Hoy
quiero comentar unas cuantas cosas que nos ha traído el coronavirus,
y que conviene anotar ya que nos dicen mucho acerca de sus
protagonistas.
Vamos
a numerarlas:
1.-
Hemos podido ver al pelopanoja arropado por su vicepresidente y otros
adláteres entre los cuales se encontraban, al menos, un par de
líderes religiosos. Nuestro hombre, empeñado en llamar chino al
virus, se supone que para poder decir que ha vencido algo chino
cuando eso llegue, se ha dado un buen baño populista para ganarse el
voto de los creyentes más ignorantes. Terminaron rezando y, sin
hacer la más mínima mención a la sanidad, confiaron la salvación
de las almas de los más necesitados al más allá; seguramente ahí
tendrán una mejor vida que la que el Estado americano les ha
procurado en ésta.
2.-
En nuestro país tenemos también ejemplos igualmente edificantes. La
Presidenta de la Comunidad de Madrid y el Alcalde de la capital han
escrito sendas cartas dirigidas al Gobierno pidiendo material
hospitalario, que, si hemos de creerles, el Gobierno esconde o
entrega a otras comunidades pero nunca a ellos, porque al parecer
tiene manía a los madrileños.
Pero
cualquiera con una pizca de memoria sabe que si por algo se han
caracterizado los gobiernos populares madrileños – aparte de los
casos de corrupción- es por las políticas seguidas desmantelando la
sanidad pública y trasvasando a la sanidad privada los presupuestos
arrebatados.
Queda
por saber si, cuando piden camas, han apurado ya las de las clínicas
privadas o esas son intocables, y también si las que empiezan a
ocupar en algunos hoteles han sido ofrecidas gratis et amore,
o han de ser pagadas, y en
ese caso por quien.
La
que fue la presidenta madrileña por antonomasia, Esperanza Aguirre,
está afectada por el virus e internada en un hospital público. ¿No
debiera pensar que está ocupando una cama preciosa para otro
afectado al que su política dejó sin camas suficientes?
3.-
La UME (Unidad militar de emergencia) cumple con su nombre y
motivo de creación. Acude presto
ante cualquier catástrofe o
accidente donde se requieran medios y recursos. Sus integrantes, voluntarios y jóvenes, están haciendo un
gran servicio a la ciudadanía. Eso demuestra que en el Ejército, como en cualquier otro colectivo, hay personas de todo tipo. Lo vimos con un anterior Jemad (Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el máximo rango en el oficio), y lo podemos ver con esta agrupación, o como se llame. Esto mejora la imagen del Ejercito, aunque siempre quedarán (y sobrarán) los que vuelvan a mancharla.
En
algunos lugares no son bienvenidos, es obvio. El derrumbe del
vertedero de Ermua fue la anterior ocasión en Euskadi. Vaya por
delante que, personalmente opino,
su labor en aquellas primeras
horas no era lo que se necesitaba, por el propio estado del
escenario. Pero iban a venir a desinfectar el aeropuerto de Loiu
(Bilbao), ya estaba todo arreglado, la Ertzaintza
estaba alertada
para acompañarlos, y a última
hora se encendió la luz roja. Parece
que ahora van a venir.
En
El Prat (Barcelona) han estado, ignoro si bien o mal recibidos, a
pesar de que el Molt Honorable Torra sigue afirmando – como si eso
fuera lo importante ahora- que el estado de alarma invade
competencias autonómicas pareciéndose a un 155 innombrado.
En
fin, al final, los nacionalistas se parecen todos, los catalanes, los
vascos y los madrileños.
4.-
Los españoles en general están dando muestras de civismo y sentido
común. Hay quienes se empeñan en dar la nota, hay que contar con
eso, pero pocos caen en esas fatas de irresponsabilidad e
insolidaridad que nos han hecho famosos. La
frase ¿Quién me va a decir a mí si puedo beber una copa
de vino o no? fue seguida por la
no menos famosa
¡Viva el vino!,
pero hoy podemos decir que estamos a otro nivel. Ciudadanía
y gobernantes.
Excelente análisis. no le sobra ni le falta ni una coma.
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