sábado, 2 de diciembre de 2023

El maestro y el mar





Cuando se produce la simbiosis entre una novela histórica bien escrita, un guion en consonancia, y unos intérpretes entregados a la labor, el resultado suele ser una buena película. Y si además la comparáramos con la situación que algunos desalmados desearían que viviera nuestro país en estos días, poco más se puede decir.


Estamos hablando de El maestro que prometió el mar, recién estrenada y que recomiendo vivamente. Antoni Benaiges, natural de Mont-roig del Camp, Tarragona, fue un maestro a quién el destino situó en la escuela infantil de Bañuelos de Bureba, población cercana a Briviesca, en algún momento de 1935. Para el 18 de julio de 1936 ya se había distinguido sobradamente, no tanto como buen y original maestro, sino como articulista de izquierdas publicando en La voz de la Bureba; el desenlace era de esperar: el 19 de julio llegaron los falangistas al pueblo, le detuvieron, le condenaron (no hacía falta juicio, claro) y le dieron el paseo reglamentario. Sus restos nunca aparecieron y se están buscando entre los de la Pedraja, monte donde los insurrectos enterraban a las personas asesinadas por ellos mismos. La búsqueda está a cargo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, bajo la dirección del prestigioso antropólogo y medico forense Francisco Etxeberria, pero aún no se han identificado sus restos.


Este resumen pertenece a la parte histórica del caso. En la película esos hechos se van mezclando con la búsqueda por parte de la protagonista del padre de su abuelo, cuyo hijo, es decir su abuelo, ella identifica como uno de los niños a los que el maestro prometió llevar a conocer el mar en su lejano pueblo. Dicho abuelo está ya en sus últimos años de vida, con muy poca memoria, y ella quiere iluminarle con esa historia. Con estos mimbres se construye la película, que está magníficamente contada, mejor interpretada, y que se refiere a uno de los miles y miles de casos que se dieron en aquellos años, que hicieron que España sea, después de Camboya, cosa que se discute, el país con más muertos fuera de los cementerios.


Los gobiernos sucesivos del PP son, como es lógico, contrarios a esas exhumaciones, y la asignación de fondos oficiales para ello no alcanza el importe preciso, lo cual es responsabilidad del actual gobierno.


Y si se diera el cambio político que está brotando a marchas forzadas en nuestro país, es posible que se volvieran a reproducir esos hechos; la película, además de muy buena, no puede ser más oportuna. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario