miércoles, 12 de febrero de 2020

Vertederos






Las ingles, qué son las ingles, su importancia histórica, cómo hay que tocar las ingles,… más o menos, así continúa el parlamento que el maestro dirige a los niños en Amanece, que no es poco, gran película de José Luis Cuerda fallecido la semana pasada.

Ustedes se preguntarán a qué viene esto si vamos a hablar de vertederos. Pues bien, aparte de rendirle un pequeño homenaje a nuestro fallecido director, imaginen: vertederos, su importancia en la antigüedad, historia de los vertederos, el porqué de un vertedero, los vertederos y España,… verter, verter recycling,… ah!, no, no, esto es un oxímoron – según el diccionario de la RAE, oxímoron es la combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador. Repetimos, de significado opuesto.
Pero ya sabemos que en España dar un toque british a las cosas, sean éstas lo que sean, es un signo de distinción.

Uno de los significados de vertedero es el lugar donde se vierten basuras o escombros, y reciclar – tal es la traducción de recycling- es someter a un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar. De modo que la relación entre vertedero y reciclar tendría sentido si lo que se vierte en el vertedero (valga la redundancia) se sometiera a ese proceso de reciclaje. Pero me temo que estas dos actividades rara vez se dan juntas. Algunos vertederos especializados solo admiten ciertos desechos que alimentan la cadena de reciclaje adjunta; es decir, en estos casos, el vertedero no sería otra cosa que el almacén de materia prima en cualquier actividad industrial. Sin embargo, los vertederos en España, hablando en plural, son ese agujero donde arrojar todo lo que no sirva. Como nos muestran las imágenes de estos mismos días del río Guadarrama con todo lo que recibe de los lugareños, un río en un Parque Regional, convertido en una pocilga. Y llevado al límite, puede uno pensar en todo lo que la imaginación nos proponga. Por eso, los malos olores, las chimeneas para dar salida a los gases que se producen por la descomposición de lo arrojado, los fuegos que, a veces, se producen, etcétera.

En España nos encontramos actualmente con que se envía a los vertederos más del 50% de los residuos, en tanto que la situación en los países del norte de Europa es diametralmente opuesta, ya que solo el 1% de los residuos van a los vertederos, dado que todo lo demás se recicla y se valoriza. Por no pensar mal, podemos pensar que el hecho de contar con una orografía tan repartida cerca de los núcleos principales de población facilite la existencia de vertederos. Si a esto añadimos que la mayor parte de los mismos son privados - ya hemos visto que la vigilancia de las autoridades concernidas es bastante deficiente en estos casos-, es lógico concluir que los vertederos, independientemente de su “especialidad”, puedan, en muchos casos, admitir todo tipo de materiales que no debieran ser vertidos en esos agujeros negros. Los intereses económicos privados a veces no concuerdan con los públicos.

Las consecuencias de la concatenación de distintos hechos como los descritos pueden concluir en tragedias como la producida actualmente en el término municipal de Zaldibar. Digo término municipal porque la ubicación de este vertedero está más cerca de los núcleos urbanos de Ermua (16,000) y Eibar (28,000).
Habitantes, estamos hablando de habitantes, de ciudadanos.

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