sábado, 13 de marzo de 2021

Ideas peregrinas

 




Por fin se ha constituido un nuevo consejo de administración en RTVE, más acorde al actual reparto de escaños en el congreso de diputados. Es decir, TVE puede salir de una situación que, digamos, estaba lejos de lo normal. De modo que tampoco caben excusas para que no se haga un buen lavado de caras y se acometan los cambios y reformas que el ente precisa y acabar con una situación que le ha llevado a una posición casi marginal en su sector.

TVE tiene dos cadenas, la 1 y la 2, y nunca he entendido por qué se las puso a competir la una contra la otra: si querías ver una película sin anuncios – lo que ofrecen las otras cadenas comerciales te obliga a pasar 120 minutos frente a la pantalla para ver una peli que dure, como mucho, 90- tenías que elegir entre la de la primera y la de la segunda porque ambas se ponen los mismos días, a la misma hora. La idea de que compitan me recuerda a la práctica de las grandes multinacionales, en el sector del automóvil concretamente, cuando otorgan la fabricación del modelo nuevo a aquella planta que presenta una mejor opción financiera, es decir, una mejor relación entre salarios y productividad. Por otra parte, sí me parece bien la idea de que las películas acaben antes de medianoche e incluso que se adelanten los horarios de los telediarios y lo que venga a continuación.

Por otro lado, debiera revisarse el trato informativo a determinados personajes cuyo comportamiento fiscal dista mucho de lo correcto. ¿Qué pensaríamos si TVE ofreciera soporte informativo en favor de, por ejemplo, estos youtubers que han llevado su domicilio fiscal a Andorra? ¿Qué sentido tiene que se beneficie con propaganda gratis a cantantes como la Pantoja y tantos otros casos de delincuentes fiscales? Me ha venido a la memoria al ver el tratamiento dado a Fernando Alonso, desgraciadamente atropellado en Suiza, donde tiene su residencia por motivos fiscales. Soy de los que opinan que esta clase de ex españoles debieran ser tratados de forma diferente por un medio que funciona gracias a los impuestos que pagamos los demás.


El caso del rey emérito es de una magnitud tal que nadie comprende la postura de su sucesor en esa dinastía de bribones. Somos, como país, el hazmerreír del mundo. La corona inglesa lleva unos años dando mucho que hablar, en casa y fuera, pero me parece algo consustancial al crecimiento en miembros que ha experimentado; actualmente con la entrada de una persona con un tono de piel diferente parece que están saltando chispas, pero nada comparado con nuestro caso. Honradamente opino que a Felipe VI no le queda otra opción que negociar su renuncia al trono y disolver el engendro administrativo de la familia real. Que vivan de lo que ganan como ciudadanos respetables y que a nadie se le ocurra meterse con ellos, pues tendrán la misma consideración que cualquiera de nosotros. Y en el caso preciso de FelipeVI debiera negociar, como salida a su renuncia al trono, un plebiscito con dos opciones: República o Monarquía con él al frente, válido esto último para cuatro años. A ese término, si piensa que ha hecho méritos e insiste, se puede volver a otro plebiscito, esta vez con carácter finalista. Serán siempre los españoles quienes decidan. Ya somos mayores de edad, como lo atestigua el hecho de que debamos soportar que haya quienes proclamen la necesidad de pasar por las armas a 26 millones de nosotros y no sea considerado intento de delito de lesa humanidad o patria, como quieran ustedes, en tanto otros del mismo jaez, permanecen en sus cargos en el ejército en tareas de “formación” de futuros oficiales.















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