En
su intervención ante el Congreso para explicar los recortes, Rajoy justificó la
reducción del sesenta al cincuenta por ciento en la percepción del desempleo a
partir del sexto mes, en la conveniencia de incentivar a los parados en la búsqueda
de nuevo empleo y olvidar la vida de molicie que vienen llevando. Es bien
sabido que los desempleados prefieren seguir cobrando sus sabrosas percepciones
antes que buscar otro empleo, por bien pagado que sea y lo fácil que les resulte
encontrarlo; todos sabemos que hay empleos de sobra, lo que ocurre es que los
parados son contumaces y holgazanes.
Además,
muchos parados llevan una doble vida –laboral, quiero decir- y se dedican a sus chapuzas. Sugiero al
gobierno que estudie una amnistía fiscal para estos casos y que los parados
declaren todos sus ingresos. El ministro de Hacienda, especialista en amnistías
fiscales, podrá, con seguridad, hacer algo sugerente y seguro que por esta vía
resolvemos el problema del déficit.
El
partido del gobierno conoce bien esta situación y por eso actúa como actúa; lo
que me ha extrañado sobremanera ha sido el exabrupto pronunciado por la
diputada Fabra. La hija de un ex presidente de la Diputación de Castellón,
nieta de otro ex presidente de la Diputación de Castellón y biznieta de otro ex
presidente de la Diputación de Castellón –todo ello consecutivamente, para que
luego hablen de lo absurdo de las monarquías- habría de tener un mayor cuidado
en sus manifestaciones, salvo que quiera convertirse en ex diputada. Pero no se
preocupen ustedes, la oposición no es capaz de tomar medidas bien simples, como, por ejemplo, no volver al Congreso mientras esté ella. A ver qué hace su partido
en ese caso.
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