lunes, 1 de marzo de 2021

De vertederos y vacunas




El 6 de febrero se ha cumplido el aniversario del derrumbe del vertedero de Zaldibar. Aún no se han encontrado los restos de Joaquín Beltrán, y hay zonas que ya se han cerrado y otras donde se sospecha que pudieran hallarse; entretanto su familia sigue a la espera.


El Gobierno Vasco ya ha señalado como culpable a la empresa Verter Recycling, nombre predeterminado para que las cosas salieran mal, porque verter puede ser lo contrario de reciclar. Ya que lo que se recicla no se vierte, se destina para emplearlo en otros menesteres, y solamente los residuos inertes que no tengan mejor aprovechamiento son susceptibles de ser vertidos en los lugares adecuados, con cuidado para que no haya derrumbes, evitando que se afecten los acuíferos, etcétera. Es decir, siguiendo los procesos que han de constar en la documentación aportada para obtener la autorización oficial del vertedero. Pero cuando todos los camiones basculan y se mezcla todo lo que se transporta, sea lo que sea, ese lugar se convierte en un pozo negro, por llamarlo de alguna forma. Y cuando se sabe que el terreno se ha colmatado varios años antes de lo que se había previsto, eso quiere decir sin lugar a dudas que se está realizando una actividad diferente para la que ni se pidió ni se concedió autorización administrativa.


Es decir, que la empresa concesionaria es culpable. Pero igual que la administración que no ha visto, no ha querido ver, o ha hecho caso omiso de lo que estaba ocurriendo. El Gobierno Vasco dice ahora que el estabilizado y sellado definitivo se acometerá cuando aparezcan los restos de Joaquín Beltrán. Es lógico que nos preguntemos si el sellado político se hará también en ese momento, porque en este año transcurrido ha habido elecciones sobre las cuales, ciertamente, la ciudadanía ha dicho que le importan un bledo estas cuestiones y ha venido a descargar de culpa al Gobierno Vasco, de modo que éste bien puede dar el suceso por no ocurrido, dado que no le afecta lo más mínimo en lo político. Para colmo –como premio-, el Consejero responsable en aquél momento ha cambiado la cartera de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda para gestionar ahora la de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes. Es decir, ha perdido Medio Ambiente, pero ha sido compensado con Transportes. ¿Saldrá igual de bien parado en el espinoso asunto del metro de Donostia? Al paso que vamos, pase lo que pase, seguro que sí. La indiferencia de la ciudadanía, también en este asunto, es total.


Y ya que estamos, hablemos de la covid. Porque en este desgraciado tema bueno será recordar que todas las demás autonomías van por delante de Euskadi con mucha ventaja, en la administración de las vacunas, y mucho han de cambiar las cosas para que abandonemos el farolillo rojo.


Vamos los últimos y a mucha honra: no hay virus que pueda con nosotros, ¡somos ciudadanos vascos! Con eso ha de bastar.







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