jueves, 26 de junio de 2025

Política nacional

 




Está visto que no doy una en el clavo. En la anterior entrada, Elecciones, quise dármelas de espabiladillo. Incluso hubo alguien cuya opinión respeto mucho, que me dijo que me veía muy al día, muy enterado, porque había hablado de elecciones antes que la prensa. Abusé también de mis dotes irónicas y así me ha ido. Citaba yo en ese artículo que la economía española iba de mal en peor, siempre cuesta abajo. Pues bien, ya saben ustedes que el mismísimo Donald Trump ha declarado justamente lo contrario, que la economía española va muy bien, para decir a continuación que por salirse del común de miembros de la OTAN y empeñarse en el 2,1% de aportación del PIB español para esa OTAN, aportación que él había prefijado en el 5%, no se sabe bajo qué cálculos, él en persona – ya saben cómo las gasta – se iba a encargar de castigar esa tremenda ofensa española.

 

Así que ya ven en qué situación me encuentro. Me veo, junto con Pedro Sánchez, en el primer paquete de próximas víctimas del trumpismo. Y sin comerlo ni beberlo. Yo que ni conozco a Sánchez, ni le he votado jamás, he metido la pata hasta el corvejón, que se dice en mi pueblo. Me queda la esperanza de que ocurra como con lo de los aranceles, que parece que va pasando el tiempo y las repercusiones de aquellas medidas no acaban de notarse. No diré que esas medidas que Donald toma de vez en cuando, lleno de ira, se van diluyendo, bien porque no las aplica, bien porque si las aplica es más suavemente o porque no surten efecto. Pero, por favor, que estas consideraciones queden entre nosotros, no sea que se entere y se cabree.

 

Se dice que ese 5% de aportaciones va a mejorar la economía americana, pues es donde los otros países pueden gastarse ese dineral. Si eso es cierto – que lo parece – España hace bien en disminuir su aportación y tratar de gastarla en la industria armamentista nacional, que también tiene que comer.

 

Otro asunto de tremenda importancia ha sido el voto favorable del Tribunal Constitucional sobre la Ley de Amnistía en el caso catalán. Corrieron ríos de tinta, pero Pedro Sánchez tenía razón. La situación catalana está tranquila desde entonces. Fíjense que su partido gobierna en Cataluña, los partidos catalanistas le apoyan en Madrid, y el caso catalán parece haberse volatilizado.

 

Como resumen podemos afirmar que crece en Europa la figura de nuestro presidente de gobierno. Y parece ser el único socialdemócrata entre todos ellos, aunque su política en España diste de serlo, ya que al mismo tiempo el Premier inglés está demostrando que no pertenece al laborismo inglés, partido por el que se presentó.

 


jueves, 19 de junio de 2025

Elecciones





 

Esta afluencia de malas y peores noticias con pésimas expectativas me tiene – imagino que a ustedes también - muy preocupado. Pero de vez en cuando aparece algo que nos hace ver el panorama desde otra óptica. Lo que ha cambiado mi estado de ánimo ha sido una fotografía en la que podían verse cuatro o cinco personas, entre ellas, el presidente de Vox y su equivalente en los obispos españoles. Y lo que señalaba este último era la urgencia de elecciones, no crean ustedes, que en la cúpula episcopal, no, no, sino elecciones para el Congreso de los Diputados. Y parece ser que ambos personajes mantienen estas reuniones. Es de imaginar que en otra ocasión le tocará al de Vox manifestar la conveniencia de elecciones eclesiales o como se diga.

 

Porque la actual situación española, como saben ustedes, está al borde del caos, al menos en lo económico. Trimestre tras trimestre y año tras año, el Producto Interior Bruto (PIB) no hace otra cosa que disminuir, las empresas grandes y las pequeñas cierran unas tras otras, los salarios bajan en consonancia, el seguro de paro para los despedidos está por los suelos, las pensiones de los jubilados crecen a un mísero porcentaje, creo recordar que al 0.25%, etc., etc., etc. La violencia en las calles crece día y noche, las señoras ancianas ya no pueden bajar a comprar el pan por miedo de que al volver les hayan ocupado su piso, mientras la ley defiende y protege a los ilegales, sobre todo si son negros. En fin, qué decir si ustedes conocen esta situación económica española de miseria y sinsabor. Solo un rayo de claridad puede iluminar esta lamentable situación. Se dice, se rumorea, que entre las propuestas del episcopado español está la de convertir los conventos de las ciudades en residencias para la juventud española que no puede sufragarse un piso, dado que los conventos se encuentran vacíos de monjitas. Y en las propiedades rurales, que dicen que se han quedado con miles de ellas por una ley de inmatriculación, o algo así, no me hagan mucho caso, piensan en repartir a los inmigrantes sin techo para que se ganen el sustento y así matar dos pájaros de un tiro.

 

No sé qué les parece a ustedes, pero en esas elecciones es de esperar que los obispos tendrán buen resultado, junto con los patriotas de Vox. Se les sumaría hasta el PP.

