jueves, 13 de junio de 2019

Población y poesía (3)


El manuscrito encontrado en Agrigento.



Una emoción comparable a la que me hubiera producido el encuentro de los manuscritos del Mar Muerto, me supuso ver en una pared del lobby del Grand Hotel Mossés de Agrigento un cuadro colgado, cubierto de cristal, con unas líneas escritas a modo de poema, a lápiz, sobre un fondo azulado. Vean:








El texto me subyugó por su belleza y traté de hacer averiguaciones acerca del autor y el significado de algunas palabras. La primera ayuda la obtuve de M.ª Rosario Guttadauro Billante, mutrikuarra de ancestros sicilianos como resulta obvio, y la segunda de Chiara de Meo, que ha buceado hasta encontrar al autor del poema y algunos datos biográficos; a ambas, mi agradecimiento.

Vincenzo Cancila, natural de Castelbuono, provincia de Palermo, arquitecto, diseñó y construyó varios hoteles en Sicilia, amén de un destacado proyecto turístico en Favignana, Islas Egadas, promocionado por el gran actor Vittorio Gassman. Para ver más de este proyecto pueden clickar aquí http://reportagesicilia.blogspot.com/2016/02/lutopia-del-villaggio-gassman-favignana.html

Fuera de su faceta de arquitecto, Vincenzo Cancila era, evidentemente, poeta, y murió el 10 de noviembre de 2008 a los 83 años en el pueblo que le vio nacer. No ha sido posible encontrar rastro de su obra poética y solo podemos leer este poema que dejó en uno de los hoteles que diseñó.
Diez años después, la casualidad ha querido que yo lo viera, y con más atrevimiento que genio, me he permitido hacer una traducción libre de su “Doppo la tua partenza”. En Italia tienen un refrán, traduttore, traditore, es decir, traductor, traidor, así que me he sentido totalmente libre para traerlo al español; cuando Vincenzo lo colgó en aquella pared lo dejó al albur de los turistas, y no creo que le importara mi fechoría. Ahí se lo dejo a ustedes:

Después de tu partida” de Vincenzo Cancila

Traducción libre de José María Pozas

Un día tras otro, tras tu marcha
he sentido la disolución de las cosas
que me parecieron eternas,
de los pensamientos que retuve inmutables
hasta descubrir la magia de la esencialidad,
porque tu recuerdo
me ha mostrado la poesía de los desiertos,
míseros granos de arena pulidos
por milenios de sirocos
que el mismo viento depositará mañana
modelando otras dunas,
otros sentimientos sin memoria,
otros espejismos de luces, para inventar,
para esconder las colinas de polvos y detritos.
  Yo, lo que queda de los mitos,
solo árida tierra,
si la piedad de la lluvia no la cubriera
en cada primavera de tiernas
y blancas margaritas.



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