo.


No he obtenido una foto del vehículo en cuestión, pero sí una panorámica del pueblo de Carmona, uno de los pueblos con más personalidad y belleza de los que se recorren, y quiero creer que la furgoneta que aparece en la parte inferior derecha de la citada foto, bien pudiera ser el citado Bibliobús.


Y ya puestos, vaya la letra de una hermosa canción que aprendí de mi padre y que menciona a Carmona:


En el pueblo de Carmona,

en el pueblo de Carmona ventanas y corredores.

En la ventana más alta,

en la ventana más alta tengo yo los mis amores.

Mucho te quiero, más te quisiera

si los amores que tienes ya no volvieran.


Añado un audio de la canción con mi voz


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