 

miércoles, 11 de junio de 2025

Las Médulas





Una de las grandes ventajas de viajar es salirse de la rutina informativa. En esta ocasión, además de olvidarte de un tal Trump, de Tellado, Ayuso o de Abascal, uno visita hermosos parajes que a veces incluyen lecciones de historia y de humanidad. De vuelta al hogar, llega el momento de revisar las fotografías y los folletos de los lugares visitados; si no se hace corremos el riesgo – por lo menos yo – de olvidarnos de detalles, de nombres y de sitios. Así que hoy vamos a hablar de una de esas auténticas maravillas que nos ha ofrecido este viaje: Las Médulas, cerca de Ponferrada y de Villanueva del Bierzo, que dicho sea de paso es una población interesante, paradigma de la realidad española en cuanto a la pérdida de población, las casas cerradas y medio caídas y el número tan enorme de iglesias y conventos que nos hablan de esa España antigua.

 

Los romanos eran buenos exploradores y el oro tenía tanto valor como ahora. Se supone que las legiones que se adentraban por tierras ignotas llevaban hombres y técnicos en diversos oficios que husmeaban la existencia de oro y otros minerales como el hierro o el cobre, por ejemplo. Mientras se trazaban calzadas y se establecían alianzas o se torcía la voluntad de los habitantes de las tierras visitadas, esos expertos avistaban los terrenos y hacían sus catas, es de suponer. Hemos de imaginar que el color que tenían aquellas tierras no sería como el de hoy en día; este color oro lo habrán tomado de los lodos de las montañas devastadas. Porque los romanos no se andaban con bromas. Hacían sus catas perforando metro a metro grandes pozos verticales, desde los cuales ejecutaban galerías horizontales en la cuantía necesaria. Paralelamente habían investigado la existencia de agua disponible y constante a distancias, a veces, de más de 60 kilómetros. Esa agua había de venir a una velocidad baja que permitiera almacenarla cerca de los pozos; a veces, por la existencia de montes en el camino había que perforar túneles y, por supuesto mantener todo el tinglado dispuesto. Cuando estimaban llegado el momento conducían el agua en su tramo final e iniciaban el llenado de los pozos y galerías. En este proceso el aire se iba acumulando en las entrañas de la tierra y ellos dejaban que entrara más agua. La presión de esa agua contra el aire hacía reventar todo el tinglado de pozos y galerías y el monte minado se venía abajo provocando unas riadas de lodos y rocas que se dejaban bajar por unos canales previamente construidos ad hoc. Otros hombres separaban las rocas, amontonándolas a un lado, y quedaba el lodo que contenía el ansiado oro. Esta separación era más sencilla, y solo quedaba vigilar el botín.

 

Esos hombres que dirigían toda la operación eran los famosos agrimensores. Digo famosos porque siempre me ha llamado la atención ese adjetivo tantas veces leído en novelas, principalmente sudamericanas. Y efectivamente, oficios y carreras de hoy en día, relacionados con el manejo de la información sobre el terreno, sea el registro, la minería, etc., vienen de ese término, tan bien sonante: agrimensor, el que mide la tierra.

 

Merece la pena la caminata hasta alcanzar el balcón natural desde donde divisamos un paisaje agreste, de color oro, donde se puede ver una cartelería completa con dibujos, datos, y explicaciones sobre el proceso extractivo hasta la puesta en valor para ser transportado ese oro a la metrópoli, por supuesto, bien escoltado. Hasta tal punto hablamos de una obra magna que se creó un lago que recogía las aguas ya no necesarias. Ese lago existe en la actualidad a varias decenas de kilómetros del yacimiento minero. 




 


martes, 3 de junio de 2025

Cosas de pasiegos (2)





Lo que yo, que ni soy investigador ni fontanero, he podido averiguar es bien poco, más o menos lo que ustedes ya saben, todo conocido en estos días, pero lo puedo trufar con datos que ustedes quizás no sepan; no en vano tengo un origen provincial - autonómico, habría que decir ahora - como el de la señora Leire Díez.


Nuestra Leire nació en Portugalete, Vizcaya y su primera conexión con el Psoe fue en Vega de Pas, población en la que fue Teniente de Alcalde. Yo quiero suponer que sus ancestros eran originarios de dicha población, por lo que de niña pasaría al menos sus veranos en la Vega y, dejémos volar la imaginación, cuando llegó el momento, terminados sus estudios de Licenciada en Ciencias Sociales y de la Información, formó parte en la lista municipal del Psoe, donde alcanzó el cargo de teniente de Alcalde y, poco después, responsable de comunicación de la federación socialista cántabra y vicepresidenta de la mancomunidad de los valles pasiegos.


Pues bien éste parece ser el origen de nuestra Leire. Tendrá como los dos que se citan a continuación esa tendencia a separarse de sus colegas, será débil manteniendo sus ideas o será otro interés el que la apremia. El tiempo lo ha de aclarar.


