lunes, 12 de diciembre de 2011

La cumbre y Lucas



-¡Hombre, Lucas, cuánto tiempo sin verte! Y yo  que quería encontrarte para que me dieras tu opinión sobre la cumbre esa de Bruselas…
-Calla, por favor, no me tires de la lengua que me conozco.
-Pero hombre, ya sabes que tus opiniones son apreciadas. Estarás satisfecho, al menos, con la salida de los ingleses, ¿no?
-Mira, sí, en eso coincidimos todos, ellos y nosotros. Ahora, las zancadillas tendrán que ponérselas ellos mismos, a ver cómo lo hacen. Pero no me extrañaría nada que, pasado un tiempo, volvieran a pedir la entrada. Pero claro, sin comprometerse a nada.
-¿Y de las facilidades de liquidez del BCE, qué me dices?
-Esa sí que es buena, así los bancos podrán tomar prestado el dinero que quieran al 1% para comprar deuda española e italiana  que rentan al 5 o el 6%, durante tres años.
-Pero eso solucionará los problemas de liquidez de la banca y podrán dar crédito a las empresas, ¿no?
-¿Tú te crees que los bancos son tontos? ¿Para qué arriesgar con las empresas teniendo la seguridad de la deuda pública? Ganarán ese margen, que no está nada mal y a vivir.
-Pero bajará la prima de riesgo y el margen no será tal.
-No te preocupes, ya se encargarán ellos de que se mantenga alta. De hecho, ¿por qué va a bajar con la recesión que se avecina?
-Pero eso también lo podría hacer una agencia bancaria pública, un banco público, conseguir dinero al 1% y comprarle al Tesoro sus emisiones, con lo que el margen sería para éste que, incluso, podría amortizar deuda viva a tipos más altos.
-Hombre, no seas iluso, si el BCE no quiere ni oír hablar de eurobonos, menos va a consentir que se utilicen sus fondos en esos manejos. Convéncete, el negocio es para los bancos, que están muy necesitados y para ayudarlos un poco más se va a crear la figura esa del banco malo.
-Y esto, ¿en qué consiste?
-Eso es la cuadratura del círculo. El banco malo –como si hubiera alguno bueno- se quedará con toda la bazofia que tienen los actuales, sean créditos incobrables a promotores, suelo adquirido en dación en pago de los mismos promotores –que aquí la dación en pago sí ha funcionado- o cualquier activo que hoy sea irrealizable y que lastre el balance del banco. Así, los bancos quedarán con un balance presentable y aquí paz y después gloria.
-Ya, pero alguien tendrá que cargar con el mochuelo, porque ese banco malo será un muerto. ¿Quién se va a hacer cargo?
-¿Tú, qué crees?
-Lucas, no me asustes, ¡cómo lo vamos a pagar nosotros!
-Ya te advertí que no me tiraras de la lengua.
-Pues estamos buenos, nos van a crujir.
-No lo sabes bien, pero no a todos por igual, mira lo que ha pasado en Italia.
-¡Dime, dime!
-Ya sabes que el nuevo gobierno de tecnócratas de Monti vuelve a poner el impuesto de urbana que Mussolini había quitado…
-¿Mussolini?
-Perdona, Berlusconi; siempre me confundo.
-Bien ¿y?
-Pues eso que volverán a cobrarlo…pero no a todos.
-Lucas, ¡me tienes en ascuas!
-¡Los bienes de la Iglesia quedan exentos!
-Y los pobres, ¿a pagar?
-Serán recompensados en el cielo.
-Y los ricos, ¿tampoco pagarán?
-Esos nunca pagan, infeliz, sus casas están a nombre de sociedades o fundaciones y se considera un gasto deducible.
-Desde luego, Lucas, ya me arrepiento de haberte preguntado nada. Me dejas perplejo.
-No dirás que no te lo advertí.
-Vale, vale. Hasta luego, Lucas.




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