lunes, 13 de noviembre de 2023

Afiches y carteles

Este artículo ha sido publicado en el número 101 de la revista OP Machinery, recién publicado.




 

En un reciente viaje por la provincia de Girona tuve la fortuna de encontrar, aparte de la belleza que esa provincia atesora, un sinnúmero de pastiches, carteles y pinturas por doquier, de los cuales he escogido tres, dos en la misma población de Camprodon, y el tercero en Cadaqués. Tienen distinta temática, pero todos ellos llaman la atención, o al menos me la llamaron a mí, por muy distintos motivos.

Empezaremos por los de Camprodon, por orden de aparición en escena. En una especie de escaparate de un viejo almacén estaba el primero, limpiamente plastificado, que nos habla de la cantidad de veces que hay que recitar una plegaria para que surta efecto. Parece ser que el diablo en aquellos días era un tanto peleón, y según nos enseña la señora que en el cartel se menciona, siguiendo una tradición hispanoamericana, habíase de recitar la oración y a continuación repetir en tandas de diez veces la santa palabra, para que el demonio claudicara. Véase que en el caso de la izquierda, lo que parece decirse es que hay que mandar a Jesús a la cruz. Hemos de suponer que mi interpretación no es la correcta.




En el segundo caso, en la plaza de la misma villa de Camprodon, se explica un momento concreto de la historia local, cuando se fundó el Comité Revolucionario de las Milicias Antifascistas, justo tres días después del golpe de Estado franquista, y cuya sede local estuvo en la casa de enfrente. Al terminar la guerra, el nuevo gobierno destinó aquél piso por un tiempo como cuartel de la Guardia Civil, y lógicamente se cubrió la fachada con una pintura nueva; pero el paso del tiempo y la falta de mantenimiento han permitido aflorar el antiguo rótulo, percibiéndolo a poco que agucemos la vista. Y ya puestos se ha colgado una pancarta sobre el proceso independentista. 

De cualquier manera, Girona en su conjunto está llena de referencias políticas e información histórica como esos Espacios de Memoria, algo por lo que algunos suspiramos y nos parece necesario y procedente, en tanto otros están radicalmente en contra.





Por fin, el tercer caso nos muestra con una buena dosis de sorna la solución para que españoles y catalanes pudiéramos ser todos igualmente felices.




1 comentario:

  1. Una lectora y compañera en otras lides me comenta que la segunda foto de Camprodon le ha traído a la memoria la fachada de una casa de un familiar suyo donde se alojaron tropas durante la guerra civil y que tenía en la fachada una foto o cartel del general que traicionó a la República, a pesar de haber jurado por todo lo habido y por haber que la defendería con su sangre.
    Así entienden algunos el honor y la palabra.

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