Este mes que está a punto de
acabar ha sido el que mayores cuotas de lectura ha tenido este blog de ustedes.
Ha superado las 137.000 visitas al día de hoy y no sé que influencia habrá podido
tener el último artículo. Más de un lector me ha dicho que porque me conoce
bien, de lo contrario no comprendería dicho artículo; alguno más me ha dicho
claramente que me he pasado de ironía. Tengo, por tanto, que explicarme:
efectivamente en el artículo “Que mueran ya” he utilizado en demasía ese
estilo, la ironía, que también utilizo hablando, y que no debiera haber
utilizado, pues las noticias de la muerte de esos niños gazatíes me hace
recordar a mis nietos. Es increíble que eso esté ocurriendo hoy en día, que
gente civilizada lo lleve adelante, que otros muchos lo aprueben apoyándose en
que fueron palestinos quienes desataron esta enésima etapa de ese maldito
conflicto que los ingleses dejaron para que se cociera, que los propios pilotos
sionistas lancen sus bombas, y que los que son simplemente israelíes no sean
capaces de negarse en redondo a semejante barbaridad. Nosotros, españoles y
europeos debemos ser radicales en este punto; no basta con comentarlo y esperar
al siguiente ataque.
En esta última semana los
visitantes norteamericanos han doblado a los españoles que, habitualmente son
los primeros lectores, y después de España, a distancia vienen lectores de
diversos países. Espero que unos y otros lean este artículo de hoy y no me tomen
por lo que no soy.
Y para todos ustedes, perdón
por mi metedura de pata.