He sabido que hoy es el aniversario del nacimiento de Stephen Hawking, cumpleaños redondo pues además cumple los setenta. Y tenía por aquí un recorte de prensa de hace año y medio, cuando publicó El gran diseño, recorte del que extraigo lo siguiente: Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que existamos. No es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó el Universo.
Por otro lado, Zubi, mi mujer -sí, sí, la que sale en la foto- suele recordarme que si dios existe es un ser tremendamente injusto, porque, por ejemplo, todas las desgracias les sobrevienen siempre a los más desfavorecidos y, cuando las plagas de Egipto, consintió que murieran los primogénitos locales a manos del ángel exterminador, pero no los israelitas a los que salvó la sangre del cordero en su puerta.
Dios injusto bastante... pero lo de la Iglesia, eso es lo que no tiene nombre.
ResponderEliminar!Ah, la Iglesia...! Efectivamente, lo de la Iglesia no tiene nombre y, además, se le pueden poner toda clase de adjetivos. Dios es un concepto, una idea, una creación de la mente humana y por lo tanto, mejorable. Pero la Iglesia es directamente la obra de unos cuantos y, no siempre, los mejores, con unos objetivos, unos intereses, unos vicios y unas contradicciones que la hacen única.
ResponderEliminarTengo un par de cosas escritas acerca de la iglesia y de sus hombres que colgaré dentro de unos días, que espero le gusten.
Gracias por su comentario.