miércoles, 6 de abril de 2016

Verbos







Según el diccionario de la Real Academia Española, nuestro idioma distingue  entre verbos transitivos e intransitivos. Pero como la gramática no es una ciencia exacta ambos tipos de verbos pueden adquirir en ocasiones la propiedad contraria a aquella que los define.
Por ejemplo, el verbo dimitir es, en principio, intransitivo, aunque a veces, se use como transitivo. Hemos sido testigos de que en Alemania, Inglaterra y otros países, políticos pillados “in fraganti” hayan dimitido; el caso más reciente ha sido el del ex presidente islandés. Según los expertos, estas cosas no suceden en España por esa curiosa característica que tiene el verbo en español.
Por el contrario, el verbo abdicar, que se define como transitivo, se usa a veces como intransitivo. Por ejemplo, dicho de un monarca, “abdicó la corona” es, en principio transitivo; pero puede ser intransitivo si el monarca dijera “abdico en mi hijo”. Parece ser, según entienden los lingüistas, que en esta indefinición del verbo, reside el hecho curioso de que el monarca abdique pero no del todo; es decir, que abdique pero sólo un poquito.

Para dar una solución satisfactoria a este problema, la Real Academia Española ha ofrecido el sillón H a Félix de Azúa, un insigne pensador español, más conocido últimamente por sus palabras sobre la alcaldesa de Barcelona, con las que ha pretendido demostrar lo fácil que es equivocarse si no se tiene en cuenta la transitividad de los verbos.



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