SIJENA
Cada
caso es distinto y el derecho que no es una ciencia exacta se encargaría de
demostrarlo, pero, en general, soy de los que piensan que los bienes de índole
histórica o cultural deberían tornar a su ubicación original. Piénsese en los
fondos de los grandes museos, especialmente el Museo Británico, o el museo de
Berlín: la colonización facilitó que un inmenso número de obras de arte
abandonaran su cuna para adornar los grandes museos de las metrópolis.
La
justicia, o el artículo 155 de la Constitución Española, que también es
justicia, ha conseguido que los fondos de Sijena vuelvan a desandar su camino.
Hay por medio un asunto de dinero al no estar claro si se había realizado el
pago.
Viene
esto a cuenta de lo que muchos consideramos también como un expolio, y se
pueden encontrar varios puntos de coincidencia con este caso de Sijena. Los
juristas y la voluntad de un gobierno debieran bastar para restituir a sus
verdaderos propietarios los miles de bienes inmatriculados a favor de la
Iglesia Española. Los propietarios somos los españoles, creyentes o no
creyentes, representados por Ayuntamientos y Diputaciones, y los bienes son,
como ya saben ustedes, ermitas, iglesias, catedrales, mezquitas, casas
sacerdotales, lugares públicos, etcétera. Este expolio se ha llevado a cabo en
los últimos decenios, acelerándose en los dos últimos, justamente cuando España
ha tenido una Constitución que defiende la libertad religiosa. ¿Se puede entender
esto?
¿Creen
ustedes que el Estado Español hará algo para retrotraer esos bienes a sus
propias instituciones?
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