domingo, 22 de abril de 2012

Hechos




El dueño de la mayor cadena de establecimientos de alimentación de España, con más de 16.000 M€ de ventas y 475 M€ de beneficios, que sigue creciendo y generando empleo a pesar de la crisis, es un hombre hecho a sí mismo y del que no se conocen grandes gestos de ostentación. En definitiva, un auténtico emprendedor y empresario y ha manifestado, entre otras muchas, una opinión que me interesa resaltar. Ha dicho que a los españoles  nos falta el espíritu de sacrificio que adorna a los tenderos chinos; lo que no ha dicho es que dichos tenderos chinos son, como él, dueños de su negocio.
A este respecto, hay otro tendero en mi pueblo, gallego por más señas, que compite, con éxito, con los tenderos chinos usando sus propias armas. Sepan ustedes que Manolo –así se llama- es también dueño de su propio negocio.
Las empresas cooperativas aplican, desde siempre, la política de bajarse los sueldos si ello es necesario ante cualquier adversidad económica como también hacen los tenderos chinos. Para quién no lo sepa, en las cooperativas, los propietarios son los propios trabajadores y debido a una saludable política de transparencia están al corriente de la gestión en sus empresas.
La Barbie aristocrática, segunda persona en el organigrama del partido del gobierno, ha dicho que los españoles tenemos que trabajar más horas. Consecuente con esta idea –ella tiene tres empleos, ya que es muy trabajadora- ha intentado colocar a su marido –que está ya en otros tres consejos- como consejero en Red Eléctrica Española; la idea no ha prosperado por presiones en su propio partido; ¿acaso en su partido no la entienden?
Una de las mayores empresas españolas, eléctrica concretamente,  acometió en los años anteriores a la crisis un vasto programa de expansión internacional, comprando por doquier otras compañías. Lógicamente, acudió para ello a empréstitos internacionales, contribuyendo así, como otras, al crecimiento desorbitado de la deuda exterior española, la privada, la de empresas y entidades financieras; como saben ustedes, es esta deuda, y no la deuda oficial derivada del déficit público, la que nos está ocasionando los problemas de todos conocidos; sin embargo, su presidente, nos ha regalado los oídos recientemente con la canción de que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hemos de ser más austeros. Le ha faltado decir si va a reducir la deuda privada española vendiendo sus empresas foráneas, por ejemplo, o bien,  reduciéndose él mismo su sueldo, que está en torno a los veinte millones de euros anuales, en un rasgo de austeridad.
¿Qué les sugiere esta concatenación de hechos?

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