jueves, 27 de octubre de 2016

Píldoras




PÍLDORAS
16/10/27
La Santa Iglesia Católica Romana (¿o era románica?) y Apostólica prohíbe ahora que las cenizas de los difuntos sean esparcidas por doquier, so pretexto de que es aconsejable que tengan un sitio fijo y sagrado donde se les pueda rezar, como es un cementerio consagrado.
Debemos congratularnos de tal precepto; eso significará que desautoriza los fusilamientos contra los muros de los cementerios, arrojar a vivos y muertos por acantilados y simas y dejar pudrir sus restos en las cunetas donde fueron masacrados.
Porque todo eso se hizo bajo su conocimiento, cuando no con su aprobación.

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