domingo, 10 de septiembre de 2023

11 de septiembre de 1973

 





Hoy, 10 de septiembre de 2023 es muy conveniente que recordemos lo acaecido 50 años atrás, el 11 de septiembre de 1973, en un país tan periférico como Chile, tan alejado de las esferas donde anida el poder; voy por ello a reproducir unas recientes palabras de Antonio Muñoz Molina que nos dice: “En despachos con mesas de roble y ventanales que dan a jardines de césped inmaculado y perspectivas monumentales —un obelisco, una cúpula en la lejanía— hombres de trajes oscuros y uniformes con estrellas en las bocamangas autorizan masacres que sucederán de inmediato a una distancia aséptica de miles de kilómetros, o bombardeos masivos que incendiarán bosques y ciudades, inundando el aire de un olor a gasolina, a desfoliantes químicos, a carne humana quemada. En cada una de las fotos en las que se ve a Richard Nixon y a Henry Kissinger sonriéndose mucho, inclinándose el uno hacia el otro en una intimidad confidencial, cabe la posibilidad de que estemos asistiendo al momento en que deciden arrasar Vietnam del Norte o Camboya, o en el que se ponen de acuerdo en la urgencia de sabotear de cualquier modo el Gobierno recién elegido de Chile en noviembre de 1970. Nixon murió hace ya bastantes años sin borrar nunca del todo su vergüenza de presidente indigno, pero Henry Kissinger sigue vivo y como embalsamado en una vejez extrema de quelonio, reverenciado como un anciano estadista”.


Eso sucedía hace 50 años y ha seguido pasando y pasa a instancias de personas como las que se nombran, pero también desde las opuestas esferas ideológicas del poder por medio de dictadorzuelos como el que actualmente anida en el Kremlin.


Y es también conveniente el día de hoy señalar unas cuantas concomitancias entre aquellos hechos de Santiago de Chile y del resto del país andino con los acaecidos en 1936 en nuestro propio país. En ambos casos en los respectivos golpes de estado participaron los partidos políticos – hasta entonces de derechas – y en nuestro caso, además, los monárquicos, con el apoyo yanqui en un caso y el italo-alemán en el otro; en un lado asesinaron a Victor Jara y en el nuestro a Federico García Lorca y los asesinatos colectivos se sucedieron en ambos casos. Aquí se está investigando sobre los fusilamientos de Belchite donde se ha hallado la fosa común de 150 civiles asesinados por los falangistas, sirva ello de ejemplo. Y presten atención a la muy posible reacción de alguna consejería del Gobierno de Aragón, dado que descendientes de los asesinos han sido incorporados como socios por el PP aragonés en los puestos convenientes.


Y aunque alguno de ustedes lo haya leído, permitanme repetirles el relato que sobre los días siguientes al golpe chileno escribí y que pueden leer pinchando lo siguiente: https://literharturas.blogspot.com/2011/09/once-de-septiembre.html

























































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