Entretanto les invito a leer - releer para algunos - la entrada que publiqué en este blog allá por año 2019, refiriéndome a dos paisanos, uno de ellos conocidísimo hoy en día, el otro apartado de la actualidad.







Cosas de pasiegos  (15 de mayo de 2019)





Hay suficiente consenso acerca del territorio que a los pasiegos les es propio. Las tierras altas sobre la divisoria de las aguas entre las provincias de Cantabria y Burgos dan origen a varios valles: Al sur, el valle por el que discurre el río Trueba, que enseguida encontrará Espinosa de los Monteros; al norte, los valles del Miera y del Pas, que buscarán el Cantábrico. El primero de estos, pasado San Roque de Riomiera dejará de ser pasiego para ser meracho. ¿Qué diferencia a los pasiegos de los merachos? Según me contaba mi padre, los pasiegos ven crecer la hierba, en tanto los merachos la oyen; según otras versiones que he recogido, se diferencian hasta en la manera de picar el dalle. El apego de unos y otros al prado es irrefutable. El segundo valle, el del río Pas, además de su vocación de gentilicio alberga también el que forma el río Pisueña, otro pasiego notable. Este es el territorio pasiego. En la divisoria, tres puertos facilitan el paso de montaña, a saber: el Portillo de la Sía, el de Lunada, y el de las Estacas de Trueba. A las divisiones provinciales no hay que hacerles caso en estas cuestiones, de modo que pasiegos son los que habitan a un lado y al otro, y aparte de las villas arriba citadas, debemos incluir a San Pedro del Romeral, Selaya, Vega de Pas y Villacarriedo.

Estamos, como queda dicho, en tierras pasiegas, que lo son tanto las del sur como las del norte, éstas en plena Montaña, sustantivo que se me antoja más definitorio, a estos efectos, que el de Cantabria. Ahí es donde han vivido apegados al terruño, donde han construido sus cabañas que salpican el verde paisaje y sus casas vividoras para practicar la muda, calzando albarcas, con su cuévano a cuestas; transportando buenas belortadas de hierba al hombro por pendientes inverosímiles, y haciendo de la vaca su animal totémico. Su origen no está claro del todo: hay quienes hablan de una raíz genética bereber, y quienes les emparentan con los judíos, y hay quienes niegan cualquier diferencia con los otros habitantes de la región, salvo las que puedan derivarse de años y años de vida apartada unos de otros. Hoy en día este tema está fuera de discusión. Lo cierto es que desde el siglo XI, los sucesivos reyes de Castilla escogían de entre los habitantes de la comarca a su guardia de corps, de ahí viene lo de monteros, y no es muy lógico pensar que los reyes no estuvieran atentos a cualquier duda sobre la pureza de sangre de sus elegidos. Esto explica el apellido Espinosa de los Monteros, tan de actualidad hoy en día. Los principales apellidos pasiegos son Lavín, Cobo o Abascal, entre otros. Tengo para mí, cuando veo la imagen del Abascal más conocido en estos días, que no podría negar su origen. Ese perfil, con la nariz aguileña, la fortaleza física, y esa camisa desabotonada luciendo el aguerrido y fiero pecho son la viva estampa del pasiego. (también tiene ese aire bereber, pero esto lo pongo entre paréntesis para que no se me cabree)
Es de señalar también otro hecho en el que las pasiegas descollaron: ser muy valoradas como excelentes amas de cría para los niños de los reyes, primero, y después, de otros miembros de la nobleza, y de la alta burguesía del resto de España. Por España se diseminaron los pasiegos, estableciéndose en las principales ciudades; de esta reducida etnia descienden personajes como Lope de Vega o Francisco de Quevedo. Por su parte Calderón de la Barca desciende también de la Montaña, sin que pueda asegurarse su raíz pasiega. Los que sí la tienen son Iván Espinosa de los Monteros, como he señalado más arriba, y Santiago Abascal, que curiosamente han coincido por motivos ideológicos. Ya que no han seguido la senda de los anteriormente citados, cosa harto difícil, esperemos que no traicionen sus ancestros, los de uno de ellos porque, con razón o sin ella, nunca defraudaron ni traicionaron a aquellos que les pagaban, que eran los sucesivos reyes, y hoy, al rey ya no le guarda montero alguno, que le guarda la constitución; y los del otro, porque se cubrían con recia arpillera para aguantar las inclemencias del tiempo mientras cuidaban el ganado, pero nunca con bandera alguna, rojigualda o tricolor. Y ambos tienen un compañero principal de lucha política que no podrá ofenderse si le llamamos medio español, a juzgar por su segundo apellido.
A los tres me parece menester recordarles que el mayor servicio a la patria se logra sirviendo a los ciudadanos, por ejemplo como los sirve un médico o como los sirve un maestro, o desde cualquier profesión, por modesta que parezca. Que lo importante son las personas, no las patrias. Con que no se salieran de este ideario harían lo máximo por sus conciudadanos, que son muy libres de escoger su modo de vida y de pensar como les venga en gana sin preocuparse por lo que ellos les quieran imponer.